Esteban Duarte, Charles Penty y Angeline Benoit para Bloomberg
El presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, dijo que buscará dialogar con el Gobierno en Madrid sobre el futuro de su región en España, en lo que significa un retroceso a la declaración de independencia que amenazó con convertir una crisis institucional en una económica.
Tras varios días de tensión, Puigdemont indicó -en el Parlamento regional- que los resultados del referéndum del 1ero de octubre le dieron la orden de perseguir la independencia, pero que esperaría algunas semanas para intentar dialogar con la administración del presidente español, Mariano Rajoy.
El mandatario nacional convocó una reunión extraordinaria de su Gabinete este miércoles a las 9 de la mañana en Madrid, para discutir su próximo movimiento. Luego, en horas de la tarde, se dirigirá al Parlamento español para expresarse sobre la crisis en Cataluña.
“Hoy el Sr. Puigdemont ha sumido a Cataluña en el más alto nivel de incertidumbre”
“Hoy el Sr. Puigdemont ha sumido a Cataluña en el más alto nivel de incertidumbre”, dijo a los reporteros la tarde de este martes en Madrid la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saenz de Santamaría. “Ni el Sr. Puigdemont ni nadie más puede sacar conclusiones de una ley que no existe, de un referéndum que no tuvo lugar y de los deseos del pueblo catalán que intenta hacerse cargo”.
Paciencia agotada
La presión cercó a Puigdemont después de que el Gobierno español y los empresarios catalanes le exigieron que desista de llevar a la región a una independencia que arruinaría la economía y desgarraría el tejido social de España. Rajoy descartó sistemáticamente las conversaciones hasta que los catalanes abandonen la amenaza de una declaración de independencia que, bajo la ley española, es ilegal.
“Proponemos la suspensión de los efectos de la declaración de la independencia por unas semanas»
“Hoy asumo el mandato de Cataluña para convertirse en un estado independiente en la forma de una república”, exclamó Puigdemont mientras era vitoreado por un asamblea repleta y con la policía catalana desplegada en el perímetro del Parlamento regional. “Proponemos la suspensión de los efectos de la declaración de la independencia por unas semanas, para abrir un período de diálogo”.
El euro se elevó brevemente a un nuevo máximo la tarde de este martes, gracias a que los catalanes fueron vistos tomando un tono conciliador. Los futuros de los bonos alemanes también saltaron momentáneamente antes de abandonar las ganancias anteriores para operar sin cambios.
“Pienso que posiblemente el Gobierno actuará ahora. Su paciencia se ha agotado”, indicó en una entrevista telefónica Rafael Pampillón, profesor de economía en el Instituto Empresa, de Madrid. Agregó que Puigdemont y sus partidarios “están esperando y comprando tiempo” en lugar de retractarse de la independencia, y que ahora el Gobierno de Rajoy “probablemente buscará ver si tiene suficientes motivos para probarlo para la acusación de sedición”.
Agitación política
Después de un año en que los populistas anti Unión Europea fallaron en conseguir el poder en las elecciones de Holanda, Francia y Alemania, la insistencia de Cataluña por independizarse de España reintrodujo el espectro de la inestabilidad política en Europa.
El discurso del líder catalán frenó los días de turbulencia política y económica, que estuvieron marcados por la violencia de la policía española contra los ciudadanos que intentaron votar en el referéndum ilegal, así como por la salida de las empresas catalanas de la región en un intento por huir de la incertidumbre provocada por el impulso de independencia.
Cuando los Mossos d’Esquadra aseguraron el Parlamento, Puigdemont repentinamente retrasó su presentación frente a los reporteros, en medio de informes de que sus propios socios de la coalición estaban descontentos con el texto de su discurso.
Oportunidad perdida
“Quizás perdimos una oportunidad”, señaló a la Asamblea Regional la diputada de la CUP, Anna Grabiel. “La única forma en que negociaremos con el Estado español es siendo la República de Cataluña”.
La coalición electoral de Puigdemont, Junts pel Sí y la CUP, firmaron lo que denominaron una declaración de independencia después de la sesión fuera de la Cámara. Junts pel Sí también firmó un documento suspendiéndola.
“La única forma en que negociaremos con el Estado español es siendo la República de Cataluña”
El plan del Gobierno regional consiste en someter a votación la declaración, en caso de que las conversaciones en Madrid fracasen. La candidatura catalana por la independencia ha sido rechazada por la Unión Europea, que dice que la región no seguirá siendo miembro del bloque si ésta se separa de España.
Tanto el presidente francés, Emmanuel Macron, como la canciller alemana, Angela Merkel, respaldan la postura de Rajoy con respecto al empuje separatista. En su discurso, Puigdemont pidió que la UE participe en las conversaciones con Madrid y trató de tranquilizar a las empresas que huyen de la región.
Puigdemont “se alejó del borde, pero no estoy seguro de cuánto solucione”, mencionó Caroline Gray, profesora de política en la Universidad Aston, que se especializa en movimientos nacionalistas. “El problema fundamental es que ninguna de las partes va a ceder en la soberanía, lo que significa que todavía no puedo ver cómo se solucionará”.