Raquel Bollo ha vuelto a convertirse en el centro de atención mediática tras ofrecer una información que nadie esperaba. En el programa presentado por Emma García, la colaboradora reveló un detalle crucial sobre la nueva vida sentimental de Irene Rosales, la exmujer de Kiko Rivera, dejando a todos los presentes completamente sorprendidos. Desde que se conoció la noticia de su separación, Irene ha intentado mantener un perfil bajo y preservar su intimidad, pero la aparición de un nuevo amor en su vida ha provocado un enorme revuelo. Y ahora, con las declaraciones de Raquel, ese interés se ha disparado aún más.
El nuevo novio de Irene Rosales

A sus 34 años, Irene Rosales parece haber recuperado la sonrisa. Han pasado solo unos pocos meses desde que ella y Kiko Rivera confirmaran oficialmente su ruptura tras once años de relación y nueve de matrimonio, una etapa en la que formaron una familia con sus dos hijas, Ana y Carlota. Pese a las circunstancias, ambos han insistido públicamente en que mantienen una relación cordial, centrada en el bienestar de las niñas. “Queremos que nuestras hijas crezcan felices y alejadas de los conflictos”, dijo Kiko en su momento, dejando claro que el vínculo familiar sigue siendo prioritario. Sin embargo, el corazón de Irene ha vuelto a latir con fuerza, y no precisamente junto al hijo de Isabel Pantoja.
La revista Lecturas fue la encargada de publicar en exclusiva las imágenes que confirmaban los rumores: Irene Rosales ha comenzado una relación con Guillermo, un empresario sevillano al que conoció hace ya cinco años. La historia entre ellos tiene un origen curioso: él fue quien instaló el césped artificial en la casa familiar que Irene compartía entonces con Kiko en Castilleja de la Cuesta, y desde aquel primer encuentro quedó sembrada una conexión que hoy ha florecido. Según la publicación, llevan viéndose varios meses, compartiendo escapadas y momentos de complicidad, algo que ha despertado todo tipo de comentarios tanto en redes sociales como en los platós de televisión. Desde que la noticia salió a la luz, la vida de Irene ha vuelto a situarse bajo el foco mediático, aunque ella ha preferido no entrar en polémicas. “Todo el mundo tiene derecho a rehacer su vida”, comentó con serenidad, pidiendo respeto hacia su pareja. Sin embargo, los rumores en torno a Guillermo no han tardado en multiplicarse. Personas de su entorno aseguran que el joven empresario habría estado conociendo a otras chicas cuando empezó su relación con Irene. La colaboradora Amor Romeira llegó incluso a afirmar en televisión que Guillermo “solapó hasta tres relaciones”, algo que ha generado un gran debate y ha colocado al sevillano en el punto de mira.
Pese a todo lo que se ha dicho, Irene Rosales parece estar viviendo este nuevo capítulo desde la tranquilidad y el convencimiento de haber tomado la decisión correcta. Su entorno más cercano asegura que se la ve ilusionada y centrada en sus hijas, sin perder el equilibrio que siempre la ha caracterizado. No obstante, las palabras de Raquel Bollo han aportado una nueva dimensión a este asunto. Durante su intervención televisiva, Raquel confesó que había hablado con Irene poco antes de que se publicaran las fotos con Guillermo. “Sí, Irene está feliz. Como persona libre que es, está en su derecho de rehacer su vida”, afirmó la sevillana, que mantiene una relación cercana con Kiko Rivera pero también con la que fue su esposa.
Raquel Bollo ha contado la verdad

Raquel relató que cuando las imágenes de Irene y el empresario empezaron a circular, la modelo le aseguró que entre ellos “solo había amistad”. “Me dijo que no tenía nada con él, que era de su grupo y que la iban a ver con unos y con otros”, explicó Bollo ante la sorpresa de sus compañeros. También desveló que Irene había asistido semanas antes a la Velada de Ibai Llanos acompañada de “otro chico distinto”, y que, pese a los rumores, ella siempre fue muy clara al respecto. “Si yo tuviera algo con alguien, no me iría al bar del pueblo a que me vean”, le dijo Irene, dejando claro que no tiene nada que ocultar ni desea alimentar especulaciones.
Estas declaraciones de Raquel han generado un gran impacto, no solo por lo que revelan sobre la vida privada de Irene, sino también por la naturalidad con la que ambas hablan de un tema que podría haber derivado en conflicto. Bollo insistió en que no existe ninguna tensión entre Kiko y su exmujer: “Ellos se respetan. Kiko quiere lo mejor para Irene y ella quiere lo mejor para él. Lo importante ahora son las niñas, y eso lo tienen los dos clarísimo”. Palabras que confirman que, a pesar de los cambios en sus vidas, el respeto sigue siendo la base de su relación. En las últimas semanas, Irene y Guillermo han sido vistos en varias ocasiones en Madrid, Sevilla e incluso Cádiz, disfrutando de escapadas y paseos sin esconderse. Ambos comparten el mismo círculo de amigos y parece que la conexión entre ellos es evidente. En redes sociales, los dos han publicado mensajes con reflexiones sobre la vida, el amor y los nuevos comienzos, lo que muchos han interpretado como una forma sutil de confirmar su romance. “Cuando alguien te hace sentir en calma, es cuando sabes que estás donde debes estar”, escribió Irene hace pocos días, una frase que algunos de sus seguidores interpretaron como una clara referencia a su nueva pareja.
La nueva vida de Irene Rosales

Aunque el pasado siempre pesa, Irene Rosales ha demostrado una enorme madurez al afrontar esta nueva etapa. No busca protagonismo ni titulares, solo seguir adelante y recuperar la felicidad que en los últimos tiempos parecía haberse desdibujado. Quienes la conocen aseguran que está tranquila, que ha dejado atrás el dolor de la separación y que su prioridad sigue siendo el bienestar de sus hijas. “Ella no quiere conflictos. Quiere paz, estabilidad y mirar hacia el futuro con ilusión”, comentó recientemente una persona cercana a su entorno. Con su habitual elegancia y discreción, Irene se ha convertido en un ejemplo de serenidad. Y aunque Raquel Bollo ha sorprendido a todos con sus revelaciones, también ha dejado claro que no hay nada que reprocharle a su amiga. “Irene es una mujer libre, y si ha encontrado a alguien que la hace sonreír, merece vivirlo sin miedo ni juicios”, concluyó la colaboradora. Una frase que resume el sentimiento generalizado hacia una mujer que, tras años de exposición mediática y momentos difíciles, parece haber encontrado un nuevo motivo para ser feliz.






























































