Cada vez es más común notar que los productos en el supermercado parecen rendir menos, a pesar de que su precio sigue siendo el mismo o incluso ha aumentado. Este fenómeno tiene un nombre y se llama reduflación. Se trata de una estrategia que muchas marcas han adoptado para enfrentar el aumento de costes sin que los consumidores se den cuenta.
Ante esta situación, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alzado la voz, denunciando a varias empresas por emplear esta táctica. Si no quieres seguir pagando más por menos, es momento de prestar atención a lo que está ocurriendo.
¿Qué es la reduflación y cómo afecta a tu bolsillo?

La reduflación es una estrategia mediante la cual las marcas reducen la cantidad de producto en un envase sin modificar su precio. Esto significa que, aunque el paquete, la botella o el envase parezcan iguales, la cantidad de producto que recibes es menor.
Este fenómeno ha sido calificado como «inflación invisible», ya que no se refleja en una subida directa de precios, pero afecta directamente al poder adquisitivo de los consumidores. Productos básicos como alimentos, bebidas y artículos de higiene han sido los más afectados por esta práctica.
La OCU denuncia a varias marcas por reduflación

La OCU ha identificado varias marcas que han aplicado la reduflación en algunos de sus productos más vendidos. Estas empresas han sido señaladas por modificar sus envases y reducir la cantidad de contenido sin avisar claramente a los consumidores.
Entre las marcas denunciadas por la OCU se encuentran algunas muy populares en España. Los consumidores confían en estos productos, pero han sido víctimas de una estrategia que busca ocultar el verdadero impacto de la subida de precios.
Ejemplos de reduflación detectados por la OCU

Los casos de reduflación denunciados por la OCU muestran cómo algunas marcas han reducido la cantidad de producto sin modificar el precio. Entre los ejemplos más llamativos, se encuentran los siguientes:
- Cola-Cao: su envase de 800 gramos ahora contiene 760 gramos.
- Margarina Tulipán: pasó de 500 gramos a 450 gramos.
- Pepsi Cola: la botella de 2 litros se redujo a 1,75 litros.
- Chorizo Revilla: el sobre de 80 gramos ahora tiene 70 gramos.
- Jamón Cocido Campofrío: el paquete de 110 gramos ahora tiene 90 gramos.
- Yogures Activia: cada unidad tiene 5 gramos menos.
Estos cambios pueden parecer pequeños, pero cuando se suman a lo largo del tiempo, representan una pérdida significativa para los consumidores. La OCU ha señalado que estas prácticas no solo afectan a los compradores, sino que también ponen en desventaja a las marcas que optan por subir precios de forma transparente.
¿Por qué la reduflación es un problema?

La reduflación no es ilegal, pero es una práctica engañosa que juega con la falta de información del consumidor. Muchas personas no se dan cuenta de que están pagando lo mismo por menos cantidad, ya que los cambios suelen ser sutiles y los envases mantienen el mismo diseño.
La OCU considera que esta práctica afecta directamente la confianza del consumidor y dificulta la comparación real de precios entre productos de distintas marcas. Además, afecta el presupuesto de las familias, especialmente en productos de consumo diario como leche, pan, cereales y productos de limpieza.
¿Cómo puedes protegerte de la reduflación?

Aunque la reduflación es una realidad en muchos productos, los consumidores pueden tomar medidas para evitar caer en esta trampa. La OCU recomienda algunas estrategias para que los compradores estén informados y puedan defenderse de este tipo de prácticas.
La primera clave es comparar precios y cantidades en cada compra. No solo se debe mirar el precio final del producto, sino también el peso, la cantidad o el volumen. Muchas veces, un producto puede parecer más barato que otro, pero en realidad contiene menos cantidad.
Revisar el costo por unidad: la clave para no pagar de más

Un truco que la OCU recomienda es calcular el costo por unidad de medida. Para ello, basta con dividir el precio del producto entre la cantidad que contiene. De esta forma, podrás ver realmente cuál es la opción más económica.
Por otro lado, es importante priorizar marcas que sean transparentes con los cambios en sus productos. Algunas empresas informan claramente en el envase cuando han reducido la cantidad de contenido, pero muchas otras no lo hacen, esperando que los consumidores no lo noten.
La OCU insta a denunciar los casos de reduflación

La OCU anima a los consumidores a denunciar los casos de reduflación que detecten en sus compras diarias. La organización ha creado una plataforma donde cualquier persona puede reportar marcas o productos que hayan reducido su contenido sin aviso claro.
Además, las redes sociales se han convertido en un espacio donde los consumidores exponen estas prácticas, utilizando etiquetas como #StopReduflación. Cuanto más se hable de este tema, más presión se ejercerá sobre las marcas para que sean honestas con los compradores.
¿Tomarán medidas las autoridades contra la reduflación?

En algunos países, los gobiernos han tomado cartas en el asunto. En Francia, por ejemplo, se ha obligado a los fabricantes a informar claramente en la etiqueta cuando un producto ha reducido su cantidad. Esta medida busca evitar que los consumidores sean engañados por cambios sutiles en el tamaño de los envases.
En España, por el momento, no existen regulaciones que obliguen a las marcas a informar sobre la reduflación. Sin embargo, la OCU sigue presionando para que se tomen medidas y se garantice una mayor transparencia en los supermercados.
¿Puede el consumidor influir en este problema?

La respuesta es sí. El poder de los consumidores radica en sus decisiones de compra. Si las personas dejan de comprar productos que han reducido su cantidad sin aviso, las marcas se verán obligadas a replantear sus estrategias.
La OCU insiste en que la única forma de frenar la reduflación es informarse, comparar precios y exigir más transparencia. Los consumidores tienen derecho a saber lo que están comprando y a no ser engañados por estrategias de marketing poco claras.