Madrid subasta un proyecto clave de ingeniería un mes antes de que la ley lo prohiba

Con la seguridad no solo es que no se juegue, sino que no se debería subastar, a menos eso dice la nueva Ley de Contratación del Estado que entra en vigor en marzo. La Unión Europea hace ya años que ha legislado en contra de que proyectos de índole intelectual –como los de ingeniería– sean adjudicados solo por criterios de precio, en lugar de por su calidad o sovencia. A solo un mes de que esta ley sea de aplicación en España, la Comunidad de Madrid apurará este sistema criticado por los ingenieros para adjudicar un importante contrato. La Consejería de Transportes ha aprobado el sistema de subasta electrónica para uno de los proyectos de ingeniería más importantes que se va a acometer en el subsuelo de Madrid, el estudio de la ampliación de la Línea 11 de Metro.

Para el presidente de Tecniberia (la Asociación Española de Empresas de Ingeniería, Consultoría y Servicios Tecnológicos), Juan Lema, “Es muy penoso que una Administración tan importante como es el Gobierno Regional de Madrid vaya de alguna manera a soslayar una Ley (a falta de un mes para su entrada en vigor) en un asunto tan delicado”. Una opinión que coincide con la del Foro de Ingeniería de Excelencia, que recientemente ha clamado contra “las bajas temerarias y los temidos modificados” en este tipo de concursos.

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Las subastas electrónicas son una gran herramienta para la Administración, que facilita los procedimientos de las licitaciones. El problema es que en este tipo de procedimiento prima el precio sobre otro tipo de consideraciones., lo que no es válido en todo tipo de concursos.

Al menos así lo ha pensado la Unión Europea, que emitió en 2015 una directiva –de obligada trasposición a España– para evitar que los criterios de precio sean los que primen en determinados concursos y licitaciones. Y así lo recoge por tanto la nueva Ley de Contratos del Estado, que prohíbe las subastas electrónicas en concursos como los de ingeniería. Otro efecvto indeseado de este sistema de adjudicación es que da pie a los temidos modificados de obra, que acaban subiendo el coste del contrato.

La asociación nacional de ingenieros asegura que “llevamos años reclamando que la ingeniería no se adjudique ‘a precio’, sino valorando su carácter técnico e intelectual”. En el caso del proyecto de la Línea 11 de Metro “creemos que la normativa debe aplicarse ya y esperamos que la Comunidad de Madrid sepa rectificar”.

Un proyecto clave para Madrid

«Queremos dar respuesta a la demanda histórica de los vecinos de Carabanchel y del barrio de la Fortuna de Leganés, que se van a beneficiar de una ampliación de 6,5 kilómetros de Metro y así vamos a seguir avanzando en la vertebración del Sur de Madrid», aseguró Ángel Garrido cuando presentó el proyecto, hace unas semanas. La Consejería madrileña de Transportes licitó el proyecto técnico y de seguridad para esta ambiciosa obra que quiere conectar la Plaza Elíptica de la capital con Atocha, y de ahí a Conde de Casal. Un aliviadero formidable parea los vecinos de estas zonas cuando quieren acceder al corazón de la ciudad. Si todo va bien, el proyecto debería estar terminado en 2019 y la licitación de la sobras se haría para 2020.

El coste de la licitación es de 3,1 millones de euros. Se trata además de un proyecto de enorme complejidad técnica, que requerirá un equipo multidisciplinar que tendrá que trabajar campos que van desde la geología, la geotecnia, los trazados ferroviarios y hasta los ruidos y el urbanismo. Razones, según los ingenieros, para que prime la calidad y solvencia técnica sobre el precio. Es decir, según el espíritu de las normas redactadas por Europa y por la mismísima Ley de Contratación del Estado.

“El Gobierno regional desmerece con su actuación la inteligencia de las ingenierías y apuesta por un modelo economicista y miope con precios a la baja que degradan los proyectos y en consecuencia las obras”, aseguran los ingenieros por voz de su presidente, Juan Lema. En este sentido, la asociación Tecniberia ha solicitado una reunión con la consejera de Transportes de Madrid, Rosalía Gonzalo, para tratar de exponer su punto de vista.

Un punto de vista que se han visto obligados a llevar a los tribunales en el caso de AENA, que sacó a licitación un concurso de desarrollo de actuaciones en las terminales del Aeropuerto de Madrid, y otro en el de Palma de Mallorca, por este sistema de subasta electrónica. Tecniberia recurrió al Tribunal Económico Central la convocatoria de las subastas por parte de AENA en septiembre pasado.