España ya no es un reclamo para los turistas únicamente por su clima. Ahora, la gastronomía es otro de los puntos fuertes de nuestro país. A ello han contribuido chefs como Jordi Cruz o Dabiz Muñoz, con un gran reconocimiento internacional. Sin embargo, más allá de sus platos vanguardista, en España se apuesta por recetas clásicas. O al menos, por productos ricos y baratos. En este caso nos vamos a centrar en uno que siempre arrasa, la berenjena, con una preparación que recuerda a la pizza.
La berenjena, un clásico en la cocina española
Casi todo el mundo piensa que los grandes clásicos son la tortilla de patatas, las croquetas y la ensaladilla rusa. Y lo son. Pero casi a su nivel se posiciona ahora la berenjena. Probablemente, por la multitud de variantes que ofrece. Frita, rebozada, al horno, al microondas… y combinando con otros muchos productos. Las más comunes son las rellenas. Pero en este caso, el relleno que te vamos a mostrar se aleja de lo habitual y tiene un sabor que va a conquistar tu paladar. Te contamos esta receta.

Ingredientes
- 2 berenjenas grandes
- Champiñones
- 40 g de harina
- 300 ml de leche
- 1/2 cebolla
- nuez moscada
- sal
- pimienta
- Queso mozzarella rallado para gratinar
- Salsa de tomate
- Jamón York o bacon
- Tomates cherry
- Albahaca fresca o rúcula
- Orégano
Como puede observarse en el listado, se requiere una larga lista de ingredientes. Pero tranquilo, casi todos los tienes en casa y son de lo más baratos. La preparación es sencilla, pero no pierdas detalle.

Calentar las berenjenas
Lo primero de todo será cortar las berenjenas a la mitad y agregar sal. Aunque no es muy habitual, te recomendamos que las dejes en torno a treinta minutos en un escurridor para que suelten todo el agua. Después, realízalas unos cortes en diagonal y ponlas en una bandeja con un chorro de aceite e introdúcelas en el horno (precalentado) a unos 180ºC. Tras sacarlas, quita toda la sustancia sin destrozar la piel. Y reserva, pues lo usaremos para el relleno.

Preparar el relleno
Coge una sartén y agrega un chorro de aceite. Incorpora la cebolla bien picada y espera a que coja un tono transparente. Después será el momento de agregar los champiñones. No hace falta que los cocinemos demasiado, porque después terminarán de hacerse al horno. Por último, agrega la carne de las berenjenas que habíamos reservado. Espera unos minutos para que se integren todos los sabores. El siguiente paso es muy importante.

Preparar la bechamel
Sobre esos ingredientes, como si fuésemos a hacer unas croquetas, vamos a elaborar nuestra bechamel. No hace falta que te comas la cabeza, simplemente agrega un poco de harina y cocínala bien para que no sepa a crudo. Después incorpora leche caliente, y remueve, hasta que observes que la masa se espesa. Si necesitas más leche, rectifica. Agrega sal y nuez moscada. Cuando esté listo apaga el fuego.

Rellenar las berenjenas
Ahora será el momento de rellenar las berenjenas con la bechamel sabrosa que hemos preparado, que contiene la cebolla, los champiñones y la carne de las berenjenas. Pero la cosa no se queda ahí. Añade queso mozzarella por encima, un dadito de mantequilla, tomate y encima lo que más te guste (jamón, beicon…). El toque final es echar un poco de orégano por encima. Esta mezcla te prometemos que te recordará a una pizza. Y ahora, el paso final.

Fundir el queso
Por último, tendremos que añadir las berenjenas rellenas al horno de nuevo. Como todo ha sido ya cocinado, tan solo tendremos que esperar a que se funda el queso. Después, lo sacamos. Puedes añadir algunas hojas de albahaca u otra hierba para aromatizar aún más este plato. Te garantizamos que después de probar esta receta te lo vas a pensar dos veces antes de pedir una pizza… Está más rica esta receta y es más sana. Pero, ¿hasta qué punto? ¿Es buena si estás a dieta? Te lo contamos.

No hay que abusar de este plato
Las berenjenas son de lo más saludables. Con un chorro de aceite al horno serían un plato del que poder abusar. Los champiñones y la cebolla son bajos en calorías y un buen acompañante, pero la harina, el queso, y el aporte de la carne lo convierten en una receta de la que no hay que abusar demasiado. Eso sí, la grasa es escasa. No te preocupes que puedes tomar este plato semanalmente sin miedo a romper tu dieta.
