Blanco pone fecha para el cierre definitivo

Poco a poco se va despejando el futuro de la cadena de moda Blanco y el de todos sus trabajadores. Empresa y sindicatos están inmersos ahora en las negociaciones para conocer cómo se va a efectuar el cierre de la compañía, y ya se sabe que el grupo propietario quiere echar el cierre el próximo 30 de abril, día en el que serán despedidos los últimos 8 trabajadores una vez que se haya completado todo el proceso de liquidación.

El calendario que ha planteado el grupo engloba un calendario detallado que, según ha podido saber Merca2 contempla el cierre de todas las tiendas el 15 de febrero. De este modo, se hace un calendario escalonado de salidas que se efectuaría de la siguiente manera:

  • 31 Enero: 779 trabajadores
  • 15 Febrero :21 trabajadores
  • 28 Febrero:10 trabajadores
  • 30 Abril: 8 trabajadores

Hay nóminas pendientes y la empresa ya reconoce que no podrá hacer frente ni a esas ni a las que están por venir

Con este calendario que se ha puesto encima de la mesa, y que negocian empresa y sindicatos, se daría salida a los 818 trabajadores que componen la plantilla del grupo. Sin embargo, el principal escollo va a estar en la forma de pactar la salida de los distintos empleados. Al parecer, existen retrasos de nóminas desde el pasado mes de noviembre, y los propietarios del grupo ya han dicho que no tienen dinero para hacer frente a ellas ni a las que vendrán.

Al parecer, la falta de liquidez de la compañía, unida a la estricta ley que impone la Administración Concursal, impide hacer cambios en la forma de gestión de la empresa e impone el orden de prioridad de pagos. Además, el dinero disponible dependerá de la capacidad que tenga Blanco para liquidar el medio millón de prendas que tiene almacenadas en este momento. Ropa que debía haberse puesto a la venta en meses anteriores, pero que debido a los problemas de la compañía estuvieron retenidas en las aduanas.

Será, por tanto, el Fogasa el que tendrá que hacer frente a las nóminas pendientes y las indemnizaciones. Algo que no convence a los representantes de los trabajadores que, por cierto, no descartan nuevas movilizaciones como las que hemos visto en las últimas semanas.