La visión de los grandes medios está cambiando rápidamente, y el Washington Post, un periódico muy influyente en los Estados Unidos, también se ve afectado. Ahora va a favorecer la participación de creadores de contenido, aunque no sean periodístas, siempre que tegan un buen artículo de opinión.
En una señal clara de que los tiempos han cambiado y que las estrategias tradicionales ya no son suficientes, el periódico propiedad de Jeff Bezos ha decidido reinventarse de una manera muy particular: abrir voces externas, autores no profesionales y plataformas alternativas
Una apuesta audaz con su propio nombre: Ripple

Este nuevo plan, llamado Ripple dentro, tiene como objetivo romper los límites de los informes de noticias convencionales. El New York Times informa que la estrategia comenzará en el verano y será supervisada por un editor recién establecido. Su objetivo principal es atraer lectores únicos, ampliar los puntos de vista del contenido y, como resultado, aumentar las visitas al sitio web y mejorar los ingresos publicitarios
¿Qué incluye este plan?
- Publicación de artículos de otros medios de comunicación estadounidenses
- Colaboraciones de plataformas como sustituto
- Contribuciones de autores no profesionales
El hecho más notable es que estas nuevas adiciones no estarán detrás de la barrera de pago, lo que hará que sea más fácil y directo para el acceso gratuito al material, un factor importante para atraer nuevos lectores
Jeff Bezos quiere más que costas liberales

Jeff Bezos, el propietario del Washington Post no se alinea con los lectores leales que se involucran con el periódico de Nueva York, Washington o California. El plan Ripple busca ampliar a sus espectadores, comprometiendo temas y puntos de vista que atraen a grupos subrepresentados o pasados por alto.
Las conjeturas internas indican que Ripple podría interesar aproximadamente 38 millones de adultos estadounidenses que no leen periódicos ¿Cómo lo lograrán? Uno de los elementos esenciales será Ember, un sistema respaldado por AI, que permitirá a los escritores aficionados compartir sus escritos con ayuda. Este progreso está programado para el juicio en otoño y tiene como objetivo ampliar aún más la oportunidad de publicar en el Washington Post.
Un método clásico con herramientas modernas: RetRide Huffington Post

Este enfoque de invitar a los lectores a crear contenido no es del todo novedoso. Para 2005, el entonces nuevo The Huffington Post se expandió rápidamente debido a su plataforma de blogs gratuita, lo que permitió a cualquier usuario publicar.
Ese diseño, a pesar del debate, provocó una avalancha de material que colocó a la naturaleza en la parte superior de los resultados de búsqueda de Google. Años más tarde, en 2012, cuando uno de esos bloggers demandó al medio por compensación, el juez desestimó el caso alegando que todos habían contribuido voluntariamente. Al final, en 2018, la iniciativa se cerró, sin embargo, el impacto de ese enfoque continúa sirviendo como un ejemplo directo para proyectos como el que ha comenzado el Washington Post.
Forbes también hizo el suyo (y con los resultados)

Otro informe que adoptó un enfoque comparable fue Forbes, que durante años permitió asociaciones no remuneradas para aumentar su cantidad de contenido y visitas web. En 2018, modificaron su sistema a uno que otorga recompensas para cada clic, favoreciendo a los escritores más populares y eliminando el 10% de los sitios web con malos resultados.
La principal investigación es: ¿Cuál es la razón de este instante? La solución se encuentra en el grave problema del tráfico que impacta numerosos medios de comunicación debido a la disminución del alcance de las plataformas como Facebook, y se preocupe por los últimos modelos de búsqueda de Google que limitan el acceso a las páginas web estándar.
Las suscripciones no son suficientes

En los últimos años, numerosos medios de comunicación han elegido suscripciones en línea y contacto directo con sus lectores. Pero debido a los recientes contratiempos financieros, el Washington Post busca urgentemente nuevos métodos para recuperar la rentabilidad.
Esta fase también está marcada por reducciones y resultados voluntarios Para el cierre de 2023, el periódico encontró un aumento de mínimo que llevó a una reducción de su personal por 240 individuos, y actualmente está experimentando una segunda fase de ajustes.
¿Qué significa esto para el periodismo?

Desde una opinión más amplia, estas acciones provocan una investigación vital: ¿estamos observando un cambio permanente en el sistema de informes de noticias convencionales? Cuando comienza a compartir información con asociaciones externas y asistidas por computadora, también comienza la discusión sobre la precisión, la veracidad y la moral del material producido
Por otro lado, la calidad de estas contribuciones puede variar significativamente. Sin embargo, también existe el peligro de una sobrecarga de material superficial o mal informado, lo que podría dañar la confiabilidad del medio ambiente
Ember: IA como puerta de entrada

El papel de Ember en este escenario no es menos. Esta configuración de IA tiene como objetivo ayudar a los escritores aficionados a la creación de artículos de calidad suficiente para su publicación, sin embargo, también plantea preocupaciones sobre la automatización del contenido y sus efectos en el periodismo humano
Desde una perspectiva económica, si la estrategia funciona y se basa en millones de nuevos lectores, el aumento de los ingresos publicitarios podría compensar la pérdida de las ganancias de suscripción. Pero eso es para mirar.
El futuro de Washington Post está en juego

Con esta atrevida iniciativa, el Washington Post juega su futuro con una carta arriesgada. Si funciona, podría servir como una nueva guía para los periodistas globales. Si falla, puede debilitar su marca e imagen en medio de una gran cantidad de material impredecible.
Lo que está claro es que el modelo de negocio de los medios está en plena transformación, y que la supervivencia dependerá de la capacidad de adaptarse, innovar y conectar con nuevas audiencias sin perder su esencia.
¿Un paso necesario o un experimento desesperado?

El tiempo dirá si Ripple será el salvavidas que necesita The Washington Post o si terminará siendo un caso más de experimentación fallida. Lo que no se puede negar es que la prensa está cambiando a gran velocidad, y que los medios que no se reinventen están condenados a desaparecer.
Por ahora, Jeff Bezos y su equipo apuestan fuerte por la apertura, la tecnología y la diversidad de voces. Una jugada que, aunque arriesgada, podría marcar un antes y un después en la historia del periodismo moderno.