La obsesiva carrera de Lidl por convertirse en los más verdes del mercado

La cadena de supermercados alemana Lidl quiere encabezar la lista de establecimientos sostenibles a toda costa. Recientemente, Lidl ha obtenido la certificación Lean&Green por segunda vez. El motivo de este reconocimiento es la reducción de emisiones de CO2 en un 30% en su proceso logístico. Además, su lucha contra el plástico avanza de forma paralela a la consolidación de la gama de productos de su línea bio.

Desde 2016, Lidl ha conseguido reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 30%. Es el segundo año que la compañía recoge la certificación y se convierte así en la primera empresa en España en hacerse con el Lean&Green en dos ocasiones.

El ahorro de kilómetros que supone el fomento de un sistema de logística que permite el suministro directo del proveedor a la tienda para productos de gran volumen es una de las acciones que ha convertido a Lidl en merecedor del reconocimiento. Otra de las acciones es su compromiso con el desperdicio, y es que, donan gran cantidad de mercancía a bancos de alimentos y ONGs.

Otras empresas como Campofrío, Correos o Cafés Fortaleza también han sido reconocidas en esta edición por su grano de arena en favor del medioambiente. La iniciativa internacional está liderada en España por Aecoc y su objetivo es fomentar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en el proceso logístico.

Además de este último hito en la historia de sostenibilidad de Lidl, su particular guerra contra el plástico no parece avanzar demasiado. Inciden en el hecho de que cada vez prescinden más del plástico con medidas como aumentar su oferta de productos a granel, bolsas de papel en caja y así acabar con el plástico. Además de esto, está disponible una malla reutilizable en sus locales por 0,50 euros.

“Hemos conseguido eliminar 1.600 toneladas de plástico, lo que equivale a 4.000 campos de fútbol”, explicaba hace algunos días la directora de Relaciones Públicas de Lidl, Arantxa Conde, a MERCA2 durante un evento de la cadena.

MENOS PLÁSTICO Y MÁS BIO

La línea bio de Lidl es motivo de orgullo para la empresa. La promocionan como la más económica del mercado, y además presumen de su calidad. Aseguran que es posible hacer una compra de productos catalogados dentro de esta línea por unos precios muy asequibles en relación a sus competidores.

Sin embargo, su reto de ser los más sostenibles no termina de completarse. Su hija predilecta, la línea bio, caracterizada por ser respetuosas con el entorno mantiene el plástico en sus envases. Algo no encaja en el rumbo ecofriendly de esta cadena, ya que, el plástico sigue predominando en el packaging de sus productos. Aunque no está solo, el cartón acompaña al enemigo medioambiental repudiado por los supermercados.