domingo, 15 diciembre 2024

Los jefazos de BBVA pierden 12 millones en su ‘annus horribilis’

Hasta la fecha, BBVA estaba teniendo un año bastante complicado. Su valor en Bolsa se había transformado en un tobogán sin fin. El problema para los perros flacos, ya saben, es que todo se vuelven pulgas. De este modo, el colapso económico que afronta Turquía desde hace semanas ha puesto de relieve la inestabilidad de la compañía. Y buena cuenta de ello dan los “capos” del banco.

Desde enero de este año, cuando el valor de BBVA subía hasta los 7,4669 euros por acción, hasta el inicio de esta semana, donde a duras penas resiste por 5 euros, los nueve rostros más visibles, y con más títulos del banco a nivel particular, han perdido 12,5 millones de euros. El más expuesto, para dar ejemplo, es el presidente de la compañía. Francisco González, según recoge Bloomberg, cuenta con 4.442.641 millones de acciones es el que ha sufrido el mayor batacazo, puesto que él solo se ha dejado en el parqué 9 millones de euros.

BBVA
Evolución del último año

Pero no ha sido el único. Hay un reguero de nombres del banco cuya exposición es importante a los vaivenes de la entidad. Destacan, entre ellos, el consejero delegado, Carlos Vila, que tiene un total de 380.138 acciones; o el director corporativo, Juan Asúa, con 378.693 acciones. Por debajo de esa cifra se encuentran el director de Legal, Eduardo Arbizu (297.691 acciones) y el CFO, Jaime Sáenz de Tejada (280.639 acciones).

La lista de los nuevos pretorianos de BBVA la culminan el director de Auditoría Interna, José Luis de los Santos (198.753 acciones); el director Global de Riesgos, Rafael Salinas (160.329 acciones); la directora de BBVA España, Cristina de Parias (151.169 acciones); y el secretario del consejo, Domingo Armengol (104.539). Este grupo de directivos son los que tienen en su poder más de 100.000 títulos de la entidad y, por lo tanto, quienes más van a sufrir lo que suceda en Turquía… y más allá.

QUÉ PASA CON BBVA EN TURQUÍA

Pese a que el consenso del mercado estima que la crisis turca remitirá en las próximas semanas, la realidad es que la inestabilidad, ahora mismo, sigue siendo profunda. El valor del 49,85% del banco turco Garanti que tiene BBVA ha bajado en Bolsa 1.220 millones de euros (6.930 millones de liras) desde que comenzó al año; es decir, un retroceso del 32,23% en su cotización.

En lo que va de década, la entidad presidida por Francisco González ha invertido 6.908 millones de euros en tres operaciones para hacerse con la mitad de Garanti y convertirse en su máximo accionista. La última en 2017, cuando desembolsó 859 millones de euros para comprar otro 10% del banco turco y alcanzar el mencionado 49,85%. La participación de BBVA en Garanti está valorada por los analistas de Bloomberg en aproximadamente 3.600 millones de dólares (algo más de 3.084 millones de euros), es decir, casi un 45% menos de la inversión total realizada.

Durante estos años, Garanti ha generado pingües beneficios en las cuentas de la española hasta el hecho de ir incrementando el peso de la entidad turca en la estrategia mundial de BBVA. Sin embargo, la escena política a la que está dirigiendo Erdongan a Turquía tambalea la confianza de los inversores, quienes huyen de cualquier incertidumbre salvo para hacer sangre con apuestas bajistas.

La victoria de Erdogan por mayoría absoluta en las elecciones presidenciales celebradas el 24 de junio han dado más poder al veterano político turco. Menos de un mes después, ha nombrado a su yerno jefe económico del Gobierno y ha emitido un decreto que le permite nombrar al jefe del banco central del país. “Erdogan señaló anteriormente que se opone a las tasas de interés más altas y si ahora puede controlar las decisiones del banco central, las esperanzas de un aumento de tipos se evaporan”, ha declarado a Bloomberg Nuria Álvarez, analista de Renta 4.

Para Nerieda González, analista de mercados de AFI, la principal incertidumbre recae sobre “la independencia del banco central y el poder que Erdogan y el nuevo ministro de economía podrían llegar a ejercer sobre la institución”. “Para evitar la salida de capitales que está llevando a la depreciación de la TRY frente al USD, el banco central tendría que subir los tipos de interés de referencia (a lo que Erdogan se muestra en contra) en su próxima reunión para reforzar la confianza sobre la institución y su compromiso con el control de la inflación (15% en junio frente al 5% objetivo)”, ha ahondado.

LOS PROBLEMAS MÁS ALLÁ DE TURQUÍA

Dos décadas de férreo mandato de Francisco González en BBVA han convertido al banco en el menos rentable en España. El afamado banquero, idolatrado por unos y premiado por otros, no ha sido capaz de crear valor para sus accionistas. Además, en comparación con otras entidades la evolución de BBVA ha sido deprimente.

Era el año 1999, el denominado Banco Bilbao Vizcaya pactaba la fusión con el banco -privatizado un año antes- Argentaria. Cerca de dos décadas después tres elementos todavía permanecen de aquella unificación: la A, de BBVA. El presidente, Francisco González -aunque en aquellos años compartía puesto con Emilio Ybarra-. Por último, la capitalización bursátil. Sí, en la actualidad el gigante bancario tiene prácticamente el mismo market cap que 19 años atrás.

El objetivo de los dirigentes de cualquier empresa es el de maximizar valor para sus accionistas”, reza uno de las máximas del sector financiero. Los trabajos del Premio Nobel de Economía, Milton Friedmann, y teóricos financieros como Michael Jensen o Merton Miller fueron los que más impulsaron dicha teoría. La idea de la maximización del valor para el accionista como objetivo prioritario lleva vigente más de 50 años.

En el caso de BBVA dicha máxima no se ha cumplido. Ni siquiera se ha quedado cerca en comparación con la evolución del sector en el tiempo de presidencia de Francisco González. La evolución de la capitalización bursátil en la firma vasca, desde el año 2000 hasta este 31 de diciembre de 2017, ha decrecido un 1,07%. Una calamidad cuando se compara con el resto de entidades españolas: la capitalización del Banco Santander ha crecido un 84%, el de Bankinter un 186%, mientras que el de Banco Sabadell -los datos son desde 2001- se ha disparado un 248%.


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