Casa Real: Se desvelan las humillaciones que Corinna ejercía sobre Juan Carlos I

No hay día en la Casa Real este nuevo año en el que el rey Juan Carlos I no sea noticia por algo ajeno a su posición de Emérito, el papel de Corinna es curioso en todo esto.  El pasado mes de diciembre, la periodista Pilar Eyre revelaba, sin miedo a equivocarse (o a recibir un toque real), que el padre del Rey de España tenía, al menos un hijo más. En este caso, una hija, ya una mujer que rondaría los 40 años.

De sus bastardos vástagos a sus líos de faldas, Juan Carlos I es genio y figura. Cercano, campechano y mujeriego. Tres adjetivos que avalan la posición del patriarca de la Casa Real pasado de los 80 y que hoy recibe el mazazo definitivo con la publicación de un libro que lo dibuja, prácticamente, como un anciano sin capacidad de defensa física o argumentativa.

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Tiembla la Casa Real, «Primero a Ginebra, después a Madrid»

El caos que supuso la caída del Rey y el tremendo dolor de cadera que sintió en aquel momento, hizo que su equipo de seguridad demandase de forma urgente preparar el jet privado y poner dirección Madrid. El Rey necesitaba atención médica, tanto es así que nada más aterrizar en tierras patrias, entró en quirófano y se puso en manos del doctor Ángel Villamor.

En un acto de absoluta frialdad, según publica la gaditana Ana Romero en su última obra, Corinna solicitó que el jet privado primero hiciese parada en Ginebra, su lugar habitual de residencia, y ya, continuase su camino hacia Madrid con el Rey aún herido. Relata la escritora que un miembro de Casa Real que acompañaba a don Juan Carlos espetó a la princesa germana: «Primero iremos a Madrid, y después, usted se puede ir a mierda«.