Hoyo 19, Green, Serrano 41, Graf… Todos ellos locales de moda de la noche madrileña. Las juventudes de las clases altas de la capital invaden estas exclusivas discotecas cada fin de semana y los partidos políticos lo saben. Ciudadanos es el auténtico rey en este campo, pero la llegada de Casado a la presidencia del Partido Popular han encendido las alarmas de la formación naranja.
Se avecina guerra entre Ciudadanos y los populares para captar el voto más joven de la derecha. La imagen de Albert Rivera y la de todo su equipo resultó ser un gran atractivo para los votantes recién llegados a la política. A pesar de ello, las encuestas les jugaron una mala pasada y quedaron como cuarta fuerza en las últimas elecciones generales. Desde entonces, los ‘naranjas’ han focalizado sus esfuerzos en dos direcciones.
El primero de ellos se centra en la radicalzación de su discurso en el conflicto catalán. Y es innegable que la estrategia no les ha podido salir mejor. En los últimos comicios autonómicos, Inés Arrimadas se convirtió en la candidata más votada con 36 escaños, por delante de JxCat y ERC. De esta forma, Ciudadanos arrebató el protagonismo al Partido Popular en la derecha catalana. De hecho, los ‘populares’ sólo sumaron cinco diputados que no le permitieron ni siquiera crear un grupo propio en el Parlament.
Este fue un duro golpe en la mándibula del entonces presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy. Rivera había conseguido su primera gran victoria, no sólo contra el secesionismo catalán, sino también por el control de los votantes del centro derecha. Este triunfo aumentó el atractivo de Ciudadanos entre el resto de jóvenes españoles de cara a las elecciones generales del año 2020.
Pero para afianzar los votos del espectro que va de los 18 a los 30 años hace falta algo más que un gran resultado en unas elecciones. O mejor dicho, antes de saborear las mieles del éxito es necesario realizar mucho trabajo previo. Es en este sentido es donde entra en escena la segunda premisa para ganar esta ‘batalla’: la noche madrileña.
El ocio de una ciudad como Madrid es muy amplio y variado. Existen zonas, territorios o barrios muy marcados por el tipo de público que acude. Los bajos de Moncloa y sus alrededores están reservados para los adolescentes, que en muchas ocasiones ‘roban’ el carnet de identidad de sus hermanos para colarse en las discotecas. Huertas está destinado para el turismo, de hecho, es muy frecuente presenciar tours guiados por los pubs del centro. Malasaña y Chueca son el lugar favorito de los ‘hipster’. Y por último, el barrio de Salamanca y los distritos colindantes es territorio de los ‘pijos’. Es aquí donde Ciudadanos ha lanzado sus redes.
Hasta hace bien poco, esta labor de captación de jóvenes votantes en las zonas más privilegiadas era tarea de las nuevas juventudes del Partido Popular. Esas juventudes que un día dirigió el actual presidente de los populares, Pablo Casado. Pero la irrupción de Ciudadanos de hace dos años no sólo se produjo en el Congreso de los Diputado, también lo hizo en las discotecas más exclusivas de Madrid. El objetivo era claro, convencer a los ‘peperos’ de teñir su piel de naranja.
Pero la llegada de Casado hasta lo más alto del Partido Popular es algo que preocupa a los de Rivera. El sustituto de Rajoy cuenta con una gran popularidad entre los jóvenes de derecha. Recuerdan su gran papel al frente de las juventudes del partido y lo ven como una gran opción para gobernar el país. Por este motivo, los ‘captadores’ de Ciudadanos están nerviosos y han aumentado su actividad ante el temor de que la ‘red’ de Casado vuelva a la noche.
EN RIESGO EL CONGRESO Y LA NOCHE MADRILEÑA
De este modo, la formación naranja recibe el segundo revés en tan sólo dos meses. La llegada de Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, a la Presidencia del Gobierno y su oposición a convocar elecciones fue el primero de ellos. Ahora, la elección de Pablo Casado como líder del PP, por delante de Soraya Sáenz de Santamaría, supone otro golpe para el que aspira a sentarse en el sillón de la presencia de España. Casado tiene la oportunidad de robarle el protagonismo en el Congreso y en la noche madrileña. Aunque a la formación naranja siempre le quedarán las encuestas.