El día a día de los autónomos es complicado, pero también tiene muchas cosas positivas. Y cada vez es mayor el número de personas que percibe las bondades de gestionar un negocio por su cuenta. Además, muchas de esas personas son jóvenes.
En los últimos años se ha incrementado el número de estudiantes universitarios interesados en hacerse trabajadores por cuenta propia. Sin embargo, la realidad es que muy pocos de ellos lo consiguen.
Los jóvenes aspiran a ser autónomos

Hasta hace no demasiado tiempo una de las principales aspiraciones de los estudiantes universitarios era llegar a ser funcionarios o, en su defecto, conseguir un contrato indefinido en una empresa.
Pero las cosas están cambiando, en los últimos años ha crecido el número de los que están interesados en ponerse al frente de su propio negocio. Ser autónomos y emprender es ahora el sueño de muchos estudiantes.
El emprendimiento atrae al talento juvenil

Informes como el Young Business Talents, o los llevados a cabo por la Asociación de Universidades Españolas (CRUE), han puesto de manifiesto que los universitarios españoles están ahora más interesados en emprender.
Un 56% de los encuestados prefieren ser autónomos antes que acabar siendo funcionarios. Un dato que supone un cambio drástico con respecto a las expectativas laborales de hace unos años.
¿Por qué se ha producido el cambio?

Hay múltiples factores. El primero de ellos es que en los últimos tiempos se han llevado a cabo políticas públicas que han incentivado el emprendimiento. Ahora los jóvenes están mucho mejor formados e informados sobre lo que implica tener un negocio propio.
A ello hay que sumarle que el mercado laboral español no es demasiado benévolo con los más jóvenes. Ante la dificultad de encontrar un empleo, cada vez son más los que deciden poner en marcha su propia actividad e incluso convertirse ellos en empleadores.
La influencia de la pandemia

Otro factor que ha tenido influencia directa en el interés en el trabajo por cuenta propia entre los autónomos ha sido la pandemia. Muchos jóvenes han sido especialmente conscientes de lo que pueden aportar a la sociedad con su trabajo y sus ideas.
Muchos quieren poder trabajar por su cuenta no solo para ganar dinero y desarrollarse profesionalmente, también para poder ofrecer productos o servicios que contribuyan al bienestar de la sociedad.
Dificultades para ser autónomos

A pesar de las intenciones de los universitarios, cuando terminan la carrera se dan cuenta de que establecerse como autónomos tampoco es precisamente sencillo. Se estima que solo el 7% de los que quieren trabajar por cuenta propia lo acaban consiguiendo.
Además, en algunas regiones el trabajo por cuenta propia se vuelve todavía más complicado. En España, Andalucía lidera el ranking de emprendimiento juvenil, y la tasa es baja, tan solo un 6,9% de los recién graduados se convierten en autónomos.
Dificultades para los más jóvenes

¿Por qué es tan complicado para los jóvenes españoles ser autónomos? Las causas son tan variadas que habría que extenderse mucho para hablar de ellas, pero vamos a destacar algunas de las más importantes.
La primera de ellas es, sin lugar a dudas, la dificultad para encontrar apoyo financiero. Pero también es destacable el hecho de que muchos posibles emprendedores se encuentran con dificultades para acceder a información crítica.
El emprendimiento juvenil por sectores

Los sectores que más jóvenes dados de alta en el RETA acumulan son el comercio minorista, la hostelería, y la restauración. Les siguen actividades relacionadas con la comunicación y la información.
En cuanto a las carreras que más despiertan el interés de los alumnos por trabajar por cuenta propia, son: Derecho, Trabajo Social, Odontología, Podología, Ingeniería de Recursos Energéticos e Ingeniería Química.
¿Cómo son los jóvenes autónomos?

Aquellos que consiguen cumplir su sueño de ser sus propios jefes suelen gestionar pequeños negocios. Aunque la gran mayoría no cuentan con empleados, con el tiempo sí pueden llegar a tener una pequeña plantilla.
Se estima que cerca de un 37% de los autónomos de entre 18 y 24 años tienen entre uno y cinco asalariados en su negocio, pero solo un 3% consigue tener una plantilla que supera los nueve empleados.
La brecha de género

La brecha de género que existe a nivel laboral también está presente en el trabajo por cuenta propia, pero es menor y disminuye a medida que son los más jóvenes quienes deciden convertirse en autónomos.
Mientras que un 4,8% de los varones universitarios deciden hacerse autónomos, en el caso de las mujeres la cifra es de un 3,2%. En cuanto a la consolidación de sus negocios, la tasa es casi igual para hombres y mujeres.
Los jóvenes necesitan ayuda para emprender

El perfil del joven universitario que quiere ser autónomo ya no es la excepción, empieza a ser bastante habitual. Por eso, empieza a crecer la demanda de ayudas dirigidas específicamente a este colectivo.
La formación en emprendimiento y mayores facilidades para el acceso a la financiación podrían dar lugar a un incremento de altas en el RETA entre los más jóvenes, algo que sería positivo para toda la sociedad.