Mango quiere evitar riesgos y confía su expansión a terceros

Mango quiere seguir creciendo pero sin arriesgar. En los últimos años, su política de expansión y el cambio de estrategia que ha llevado acabo le ha pasado factura. Año tras año, sus beneficios se redujeron hasta registrar pérdidas. Eso ha llevado al cierre de muchas tiendas. Ahora quiere recuperarlas y lo hará, pero a base de franquicias.

Desde hace unos años, Mango está apostando fuertemente por expandirse a otros territorios. Instalarse en nuevos mercados es la forma más fácil de aumentar la facturación, aunque conlleva riesgos. La segunda empresa de distribución española no está para tirar cohetes, por lo que confía esta ardua tarea a sus franquiciados.

Mango contaba con 2.240 establecimientos a final de 2016. De ellos, el 52% operaban en régimen de franquicia. Es decir, 1.167 tiendas del total. Estas últimas superan ya a las tiendas propias y todo apunta a que lo seguirán haciendo. En 2018 la empresa abrirá cinco nuevas tiendas en España –con las que sumará 127 establecimientos- bajo este régimen.

El sector de la moda es el que más factura a través de franquicias

Lo hace porque le sale rentable. Según el informe La Franquicia en España 2017, elaborado por la Asociación Española de Franquiciadores, el sector de la moda es el que más factura a través de franquicias. Asimismo, cada vez más empresas se lanzan a esta forma de trabajar. En 2016 se contaron 229 marcas -25 más que el año anterior- y más de 5.000 establecimientos franquiciados.

Pero Mango no recurre a esta estrategia ‘per se’. Hay una razón detrás. A la empresa no le va todo lo bien que desearía. Desde 2014 ha cerrado casi 500 tiendas. Sin embargo, eso no es lo más alarmante. Lo que más preocupa es la caída de los beneficios. En 2012 empezó una tendencia bajista que terminó con pérdidas en 2016. Es decir, en apenas cuatro años pasó de ganar 113 millones a perder 61 millones.

Mango, más grande y menos rentable

Mango lleva casi una década cayendo en picado. En 2010, la empresa de distribución dejó atrás la venta de ropa de mujer para ocasiones especiales para centrarse en la venta de ropa diaria y enfocada a un público más joven y voluminoso. De esta forma, aceleró el ritmo de sus colecciones y bajó los precios de sus productos. Y tanto que lo hizo porque entre 2012 y 2015 los bajó dos veces.

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La empresa dice que este cambio de estrategia ha sido positivo. Sin embargo, las cifras revelan lo contrario. No solo por las pérdidas registradas el año pasado. A día de hoy, Mango es tres veces más grande que antes pero gana ocho veces menos.