María Patiño y Belén Esteban han decidido romper para siempre su relación profesional y personal, poniendo fin a una etapa que durante años parecía inquebrantable. El martes se cumple justo una semana desde que se anunciara en el propio programa la final de La Familia de la Tele, un proyecto que nació con grandes expectativas y que apenas logró sobrevivir seis semanas y media. La última emisión, que tuvo lugar el miércoles anterior, estuvo marcada por una tensión palpable y un ambiente mucho más intenso y complejo de lo que pudo apreciarse a través de la pantalla.
El fin de María Patiño

En el plató de Prado del Rey, donde se grabó el programa, el ambiente se volvió irrespirable y los conflictos afloraron con fuerza. Según varios testigos, la situación alcanzó un punto crítico cuando Belén Esteban lanzó un comentario que dejó helada a María Patiño, su gran amiga y compañera durante años. Belén aseguró que, sin duda, lo mejor de su experiencia en La Familia de la Tele había sido descubrir a Inés Hernand, una presentadora a la que hasta entonces no había tenido oportunidad de conocer bien. Este reconocimiento público hacia Inés Hernand, que además agradeció la oportunidad con humildad y pidió disculpas por no lograr el éxito esperado, fue interpretado por Patiño como una especie de desaire o traición.
La reacción de María Patiño no se hizo esperar y dejó claro su malestar con palabras que expresaron la frustración acumulada durante la producción: “Dejé mi vida en esto… quiero volar sola”. Este comentario no solo evidenció la ruptura definitiva con Belén Esteban, sino que marcó un antes y un después en su trayectoria profesional dentro del programa. La tensión se prolongó hasta el punto de que, durante la simbólica representación del “entierro” del proyecto, María Patiño protagonizó un momento dramático y muy comentado. No pudo soportar que la metieran en un ataúd egipcio como metáfora del fracaso y, en un arrebato, abandonó el sarcófago y la comitiva fúnebre con evidente enfado.
La salida precipitada de Patiño causó sorpresa y desconcierto entre el equipo. Inés Hernand y Aitor Albizua intentaron sin éxito hacerla regresar, mientras se extendían rumores de que la ex presentadora de Socialité había sido escuchada lamentándose por los pasillos de Prado del Rey diciendo: “¡No me han dado mi sitio, no me han dado mi sitio!”. Aunque esta filtración podría tratarse de un malentendido o de información interesada, refleja el nivel de desencanto y tensión vivido. Albizua justificó la reacción de María, señalando que ella siempre quiso mantener distancia de Inés y de él, deseando un espacio propio en el que poder desarrollarse sin interferencias.
El problema de Belén Esteban

Belén Esteban optó por alejarse definitivamente de lo que hasta ese momento había sido su “familia” televisiva. Su ausencia en la fiesta posterior a la cancelación del programa fue un símbolo claro de la ruptura, ya que mientras el resto del equipo intentaba despedirse con buen ánimo y asumir el fracaso con deportividad, Patiño prefirió mantenerse al margen. Esta decisión pone de manifiesto que la presentadora está decidida a tomar un camino distinto, buscando su propio espacio y autonomía profesional, lejos de las alianzas que hasta ahora la habían definido. La ruptura con Belén Esteban, su amiga histórica, parece irreversible y marca un punto de inflexión en la carrera de ambas, con consecuencias que aún están por descubrirse en el panorama televisivo.
La ruptura entre María Patiño y Belén Esteban no solo tiene un fuerte impacto en sus vidas profesionales, sino también en el ámbito personal. Durante años, ambas habían forjado una relación cercana que trascendía el trabajo, convirtiéndose en un apoyo mutuo frente a la presión mediática y los constantes vaivenes del mundo del espectáculo. Sin embargo, las diferencias acumuladas durante La Familia de la Tele y las tensiones evidentes en las últimas semanas han dejado claro que esa conexión se ha roto definitivamente. Ahora, cada una parece enfocarse en nuevos proyectos y caminos que las separan aún más, dejando atrás una etapa que ya no tiene vuelta atrás.
Este distanciamiento también refleja un cambio en el panorama de la televisión de entretenimiento en España, donde las alianzas y las dinámicas de grupo pueden cambiar de forma abrupta y pública. La caída de La Familia de la Tele no solo simboliza el fin de un formato fallido, sino también la reconfiguración de las relaciones entre sus protagonistas. María Patiño ha dejado claro que desea “volar sola”, buscando reafirmar su identidad y su carrera lejos de las sombras de sus antiguas compañeras. Por su parte, Belén Esteban continúa su camino, marcando un nuevo inicio sin la presencia de quien fuera una de sus confidentes más cercanas. El futuro de ambas promete estar marcado por esta ruptura, que sin duda dará mucho que hablar en los próximos meses.