El siguiente paso en las criptomonedas

Mucho se ha hablado y todavía queda mucho por hablar del futuro a medio plazo de las criptomonedas. Poco a poco cada vez más conocidas y con un mayor auge alrededor del globo terráqueo, podríamos tenerlas incluso como eje central de las próximas reuniones de los Bancos Centrales. La fuerte volatilidad con la que cotizan, y los jugosos beneficios que muchos de sus inversores han tenido a lo largo de los últimos años, las han convertido en una de las inversiones favoritas del inversor minorista.

Entre toda estas monedas virtuales, sin duda alguna el Bitcoin es la más conocida, llegando a acumular en los que va de año una revalorización que roza el 300%, mientras que en los dos últimos años la escalada ha sido del 1.300%.

Es decir, aquel que comprase un bitcoin en 2015 por 165 dólares, ha podido llegar a venderlo a un precio cercano a los 5.000 dólares. Sin embargo, el anuncio de la reciente prohibición en China de continuar con las operaciones en una de las plataformas digitales más conocidas, BTCChina, ha desatado el pánico entre sus inversores. En cuestión de días estas monedas, han sufrido desplomes significativos en sus cotizaciones, que si bien ya en otras ocasiones habían conseguido remontar rápidamente, la creciente presión sobre su futuro hace temblar a sus valedores.

Además hay que añadirle la advertencia sobre el enorme riesgo que conlleva invertir en ellas por parte del gobierno del Reino Unido, a lo que tendríamos que sumar las feroces críticas del consejero delegado de JPMorgan, calificándolas incluso como «fraude», lo que ha provocado un miedo importante en el mercado, que se está plasmando en estas fuertes correcciones. Su popularidad ha provocado una inquietante congestión en el comercio, con tiempos de transacción y tasas de procesamiento en un punto que se disparan a récords.

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A nivel técnico además, están apareciendo grandes divergencias, que ha provocado el actual movimiento vertical bajista, dando pie a iniciar un proceso que podría ser mucho más agresivo. En este contexto, el escenario más factible en caso de ruptura de los niveles actuales, sería continuar con dicha corrección hasta el nivel de 61,8 de fibonacci, coincidente con una segunda línea de la tendencia alcista actual, que une los máximos crecientes anteriores, dónde podríamos ver el Bitcoin en niveles cercanos a los 2.500 dólares. Estas bajadas podrían ser aprovechas por cualquier inversor a través de los Cfd´s.

Los contratos por diferencia (CFDs) permiten tomar una posición en el valor de las criptomonedas y predecir si su precio aumentará o descenderá. Como cualquier otro producto derivado, el inversor no posee el activo subyacente, sino que simplemente está especulando con los movimientos de su precio. Si el inversor asume que el precio del Bitcoin va a caer, tomaría una posición de venta o iría corto.

Si el inversor asume que el precio del Bitcoin va a aumentar, tomaría una posición de compra o iría largo. Este método puede ser muy beneficioso considerando el hecho que tanto el Bitcoin, en particular, como el mercado de criptodivisas en general, es propenso a unos movimientos de precios muy agresivos.

Manuel Pinto, analista de XTB