Seleccionar un sartén de buena calidad que este adaptado a tus necesidades en la cocina no es para nada fácil, es una situación que puede llevar mucho trabajo.
Al instante que asistes a un supermercado, a una tienda especializada o simplemente cuando investigas en el comercio electrónico, puedes observar que hay una oferta grande de estos utensilios que te despertaran las ganas de tener en el hogar.
Independientemente que sea por factores como su tamaño, materiales o precio, suele suceder el hecho que terminas escogiendo los sartenes inadecuados para tus preparaciones culinarias.
En virtud de ello, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ha realizado un análisis exhaustivo con todas las consideraciones que debes tener presente al momento de elegir un sartén de calidad. Así mismo, ha elaborado una comparativa que le permita determinar cuáles son lo más laureados en el mercado español.
Recomendaciones de la OCU: El manejo y peso del sartén
Para la OCU un excelente sartén será aquel que contenga una formidable estructura, primordialmente que contenga un manejo y un peso cómodo.
La organización señala: “Cuando acudamos a la tienda a comprar una sartén, lo mejor es levantarla por el mango, manipularla y moverla de un lado a otro para ver si está bien equilibrada y si se corre el riesgo de que se vierta su contenido. Si es demasiado pesada, puede no ser práctica, pero si por el contrario es muy ligera, puede ser menos estable. Así que debemos buscar el equilibrio y apostar por una que manejemos con comodidad y resulte cómoda en nuestras manos”.
En efecto, un sartén integral debe tener dos condiciones fundamentales que son el mango y la base, ambas serán esenciales a la hora de preparar tus comidas en la cocina.
- Mango: Debe ser resistente al calor y ampliamente largo para que no quemes al estar cocinando. Por otro lado, este debe estar bien pegado al cuerpo del sartén, con ello se evitan desastres en la cocina.
- Base: Básicamente esta debe ser plana, esto con la finalidad que se aproveche de mejor forma el calor que se trae desde los fogones o la vitrocerámica.
