Metro de Madrid revienta por dentro y se ningunea por fuera

El cierre de un nuevo tramo de la línea 2 de Metro de Madrid afecta esta vez a la transitada estación de Sol, en pleno centro de la capital. Desde hoy 24 de abril permanecerá cerrada hasta el 14 mayo cuando está prevista la reapertura del tramo Retiro-Ópera. El servicio prestado por la EMT continuará cubriendo el tramo entre Príncipe de Vergara y Callao para intentar suplir el servicio del suburbano.

Las obras en el complejo Canalejas dejaron inicialmente sin servicio a tres de las estaciones: Retiro, Banco de España y Sevilla. Los cortes que afectan a la zona más céntrica de la capital van a cumplir un año. Los usuarios de metro se quejan permanentemente del servicio prestado por la empresa de metro y no han tardado en reaccionar en las redes sociales ante la nueva noticia. Estos culpan directamente a la constructora de los problemas que afectan a la línea de transporte público.

La constructora OHL es la encargada de la gestión de las obras de Canalejas. El espacio pretende convertirse en un complejo residencial, turístico e incluir una galería comercial. Según las previsiones será este 2019 cuando este centro finalmente abra sus puertas tras cuatro años de puesta a punto. Y es precisamente esta empresa la que se enfrenta a reclamaciones por los perjuicios causados en la línea 2 del metro madrileño.

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A esto hay que sumar otros problemas a los que se enfrenta el suburbano, como las constantes huelgas de trabajadores reivindicando una mayor calidad y seguridad en el transporte del suburbano que perjudican a la imagen de la empresa. Durante los próximos meses de mayo y junio tendrán lugar nuevos paros, que fueron aprobados en febrero y suponen la continuación de unas jornadas anormales de funcionamiento del transporte público en la ciudad.

La mayoría de las líneas que componen el mapa del suburbano se verán afectadas por los paros de los meses de mayo y junio; pero las reivindicaciones de los trabajadores no cesan y alertan de la reducción del número de trenes circulando en hora punta, de 42 a 36, pero también del aumento de los tiempos de espera en las horas que más movimiento de pasajeros hay.

LOS PROBLEMAS DE SALUD, LA PESADILLA DE METRO

La polémica que envuelve a Metro de Madrid no acaba en los paros, sino que se suma a los problemas con el amianto. El caso más mediático relacionado con el amianto ha tenido consecuencias fatales. La muerte de un trabajador a causa de un cáncer de pulmón, dedicado durante 30 años al mantenimiento en Metro de Madrid, se ha convertido en el primer juicio por muerte a causa de esta sustancia tóxica presente tanto en materiales como en los túneles.

Los maquinistas explican que hay mucha desinformación por parte de la empresa en el cuidado de la salud de toda la plantilla en relación con el amianto, que ya ha supuesto la muerte de varios trabajadores. Además, señalan el continuo “incumplimiento de convenio, normativa y acuerdos”.

La asociación que defiende a las víctimas (Avida) no cesa en su lucha. Tanto es así que está trabajando en la gestión de denuncias e indemnizaciones para los afectados y familiares de éstos. No solo representan a los afectador por Metro de Madrid, sino también de otras empresas como Uralita que deja varios damnificados.

LA POLÍTICA SE LAVA LAS MANOS

A pesar de utilizar las paredes de Metro de Madrid como escaparate de su campaña electoral, los candidatos a la alcaldía y a la Comunidad de Madrid no prestan demasiada atención a los problemas que afectan a miles de madrileños cada día, incluidos los turistas, que ven restringido el acceso a algunas de las zonas más representativas y transitadas de la ciudad.

Pese al ánimo por parte del ejecutivo local de apostar por el transporte público, los usuarios emiten quejas constantes sobre la contradicción que se da en realidad. Ante el mal funcionamiento de la red de metro, quedan los autobuses de la EMT como alternativa, pero no es suficiente.

El silencio de las formaciones políticas sobre esta cuestión podría anticipar la responsabilidad que éstas tendrán desde el gobierno. Ya que, si ahora se lavan las manos en relación a este problema, cabe pensar que la respuesta será la misma cuando haya que pasar de las promesas a los hechos.