La factura de las nevadas

Las nevadas producen un paisaje único, bello, proporcionan reservas de agua, pero también suponen un costoso trastorno para el funcionamiento del país. Fomento ha destinado 68 millones de euros este año a preparar las contigencias invernales y despejar las carreteras. Pero esa es solo una parte de la factura. Este año es el esta resultando más costoso luchar contra los temporales de nieve. Comunidades como Castilla-La Mancha han tenido que destinar seis millones a luchar contra el temporal de nieve.

El programa de vialidad para la temporada de este invierno 2017/2018 está vigente desde el 1 de noviembre y tiene como fecha de finalización el 30 de abril. Esto supone seis meses de intensa previsión.

Lo que nadie se esperaba que el plan se tuviese que poner en marcha en los dos primeros meses del año, teniendo en cuenta los efectos del cambio climático y que se trataba de un otoño-invierno cálido hasta la llegada de los últimos temporales. El temporal ha llegado con fuerza y la nieve, junto al hielo, ha provocado grandes colapsos. Sobre todo, en los alrededores de Madrid donde se tuvieron que movilizar 169 quitanieves, 16.454 toneladas de fundentes y 700 agentes. Tan solo en la capital, con este despliegue se pueden llegar a gastar en torno a los 61.000 euros, sin tener en cuenta el coste de adquisición de la maquinaria.

Pero no ha sido solo la capital la que se ha visto envuelta en estos problemas,  37 provincias como Soria, Navarra, Guadalajara y Cuenca, entre otras, han estado en jaque por unos días. Han sido seis las comunidades autónomas que han tenido que poner en marcha su plan de emergencias para estas ocasiones.

Castilla La Mancha ha contado con un total de 174 quitanieves, 731 trabajadores y unas 32.746 toneladas de fundente. El total destinado a esta comunidad ha sido de 6.051.170 euros que se reparten en 5 millones para las máquinas, un millón para el fundente y 51.170 euros para los trabajadores. Por otro lado, Castilla y León ha contado con 1.400 trabajadores, lo que supone unos 98.000 euros y 139 quitanieves, que suponen un coste de 4 millones de euros. Se calcula que esta comunidad alcanza un total de casi 4.098.000 euros para las labores de prevención y actuación.

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Aragón, aunque es una de las comunidades más castigadas, sin embargo ha gastado poco más de un millón con este temporal. Su factura se divide en 8.000 euros para 112 trabajadores, 7.000 euros para las 160 toneladas de fundente de las que se han provisto y un millón para las 53 quitanieves de las que disponen.

La gran mayoría de las comunidades han vivido en situación de emergencia en estos días,  y es por esto que se han tenido que utilizar todos los medios posibles en la península, llegando a alcanzar, aproximadamente, los 67 millones destinados en su totalidad a mantener las carreteras circulables.

En el informe que publicó el Ministerio de Fomento habla de un total de 1.364 quitanieves, lo que supone unos 44 millones e máquinas, y presenta la cantidad de 242.297 toneladas de fundentes que estarían distribuidas en 352 almacenes y 530 silos. Esta cantidad de toneladas alcanzaría la cifra de unos 11 millones aproximadamente. A esto habría que sumarle las personas que han trabajado como personal de tierra.

A esta aproximación hay que sumarle lo que se gaste en todas aquellas carreteras de administración privada, solo así se podría conocer cuánto cuesta, en realidad, mantener todo el territorio libre de nieve y de los efectos del temporal.

¿El año más caro?

Podría decirse que sí, esta temporada invernal de 2017/2018 será la más cara hablando únicamente del mantenimiento y la limpieza de las carreteras por las nevadas. Esto no solo se debe a que el coste de los materiales y de la mano de obra haya subido, como casi cada año, también influye en gran medida la fuerza del temporal.

En 2009 se dio el temporal de frío con la temperatura mínima más baja desde enero de 1945. En la temporada invernal de 2009 se gastaron un total aproximado de 55,2 millones en las tareas que se encargaban despejar las nevadas de las carreteras. Entorno a unos 36.7 millones fueron para las 1.130 quitanieves de las que se disponían entonces, 8 millones para las 175.000 toneladas de fundentes y 10,5 millones para las 1.500 personas, aproximadamente, que se dedicaban al trabajo a pie de tierra. Este gasto supone unos 11,8 millones menos de los que han sido necesarios este año.

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Este invierno está siendo el más frío y el más importante desde que en 2001 se produjese la ola de frío más duradera desde 1975. De esta forma, se podría pensar que ese invierno de 2001 fue mucho más caro que el que se está viviendo en estos momentos pero hay que tener en cuenta los precios que se manejaban por entonces, del mismo modo que el número de personas que trabajaban en estos planes invernales. Ambas cosas han aumentado, por lo que a más personas trabajando, más dinero que hay que destinar a ellos. A esto hay que sumarle el aumento de salario a lo largo de los años, lo que hace que una persona que trabajaba en el año 2000 no cobre lo mismo que se encuentra trabajando en estos mismos momentos.

Otro aspecto a considerar es que la sequía que aún no se da por terminada a pesar de los temporales y las nevadas, es más cara aún que despejar las carreteras de nieve. Sin embargo, la alarma social que producen las carreteras cortadas teporalmente por las nevadas hace que las Administraciones estén dotándose de medios costosos con los que despejar las carreteras. Año de nieves, año de bienes, también para los fabricantes de fundentes y quitanieves.