La lengua es un órgano fascinante y multifuncional, esencial no solo para el habla, sino también para la masticación, la deglución y la percepción del sabor. Su aspecto puede decirnos mucho sobre nuestra salud general, y aprender a interpretarlo puede ayudarnos a identificar posibles problemas a tiempo.
La lengua es un espejo de nuestra salud general. Mantener una buena higiene bucal, llevar una dieta equilibrada y prestar atención a los cambios en su aspecto pueden ayudar a detectar y prevenir problemas de salud. Si notas cambios llamativos en este órgano de la boca, es recomendable buscar el consejo de un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y un tratamiento oportuno. Recordemos que la prevención y la detección temprana son clave para mantener nuestra salud en óptimas condiciones.
CÓMO ESTÁ FORMADA LA LENGUA

La lengua está compuesta principalmente por músculos, lo que le permite moverse con gran precisión y fuerza. Se divide en dos partes principales: la parte anterior, que es la que se puede ver fácilmente al abrir la boca, y la parte posterior, que se extiende hacia la garganta. La superficie está cubierta por diferentes tipos de papilas: filiformes (que no tienen función gustativa pero ayudan a manipular el alimento), fungiformes, foliadas y circunvaladas, estas últimas concentradas en la parte posterior y responsables de la detección de sabores amargos.
CÓMO DEBE SER UNA LENGUA SANA

Una lengua saludable suele tener un color rosado uniforme y estar cubierta por una ligera capa de papilas gustativas, que son pequeñas proyecciones en la superficie. Estas papilas son las encargadas de percibir los sabores. La lengua no debería mostrar signos de hinchazón, manchas, ni grietas profundas. Además, una lengua sana mantiene una cierta flexibilidad y no debería causar molestias ni dolor.
LENGUA BRILLANTE Y MUY ROJA

Una lengua que se ve muy roja y brillante puede ser un indicativo de varios problemas de salud. Puede estar relacionada con la deficiencia de vitamina B12 o ácido fólico, que son esenciales para la salud de los tejidos de la lengua. Además, una mucosa roja puede señalar la presencia de una infección o inflamación, como una glositis, que es la inflamación de la lengua. En algunos casos, también puede ser un signo de fiebre escarlatina, una enfermedad bacteriana.
LENGUA BLANQUECINA O CON MANCHAS

Una lengua que presenta una capa blanca puede indicar la presencia de una infección por hongos, como la candidiasis oral. Es un problema bastante común en personas con el sistema inmunológico comprometido o después de un tratamiento con antibióticos. Las manchas blancas, que no se pueden raspar fácilmente, pueden ser signos de leucoplasia, una condición que a veces es precancerosa y necesita atención médica.
LENGUA MARRÓN

La lengua marrón, aunque menos común, puede deberse a la acumulación de bacterias y desechos, especialmente en personas con mala higiene bucal. Fumar y consumir ciertos alimentos o bebidas, como el café o el té, también pueden provocar esta decoloración. En la mayoría de los casos, mejorar la higiene oral y reducir el consumo de estos productos resolverá el problema.
LENGUA GEOGRÁFICA

La lengua geográfica, también conocida como glositis migratoria benigna, es una condición inflamatoria que afecta la superficie de la mucosa. Se caracteriza por la aparición de áreas irregulares y lisas que parecen «mapas», con bordes blancos o amarillos. Estas áreas pueden cambiar de forma y ubicación con el tiempo, lo que da lugar a su nombre. Generalmente es una condición benigna y no suele causar problemas de salud graves.
La causa exacta de esta condición no se conoce con exactitud, pero se cree que pueden influir varios factores como la predisposición hereditaria o el el estrés. Además, también puede estar relacionado con deficiencias de ciertas vitaminas, como la vitamina B12. En algunos casos, se asocia con enfermedades como la psoriasis y otras condiciones inflamatorias.
LENGUA AGRIETADA

Las grietas en la lengua, también conocidas como lengua fisurada, pueden ser una alteración inofensiva para muchas personas, de hecho en muchos casos es algo simplemente genético, y no está relacionado con ninguna patología. Sin embargo, puede causar molestias si las grietas se infectan. Las grietas pueden ser más comunes en personas mayores y no suelen requerir tratamiento a menos que causen dolor o infección. En ocasiones son sensibles a las comidas irritantes, como cítricos muy ácidos o alimentos muy salados.
LENGUA CON UNA GRIETA EN MEDIO

Una grieta prominente en el medio de la lengua puede ser una variante de la lengua fisurada y, generalmente, no es motivo de preocupación. Sin embargo, si la grieta es profunda y causa dolor o incomodidad, puede ser recomendable consultar a un médico o dentista para descartar cualquier complicación.
LENGUA HINCHADA CON UNA CAPA BLANCA GRUESA

Una lengua hinchada y cubierta por una capa blanca gruesa puede ser señal de varias condiciones médicas. Puede indicar una reacción alérgica, deficiencia de vitamina B12, anemia perniciosa o incluso problemas renales. Además, una lengua hinchada puede dificultar la respiración y la deglución, lo que requiere atención médica inmediata.
LLAGAS EN LA LENGUA

Las llagas en la lengua, también conocidas como aftas o úlceras, son bastante comunes y suelen ser dolorosas. Pueden ser causadas por estrés, cambios hormonales, deficiencias nutricionales o lesiones menores, como morderse accidentalmente durante las comidas o al hablar. En la mayoría de los casos, estas llagas se resuelven por sí solas en una o dos semanas. Sin embargo, si las úlceras son recurrentes o muy dolorosas, es importante consultar a un médico para descartar enfermedades subyacentes más serias.
LENGUA VELLOSA Y NEGRA

La lengua vellosa y negra es una condición que puede parecer alarmante, pero generalmente es inofensiva. Se produce cuando las papilas filiformes crecen más de lo normal y atrapan bacterias y desechos, lo que les da un aspecto oscuro y peludo. Esta condición puede ser causada por mala higiene oral, uso prolongado de antibióticos, tabaco o una dieta blanda que no «raspa» la lengua. Mejorar la higiene oral y, en algunos casos, utilizar un raspador de lengua puede ayudar a resolver esta condición.
CÓMO MANTENER UNA BUENA HIGIENE

La higiene de la lengua es tan crucial como el cepillado de los dientes, pero muchas personas la pasan por alto. Esta zona de la boca alberga numerosas bacterias orales, por lo que es fundamental mantener buenos hábitos de limpieza. Al igual que cepillamos nuestros dientes a diario, también debemos higienizar la lengua cada día. Si no la limpiamos adecuadamente, se acumulan bacterias que causan mal aliento. Las bacterias que se acumulan en la superficie de la mucosa pueden desplazarse a los dientes, aumentando la acumulación de placa y el riesgo de caries dental y gingivitis.
Por lo tanto, después de cepillarnos los dientes, debemos cepillar la lengua. Esto se hace sacando la lengua y raspando suavemente toda su superficie, repitiendo el proceso varias veces. Esta acción debe realizarse al menos una vez al día para reducir la cantidad de bacterias. Se recomienda raspar desde la parte más posterior hasta la punta. Así, contribuimos a una salud bucal más completa y una boca libre de bacterias. Esto se puede realizar con el mismo cepillo de dientes o con un raspador de lengua de venta en farmacias.

































































































































