El ganchillo y el punto automáticamente nos hace rememorar a nuestra abuela o a nuestra madre, apaciblemente sentadas en el sillón, haciendo tintinear las agujas, entre ovillos y madejas. Durante un tiempo esta creativa actividad quedó un poco en el olvido, considerada como algo propio de otras generaciones, o de personas con mucho tiempo libre. Pero desde hace algunos años, se ha recuperado y vuelve a estar de moda, ya que es una actividad con muchos beneficios, tanto a nivel de hobby, como en lo relativo a las muchas opciones estilísticas que ofrece.
DIFERENCIAS ENTRE PUNTO Y GANCHILLO

Se trata de técnicas diferentes, para las que se utilizan distintas herramientas. Para hacer punto (knitting) se emplean dos agujas que pueden ser de diferentes grosores, según el tipo de punto que se quiera hacer. Para el ganchillo, también conocido como crochet, se emplea una sola agua, delgada y larga, con uno de los extremos en forma de gancho. Existen distintos tipos de puntos y patrones, algunos se pueden hacer en ambas técnicas. La elección de una u otra depende de las preferencias particulares.
QUÉ SE PUEDE HACER CON GANCHILLO Y PUNTO

Tanto el ganchillo como el punto ofrecen un montón de posibilidades creativas, ya que se pueden hacer muchas cosas, algunas incluso muy prácticas para el día a día. Se pueden confeccionar bolsos de todas las formas imaginables, gorros, bufandas, calcetines, cestas, chalecos, jerséis, mantas, bufandas, y en definitiva casi cualquier cosa que se te pase por la cabeza. Además, se pueden utilizar materiales muy diversos, combinar con diferentes puntos y colores, con lo que las posibilidades son prácticamente infinitas.
BENEFICIOS DE TEJER

Tejer es una actividad cuyos beneficios han sido comprobados en diversos estudios. Se sabe que los movimientos repetitivos del punto y el ganchillo, estimulan la liberación de serotonina en el cerebro, que es un antidepresivo natural. Por eso, tejer en épocas de estrés, malhumor o aburrimiento, puede proporcionar calma de forma natural y equilibrar el estado de ánimo. También puede ayudar a combatir la ansiedad, a dormir mejor y mejora la creatividad y la autoestima.
APRENDER A HACER PUNTO O GANCHILLO

Si te has propuesto aprender a tejer, tienes varias opciones. En internet se pueden encontrar tutoriales paso a paso que te pueden ir guiando y enseñarte diferentes técnicas y trucos tanto para el punto o knitting como para el ganchillo o crochet. Eso sí, requiere cierta paciencia y constancia al principio, hasta cogerle el truco. Con la práctica, los pasos y movimientos se automatizan y todo resulta más sencillo y relajante, pero para llegar a ese punto hay prestar mucha atención y gestionar los errores que vayamos cometiendo.
MATERIALES BÁSICOS

¿Qué necesitamos? Para el punto tenemos que hacernos con dos agujas y unas madejas de lana, que están disponibles en el mercado en una gran variedad de texturas, colores, grosores y materiales. Hay que tener en cuenta que el grosor de la lana y el de la aguja tienen que estar en consonancia. Para iniciarse, lo ideal es comenzar con un grosor medio, para que el punto quede suelto, y es más fácil de revisar y manipular si necesitamos corregir fallos. Con el ganchillo ocurre lo mismo. Existen agujas de crochet de diferentes materiales y cada una está recomendada para un tipo de lana o de hilo.
CÓMO PREPARARSE PARA HACER GANCHILLO O PUNTO

Una vez que tenemos los materiales y vamos a ponernos manos a la obra, es recomendable preparar el entorno para poder trabajar cómodamente. Hay que escoger un lugar bien iluminado y cómodo, y si hay gatos en la casa, mejor que se queden en otra estancia porque se pueden volver locos con los hilos y las lanas. También es aconsejable quitarse los accesorios como los anillos y las pulseras, que pueden entorpecer los movimientos. Incluso es buena idea recogerse el pelo para tener siempre la cara despejada.
COLOCAR EL HILO

La colocación del hilo es más importante de lo que puede parecer, ya que al ir tejiendo, las manos van tomando un poco de hilo en cada vuelta, que se tiene que ir desarrollando fácilmente. Si se va a hacer crochet en un sillón o en el sofá, se puede dejar la madeja o el ovillo en el suelo o sobre las piernas, para que se desenrolle con facilidad. Si nos encontramos en un avión, un coche o en un lugar público, se puede dejar dentro de una bola de mano abierta.
OJO CON LA POSTURA

Esta parte es muy importante, y hay que tenerla en cuenta siempre que se practica punto o ganchillo. Hay que ser consciente de la postura que se asume para evitar problemas de salud, como dolores de espalda, contracturas o problemas cervicales. La postura tiene que ser cómoda y con la espalda recta, nada de inclinarse hacia adelante sobre las agujas. Por eso tener un sillón o un rincón cómodo en el sofá es fundamental para trabajar sin hacerse daño.
DE UNO EN UNO

Las personas que comienzan con el punto o el ganchillo y disfrutan de los beneficios de esta relajante y creativa actividad, tienen tendencia a querer abarcar mucho. Es tentador querer comenzar varios proyectos paralelos porque nos hemos entusiasmado en exceso, pero recomendable mantener la calma y ponerse límites. Si preferimos ir alternando trabajos porque nos motiva más, lo suyo es ponerse un máximo de dos o tres piezas simultáneas. Así no correremos el riesgo de agobiarnos y dejar varias cosas sin concluir.