miércoles, 11 diciembre 2024

Xiaomi, lista para salir a bolsa con mayor capitalización que BBVA y Telefónica

Durante 2018 hay dos (posibles) salidas a bolsa a nivel mundial que centran todos los focos. Por un lado está la plataforma de alquiler vacacional Airbnb; y desde Oriente todo hace indicar que Xiaomi se lanzará a los mercados una vez que ha roto su caparazón chino.

Hace 5 o 6 años acceder a un terminal móvil de la marca asiática era una odisea. Primero había que conocer a alguien que recomendase una web de venta fiable; después, cuando llegaba el dispositivo, podía suceder que tecnológicamente no fuera compatible con las redes europeas. Por lo tanto, había que echar imaginación para salvar tantos inconvenientes.

Pero ahora todo eso ha quedado atrás. Xiaomi está empezando a abrir puntos de venta en diferentes mercados, tal y como ha hecho en España, y su reconocimiento de marca ha cambiado. Quizá no sea este el motivo para su salida a bolsa, pero sí un condicionante perfecto.

La auténtica realidad de Xiaomi y su posible salida al mercado bursátil se sustenta es dos cuestiones. Por un lado que está vendiendo como el que más, se encuentra entre los cinco fabricantes que más móviles pone en el mercado a nivel mundial; y además está contando con la ayuda de analistas, brókeres y banqueros que están inflando (y calentando) la valoración para entrar en la futura OPV y puesta de largo en el mercado.

Por qué Xiaomi debería salir a bolsa

Las razones son diversas, y la valoración que da el mercado, sorprendente. Así, hace unos días el analista de Bloomberg Gadfly, Tim Culpan, reflexionaba sobre diversos aspectos de la compañía.

En cuanto a lo tangible, se espera que el fabricante chino tenga unos ingresos por encima de los 17.000 millones de dólares para este ejercicio. Y parece algo posible, puesto que hasta octubre ya había alcanzado la cifra de 15.000 millones. Por lo tanto, y teniendo en cuenta las fechas, todo hace indicar que llegará. Por otra parte, el beneficio proyectado para este año y el siguiente se sitúa en la horquilla de los 2.000 millones de dólares.

Así, bajo estas condiciones, los analistas bursátiles ponen la valoración de Xiaomi sobre los 100.000 millones de dólares, una cifra pareja a la capitalización conjunta de BBVA y Telefónica en el Ibex-35. Por lo tanto, valga esta comparación para imaginar, si se puede, el monstruo de la tecnología que se está creando. Sobre todo, porque tiene una estrategia muy definida.

De hecho, los analistas de Bloomberg sugieren que Xiaomi en estos momentos, al contrario de lo que se cree, estaría apostando e invirtiendo en productos conectados. Mucho más que en móviles. Y, de la misma manera que con los terminales, primero se hará un gran hueco en China y, posteriormente, saldrá de Asia. Además, también deja que otros fabricantes construyan y distribuyan bajo su marca, por lo que así amplía sus líneas de negocio.

Casi gana en la comparación con los rivales

Bajando al detalle de sus cifras, Tim Culpan asegura estar sorprendido con sus ratios de ingresos. Así, afirma que si los datos que publica la compañía son totalmente correctos, significaría que ofrece un margen por ingresos netos del 5,9%. Culpan asume que esa cifra ya sería “asombrosa” para el margen operativo, pero que siento neto es increíble. Eso le pondría al mismo nivel que Samsung o Huawei.

No obstante, el analista de Bloomberg pretende bajar a la tierra todos estos números. Asegura que hay miles de inversores interesados en una salida temprana a bolsa, y por lo tanto saben que atrayendo los focos sobre las cifras su salida al mercado puede ser más elevada.

También se sorprende porque hace apenas unas semanas el consenso del mercado estimaba su capitalización sobre los 50.000 millones de dólares, y apenas unos días se ha multiplicado por dos. Incluso, cuando no se han publicado los beneficios, ni la estrategia de cómo mantendrá la rentabilidad cuando siga aumentando las ventas.

Por último, cuestiona dicha estrategia de IoT, puesto que ni Apple ni Samsung han sabido por el momento cómo hacer rentable el negocio de los objetos conectados. De este modo, y casi como una burla, insinúa que habría que preguntar por la evolución de Xiaomi a un hombre vestido de rojo y con barba blanca. En 2018 veremos si tenía razón.


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