La fabada asturiana es uno de nuestros platos más universales, junto con la paella valenciana, la tortilla de patatas o el gazpacho andaluz. Pero sin duda en los meses más fríos como estos apetece esta receta de cuchara, contundente y deliciosa, que seguro ha formado parte de algún menú navideño. Pero, a falta de tiempo para cocinar, ya que suele llevar bastante su elaboración, está la opción de la conserva. Hay que hilar fino, no obstante, y escoger las mejores. Por eso la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha hecho su selección tras analizar 22 fabadas en conserva de los supermercados.
LO QUE LA OCU HA TENIDO EN CUENTA
Para su análisis, la OCU ha revisado el porcentaje de ingredientes empleados, para ver cuál es la más natural y tradicional. Y para ello, por supuesto ha tenido en cuenta también la composición nutricional: su contenido en grasas, grasas saturadas, azúcares, proteínas, sal y fibra, además de la presencia de aditivos y aromas, la calidad y la hermeticidad de la lata y la seguridad alimentaria. Y por supuesto no puede faltar una nota para su sabor, con degustadores profesionales probándolas. Veremos el resultado y el ranking final.
UNA GRAN OFERTA EN EL MERCADO
Son innumerables las fabadas enlatadas a la venta en los supermercados españoles, para las que la OCU ha elaborado un informe tras analizar hasta 22 de ellas y ha compartido una serie de recomendaciones para que los compradores adquieran la máxima calidad, que también veremos.
En primer lugar, es importante que consideremos sus ingredientes como los ingredientes principales, que son frijoles, salsa y productos cárnicos como el chorizo. La mejor receta sería la que tenga las proporciones adecuadas, en este caso un 65% de fabes, un 25% de salsa y solo el 10% de productos cárnicos.
EL RANKING EN ORDEN INVERSO HASTA EL NÚMERO 2
Vamos ya con la lista de las mejores fabadas en conserva, tras el estudio y análisis de la OCU. Las nombraremos de menos puntuación a mayor, hasta la segunda posición, para luego hablarte de la mejor. El top ten lo comenzaría la fabada asturiana de Laurel, seguida en el número 9 de la de Abricome (66 sobre 100); en el 8 estaría la fabada Con Cuchara (69/100); en el 7 la de la famosa marca Litoral; ya en el sexto lugar, la de Campanal, aún con una puntuación de 69/100.
A continuación, ya con 70 sobre 100, tenemos quinta a la fabada Litoral en versión 30% menos de grasa y sal; en la cuarta la de Carretilla; y el podio, tercera la fabada de Ahorramás Alipende, con 72 sobre 100, y en segunda posición la de Alcampo Auchan, con 74 sobre 100. ¿Cuál es la mejor?
LA MEJOR FABADA EN CONSERVA SEGÚN LA OCU
Tras el análisis y ver las más destacadas, toca saber la mejor, el premio a la mejor fabada en conserva según la OCU y por tanto la elección diez para este año. La ganadora es la fabada de frijoles en conserva de Eroski, que ha obtenido una puntuación de 75 sobre 100 y que tiene un precio de 2,41 euros el kilo. Destaca en todos los apartados, tanto nutricionales como de calidad e conserva y por supuesto de sabor.
ES EL MEJOR GUISO DE FRIJOLES DEL SUPERMERCADO
Pues a qué esperas para disfrutar de la mejor opción y en la mejor época para ello. La aparición del frío y las bajas temperaturas suelen traer consigo varias modificaciones en nuestra dieta y alimentación, ya que es habitual cambiar los platos fríos típicos del verano por los más cálidos, los de la cuchara, con la intención de darnos calor y, sobre todo, aportar una gran cantidad de energía gracias a su alto contenido calórico y proteico.
La olla asturiana es uno de los alimentos que, a nivel nutricional, sin duda más que cumple esta función, incluso si en lugar de cocinarla en casa optamos por comprarla en un supermercado enlatado, aunque con las mejores opciones de la OCU.
EN NIVEL NUTRICIONAL DE LAS FABADAS EN CONSERVA
Si lo que nos preocupa es el aporte de fibra y proteína de las fabadas en conserva, podemos estar tranquilos, pues la OCU ratifica su buen nivel, dado que en todos los casos se combinan las fuentes vegetales de legumbres y las proteínas animales de las carnes. En cuanto a la fibra, el aporte también es correcto, aunque hay “mucha variabilidad por marcas”, según explican. Lo ideal e hacerla casera y tomarte tu tiempo, pero con esta lista podemos estar tranquilos de tomar una opción de calidad, aunque sea en conserva.
¿Y QUÉ HAY DE LAS GRASAS?
La fabada tiene fama de ser hipercalórica, ideal para el frío pero no tanto para tu línea. Pues no te preocupes porque, como tantos otros platos de cuchara, son ideales para esta época, como siempre si lo tomas moderadamente y no te atiborras con un plato enorme o repitiendo. Además, recuerda que no es lo que comes sino la cantidad, y siempre que haya un equilibro entre lo que ingieres y lo que gastas, todo bien. De todas formas, en este caso los frijoles enlatados analizados también tienen un nivel adecuado de grasas saturadas, con una media del 3% del producto a pesar de que “el contenido medio de grasas” alcanza el 9%.
LO QUE NOS APORTA UN PLATO DE FABADA
De todas formas, veamos qué supone tomar un buen plato de fabada, sea en conserva o no. Desde luego es un gran aporte de energía para afrontar el invierno, ya que la media está entre 109 y 200 kilocalorías por cada 100 gramos, lo que significaría un valor medio de 154 kilocalorías por cada 100.
En algunas fabadas, el tamaño de porción varía entre los 200 y los 440 gramos, según el fabricante. En este sentido, la OCU explica que el aporte calórico puede llegar a los 508, con un margen que va desde los 308 hasta los 678, fijando 330 gramos como media ración.
¿Y SI OPTO POR LA NATURAL EN VEZ DE LAS PROPUESTAS DE LA OCU?
Pues veamos primero los ingredientes:
Un kg de judías blancas.
500 gramos de morcilla asturiana.
Otros 500 gramos de chorizo pimentón asturiano.
500 gramos de panceta de cerdo empobrecida.
Unos 50 gramos de ajo.
1 dl de aceite de oliva prensado en frío extra.
50 gramos de pimentón dulce y sal.
CÓMO PREPARAR LA FABADA ASTURIANA
Si tienes tiempo y paciencia, hazlo de manera natural: primero, las alubias blancas y el tocino se deben remojar en agua fría durante 24 horas antes de cocinar. Al día siguiente, poner los frijoles con la carne en una cacerola llena de agua fría y calentar lentamente. Para evitar una ebullición rápida, asegúrate de que los frijoles estén siempre cubiertos de agua. Agrega agua según sea necesario para evitar la ebullición burbujeante. Este paso dura aproximadamente dos horas. De vez en cuando, intenta ver si los frijoles ya están blandos.
Cuando los frijoles estén listos, retira la carne de la olla. A continuación, en una sartén calentar el aceite, el ajo finamente picado y la pimienta rosa; agrega las judías blancas a la sartén y sazona al gusto. Finalmente, deja reposar los frijoles un rato para que absorban todo el sabor.