Peugeot estudia trasladar más producción de vehículos a España

Peugeot prosigue en pleno rally bursátil en el último mes natural. En él ha despegado de los 19,10 euros a los 23,3 euros, aunque llegó a tocar los 24 euros, lo que supone un incremento del 22%. La buena evolución de la compañía se debe principalmente a la mejora en los costes de fabricación de sus vehículos que ha ido ganando a medida que ha deslocalizado algunos de sus prototipos estrella a países como España. Ahora, el siguiente objetivo de la compañía será el de proseguir con dicho proceso en los próximos trimestres, según apuntan fuentes financieras que siguen a la compañía.

El sector del automóvil vive un momento complicado debido a la caída en el número de ventas que se ha ido produciendo mes a mes. De hecho, las ventas de turismos y todoterrenos nuevos en el conjunto del mercado europeo se situaron en 1,07 millones de unidades en agosto, un 8,6% menos que si se compara con el mismo mes del 2018, según datos publicados por la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA). El derrumbe fue más acuciante en España donde el desplome llegó al 30,8%, según los datos de matriculaciones publicados por los fabricantes, concesionarios y vendedores españoles.

Lo anterior, lleva a que los inversores hayan puesto la lupa en la contención de costes de cara a obtener un mayor poder de fijación de precios, mientras que los márgenes de los rivales se resienten. En otras palabras, ser capaz de producir más barato para afrontar mejor una guerra de precios, más si cabe en una industria tan competitiva, por la menor demanda. Peugeot es un ejemplo de lo anterior, como muestra que es la compañía automovilística que más sube en bolsa en lo que va de año (si quitamos de la ecuación a la imbatible Ferrari, cuyo campo de juego es distinto gracias a sus fundamentales). En concreto, lo hace un 24,6% frente al 14% de Volkswagen, el 6% de Fiat y las pocas décimas en verde de Renault y Daimler, por su parte BMW se desploma hasta un 10%.

Una de las claves con las que juega Peugeot es la deslocalización de sus fábricas y las sinergias, ganancias extras al mejorar ciertos elementos (como son menores salarios), que le permite unos menores costes. Un ejemplo de lo anterior es el Peugeot 2008 (que representa un 15% de las ventas y ha impulsado las ventas clave del tipo SUV) que al ser trasladada parte de su producción a España, reubicado desde Francia, le ha permitido una reducción del 2% en masa salarial. Dicha mejora, junto a mayores ventas, serán claves para la firma francesa: «Esperamos que este vehículo contribuya a unos mayores beneficios para los próximos años», señalan desde JPMorgan.

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El ejemplo anterior también se puede aplicar a la evolución de la producción del Opel Corsa, en 2017 la francesa la adquirió a General Motors, que en un principio compartía entre España y Alemania, pero con el paso del tiempo se ha ido trasladando en su mayoría a la planta de Zaragoza (que funciona al 98%). Lo anterior, que ha permitido una mejora en la eficiencia de costes importante, es el camino que seguirá la compañía en los próximos trimestres, ya que el actual mix de producción de la compañía francesa es «demasiada costosa y se tomarán medidas adicionales», según anunció su consejero delegado Carlos Tavares.

Una de las claves es conseguir un ahorro neto por vehículo fabricado de unos 700 euros, para lo que no solo se servirá de jugar con las localizaciones, sino también de otros movimientos. El más sonado ha sido el de la salida de hasta 1.300 trabajadores en los próximos dos años, de los que 700 ya han salido el pasado 1 de septiembre. Además, en otros países con costes mayores, como Alemania o Reino Unido, se han llevado a cabo negociaciones agresivas, en especial por parte de Opel, para ahorrar costes en los últimos 12 meses. Por último, también buscará dar un fuerte impulso a la automatización del trabajo para recortar en gastos salariales.

RIESGOS PARA LOS TRABAJADORES EN ESPAÑA

En el mundo de la inversión se suele considerar a la ventaja competitiva de costes una de las menos fiables, frente al de poder de marca o imagen, por ejemplo. La razón es sencilla: siempre alguien puede lograr producir más barato. Lo anterior se puede trasladar perfectamente a la fabricación de vehículos en el caso de España, dado que los bajos salarios españoles es una ventaja frente a otros países como Alemania o Francia. El problema es que otros países tienen trabajadores más baratos que las marcas irán explotando poco a poco.

La utilización de plantas españolas le ha permitido a Renault reducir sus costes, debido a los bajos salarios, un proceso que se espera que continúe en los próximos trimestres

Sin ir más lejos, la propia Peugeot abrió recientemente una nueva fábrica para 250.000 unidades en Marruecos, una cantidad que con una capacidad del 100% se situaría como la cuarta más grande de la firma francesa, solo por detrás de Sochaux, Vigo y Zaragoza. También ha abierto otras plantas en Trnava, Eslovaquia, y Mangualde, Portugal, cuya mano de obra es menor que en España. Por otro lado, hay vehículos que no tienen excesiva producción como el C Elysse y el 301. Por último, algunas de las plantas españoles ya tienen una producción muy alta, entre ellas la de Zaragoza que funciona prácticamente al 100%. Por ello, también señalan desde JPMorgan que «la huella de producción española no se debería animar demasiado».

Una de las claves en cuanto al territorio español es que podría beneficiarse de un Brexit duro, ya que el futuro de la planta de Ellesmere Port en Reino Unido quedaría en el aire. En principio, PSA confirmó que construiría el próximo Opel Astra en dicho lugar, junto con la de Rüsselsheim en Alemania. Aunque en principio la gran beneficiada sería la de Gliwice en Polonia donde ya se fábrica.  

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2