A pocas horas de que se celebre la gran final de Supervivientes 2025, una inesperada intervención de Joaquín Prat ha provocado un auténtico revuelo en las redes sociales y en el propio entorno del reality. El presentador de Vamos a ver, que nunca ha ocultado sus opiniones sobre lo que ocurre en Honduras, ha ido más allá esta semana al declarar abiertamente a quién votaría para ganar el concurso. Lo que para algunos ha sido un simple comentario de opinión, para otros ha supuesto una clara injerencia en el resultado del programa y ha sido interpretado como un intento de boicot. La polémica ha estallado justo en el momento más delicado del formato, cuando la tensión entre los cuatro finalistas —Álvaro Muñoz Escassi, Borja González, Anita Williams y José Carlos Montoya— alcanza su punto álgido y la audiencia decide con sus votos al nuevo ganador.
El ganador de ‘Supervivientes’

Durante más de tres meses, el público ha seguido con intensidad las vivencias de los concursantes en condiciones extremas. Cada uno de los finalistas ha ido construyendo su propio relato ante los espectadores: Escassi, con su experiencia vital y su temple en situaciones límite; Borja, con una actitud siempre conciliadora y compañera; Anita, demostrando una sorprendente fortaleza física y emocional; y Montoya, que ha conquistado a muchos con su carácter espontáneo y su evolución durante el concurso. La decisión final está en manos del público, y a estas alturas cada votante ya tiene su favorito. Sin embargo, el gesto de Joaquín Prat ha generado un debate inesperado: ¿es apropiado que un presentador de televisión con tanta influencia comparta públicamente su preferencia personal justo antes de la gala final?
Prat ya había dado pistas días atrás, cuando elogió sin reservas el gesto de Anita al cortarse el pelo como símbolo de valentía y compromiso. “Más allá de las cuestiones estéticas, es el gesto”, dijo entonces. En sus palabras quedaba claro que, para él, ese tipo de acciones pesaban más que muchas pruebas físicas. Este lunes, sin embargo, fue aún más explícito al asegurar que, si tuviera que votar, lo haría por Anita o Escassi. Una afirmación que, en el contexto de un concurso en el que cada voto puede inclinar la balanza, ha sido recibida por algunos como una forma de condicionar a la audiencia. De hecho, en las redes sociales no han tardado en surgir críticas, acusándole de haber revelado indirectamente quién ganará el concurso al influir sobre la decisión de los espectadores más indecisos.
La opinión de Joaquín Prat

Esta no es la primera vez que Joaquín Prat se pronuncia con firmeza sobre lo que sucede en Supervivientes. A lo largo de la temporada, ha sido muy claro en sus valoraciones, sin rehuir la crítica cuando consideraba que algún concursante se alejaba de lo que él entiende por “espíritu de supervivencia”. Su enfrentamiento más sonado fue con Escassi, a raíz de una acusación de este contra José Carlos Montoya. El jinete sostuvo que Montoya había tratado mal a Anita, lo que llevó a Prat a manifestarse de forma contundente. “Aquí solo hay una: o la verdad o la mentira. Y él mintió”, declaró tajante en su programa, dejando clara su desaprobación hacia la estrategia del concursante andaluz. Fue un momento de gran tensión que desató un aluvión de comentarios entre los seguidores del reality, que se dividieron entre quienes defendían a Escassi y quienes apoyaban a Montoya.
Sin embargo, esta crítica directa no impidió que el presentador incluyera a Escassi entre sus dos posibles ganadores. Una aparente contradicción que ha llamado la atención de muchos espectadores, que no entienden cómo alguien que había sido acusado de mentir y manipular puede ser uno de los favoritos del periodista. Algunos lo interpretan como una muestra de que, para Prat, la capacidad de liderazgo y el recorrido general en el concurso pesan más que una polémica puntual. Otros, en cambio, creen que el presentador está mandando mensajes contradictorios y que su papel mediático debería ser más neutral en la recta final del programa.
Las valoraciones de Prat también han alcanzado a otros participantes ya expulsados. La semana pasada, arremetió duramente contra Pelayo Díaz, asegurando que su actitud en las últimas semanas había justificado su salida. “Se ha pasado un poquito de frenada y ahora está pagando las consecuencias”, sentenció en directo. Aun así, no dejó de reconocer sus méritos como concursante y dijo que había sido “uno de los grandes protagonistas de la edición”. Prat llegó a declarar que la madre del diseñador, Elena, podía estar orgullosa de su paso por el programa. Pero esta defensa no impidió que el presentador se mostrara muy duro con el nivel cultural de Pelayo, especialmente tras una prueba de conocimientos. “Pelayo Díaz es un analfabeto funcional… y Escassi, también”, afirmó sin rodeos, provocando una oleada de reacciones divididas en redes sociales.
Prat ha insistido en que, en su opinión, el estilista le ha decepcionado especialmente. Aseguró que esperaba más de él y que sus respuestas en la prueba de cultura fueron “de auténtica vergüenza”. También recordó cómo en las primeras semanas del concurso, Pelayo se mostraba como una figura arrogante, especialmente en discusiones como la que protagonizó con Nieves. “Todo el mundo aprendemos cada día, me encantaría charlar con ellos a ver quién es más espabilado”, comentó Prat en referencia al propio Pelayo y a su compañero Damián Quintero, a quienes acusó de no mostrar ni protección ni empatía. Este tipo de opiniones, que van más allá del simple análisis de la convivencia y entran en lo personal, han contribuido a que la figura de Prat como comentarista del reality genere opiniones encontradas entre los seguidores.
La final de ‘Supervivientes’

La gran final de Supervivientes 2025 se presenta así cargada de emoción, pero también de controversia. Las palabras de Joaquín Prat han reabierto el debate sobre el papel de los comunicadores con influencia en este tipo de programas y si es lícito que den su opinión en momentos clave. Para muchos espectadores, su intervención ha cruzado una línea al posicionarse con claridad justo en la recta final, cuando los votos aún están en juego. Otros, sin embargo, consideran que su sinceridad es parte de su estilo y que no se le puede pedir neutralidad en un espacio de opinión. Lo que está claro es que sus palabras no han pasado desapercibidas, y que esta edición del reality terminará marcada por el eco de su comentario.
En medio de esta controversia, los cuatro finalistas se preparan para las últimas pruebas que decidirán quién se convierte en el ganador o ganadora del reality. Después de semanas de supervivencia extrema, lo único que queda es enfrentarse al veredicto del público. Escassi, Borja, Anita y Montoya han llegado al último peldaño con méritos propios, pero las palabras de Prat han abierto una grieta en la percepción de la competencia. ¿Ha condicionado su comentario el resultado final?