Rocío Flores ha vuelto a ocupar el centro de la atención mediática tras recibir una noticia muy fuerte relacionada con Rocío Carrasco, su madre. La joven, que ha mantenido una postura prudente en los últimos meses, no ha podido evitar pronunciarse al conocer el último movimiento de su progenitora, un gesto que ha reavivado las tensiones familiares. “Me lo esperaba”, reconocía con resignación ante las cámaras, dejando entrever que, pese al paso del tiempo, las heridas entre ambas siguen abiertas.
La noticia de Rocío Carrasco

La pasada semana Rocío Carrasco regresaba a España después de pasar dos meses alejada de todo, grabando el programa ‘Hasta el fin del mundo’, un proyecto en el que ha recorrido parte de Latinoamérica. Durante ese tiempo se mantuvo completamente desconectada de la actualidad, sin pronunciarse sobre los conflictos familiares ni sobre las nuevas declaraciones de su hija, que recientemente concedía una entrevista cargada de emoción. En ella, Rocío Flores volvía a remover el pasado, poniendo en duda la versión de su madre y recordando el profundo sufrimiento que le ha causado el distanciamiento entre ambas.
A su llegada al aeropuerto, Rocío Carrasco prefirió guardar silencio. No respondió a las preguntas de los periodistas sobre las palabras de su hija, ni sobre los nuevos ataques de Amador Mohedano, su tío, o las intervenciones de Gloria Camila, que también ha retomado su particular cruzada mediática. Sin embargo, aunque Carrasco ha evitado cualquier reacción pública, su reciente comportamiento ha generado un gran revuelo. En plena tormenta, se la ha visto compartiendo una charla con Ana María Aldón, exmujer de José Ortega Cano, una figura inesperada en esta trama familiar.
El encuentro, captado por varios testigos en un centro comercial de Madrid, no ha pasado desapercibido. Rocío Carrasco y Ana María Aldón fueron vistas conversando de forma cercana y distendida, lo que ha dado pie a todo tipo de interpretaciones. Según el programa ‘Fiesta’, ambas coincidieron de manera aparentemente casual, aunque pasaron un buen rato hablando en una tienda, mostrando complicidad y sonrisas. El momento ha sorprendido a muchos, pero sobre todo a Rocío Flores, que no ha ocultado su disgusto ante esta nueva alianza.
“Creo que cada una tiene mucho que arreglar en su vida”, ha declarado Rocío Flores a Europa Press, dejando claro que no aprueba esta reunión. La joven considera que su madre está buscando refugio en personas que en algún momento han tenido conflictos con su familia. “No me sorprende que mi madre esté con todo el mundo que haya hablado mal de mí o de los míos”, sentenció con cierta frialdad, dando a entender que esta cita no fue tan inocente como parece. Estas declaraciones, pronunciadas desde el coche junto a su tía Gloria Camila, reflejan la distancia irreconciliable que sigue marcando la relación entre madre e hija.
La reacción de Rocío Flores

Rocío Carrasco continúa sin pronunciarse públicamente, fiel a su estrategia de silencio desde hace semanas. Su regreso a España tampoco ha estado exento de polémicas, ya que ha evitado incluso despedirse públicamente de su suegro, fallecido recientemente. Este silencio ha sido interpretado por algunos como una muestra de frialdad, mientras que otros lo ven como una decisión consciente para no reabrir viejas heridas familiares. Lo cierto es que su acercamiento a Ana María Aldón ha encendido todas las alarmas y ha reabierto debates sobre sus verdaderas intenciones.
Rocío Flores, por su parte, intenta mantener la calma, aunque sus declaraciones dejan entrever cansancio. Ha aprendido a convivir con la distancia y parece haber asumido que su madre no tiene intención de retomar el contacto. Aun así, la hija de Antonio David Flores insiste en que, pese a todo, no deja de quererla, y mantiene la esperanza de una reconciliación algún día. Sin embargo, cada nuevo gesto de Rocío Carrasco se interpreta como un paso más hacia la ruptura definitiva.
Ambas mujeres han protagonizado uno de los conflictos familiares más mediáticos de los últimos tiempos, y aunque han pasado años desde su separación emocional, las heridas siguen sin cicatrizar. Los episodios que vivieron juntas fueron tan duros que incluso intervino la Guardia Civil y la justicia, dejando secuelas difíciles de borrar. Desde entonces, cada aparición pública o comentario de cualquiera de las dos se convierte en titular, reavivando un enfrentamiento que parecía haberse enfriado.
Rocío Flores está muy dolida

Con esta nueva situación, Rocío Flores vuelve a situarse en el foco mediático, mientras que su madre opta por la discreción. El silencio de Rocío Carrasco contrasta con la sinceridad de su hija, que no teme expresar lo que piensa, aunque eso suponga más polémica. “Me lo esperaba”, repitió ante los reporteros, asumiendo con serenidad que nada de lo que haga su madre puede sorprenderla ya.
Pese a la tensión, quienes las conocen aseguran que entre madre e hija todavía existe un vínculo emocional que ninguna ruptura mediática puede borrar del todo. Sin embargo, la realidad actual muestra que ambas viven caminos completamente opuestos. Rocío Flores se ha refugiado en su entorno familiar y en su carrera como influencer, mientras que Rocío Carrasco sigue construyendo su relato público, marcada por los recuerdos y por su determinación de mantenerse firme en su versión.
Así, la historia entre ambas continúa siendo una mezcla de amor, distancia y resignación, con cada nuevo movimiento generando una ola de reacciones. Rocío Flores ha recibido esta noticia con madurez, pero también con tristeza, consciente de que el tiempo no parece jugar a su favor. A día de hoy, madre e hija siguen sin acercar posturas, y aunque ella no pierde la esperanza, todo indica que la reconciliación sigue siendo un sueño lejano.
































