Las series de Movistar: Ahora o nunca para la ficción española

Da igual lo que pienses de la apuesta de Telefónica por el mundo de los contenidos generados en España y capaces de competir en calidad con los de colosos como Netflix, HBO o Amazon. No nos importa si crees que es una buena o una mala idea. Lo que parece claro es que es la penúltima oportunidad de las series españolas de encontrar un hueco de calidad en el mundo.

Me hablaréis de otras series de éxito, como las que graba Antena 3. El secreto de Puente Viejo es un absoluto megahit en Italia, y la capacidad de la cadena de vender fuera es innegable. Pero no estamos hablando de eso. Se trata de una telenovela con 1.500 capítulos, no un producto premium.

Lo más parecido a una gran serie que ha tenido últimamente Antena 3 es la serie de 10 episodios de Emilio Aragon Pulsaciones, que ha tenido buena respuesta internacional y ha sido contratada por Netflix para ser emitida en América Latina. Pero cada capítulo dura 70 minutos y sus audiencias están desplomadas en España.

En España no va a dejar de haber series, haga lo que haga Movistar. Pero la apuesta creativa de la operadora es única en su definición, y si esto sale mal, los españoles que pedimos algo más de la televisión nos enfrentamos al yermo más absoluto.

El Papá Noel de las series

La apuesta de Movistar es la misma que la de las grandes americanas: Fabrica series interesantes y elitistas para público de alto valor y fideliza por ahí.

Domingo Corral, director de Ficción Original en Movistar+ está como un niño con zapatos nuevos. Básicamente es el responsable de una enorme cartera de series basadas en el concepto de dejar libertad y dinero a los creadores para encontrar su voz, sin dejar de pensar en que sean productos interesantes. La Peste, Félix, Rabia, Vergüenza, La Zona, Velvet Colección, y seguimos sumando títulos.

En cada presentación, los creadores se felicitan por el tipo de apoyo incondicional de Corral y Movistar+, y vinieron a admitir que, si fracasan, será por su culpa, no por la de la productora o la cadena. Por una vez.

Voces respetadas

Grabadas en 4K, sin las restricciones de tiempo y producción que penalizan las emisiones en abierto, grabadas con tiempo y con algunas de las voces del audiovisual más respetadas (Alberto Rodríguez, los hermanos Sánchez Cabezudo, Cesc Gay, Álvaro Fernández-Armero, Juan Cavestany, Enrique Urbizu, etc.)

Ya lo decía Alberto Rey en su blog ‘Asesino en Serie’: «El mercado televisivo español, dentro de sus limitaciones (que son muchas y sólo una: dinero) podría reconfigurarse de manera muy similar al norteamericano o el británico. Cebando sus bases con productos hiper-rentables (y, puestos a pedir, dignos) para permitir unas cuantas producciones anuales defendibles, premiables y exportables».

Si el dinero era el problema, Movistar lo ha resuelto con una promesa de inversión de unos 100 millones año mientras todo salga como está previsto. Netflix invierte en algunas cosas, como Las chicas del cable, y HBO ha fichado al padre de Crematorio, Miguel Salvat, para crear contenido original. Pero difícilmente ninguna apueste tan fuerte como Movistar.

El gran reto

¿Funcionarán estas series? Lo cierto es que las premisas de todas ellas son interesantes, y resultan atractivas tanto por el reparto como por los creativos que las sostienen. ¿Pero se verán dentro? ¿Se venderán fuera? ¿Aumentará el número de suscritos a Movistar?

Si es así, la industria de la producción audiovisual española está de enhorabuena. Tendrá al fin el tipo de productos elitistas y muy exportables que siempre ha necesitado para no depender de productos más básicos y competir cara a cara con colosos europeos de las series como Reino Unido o Suecia.

Si no lo es, recordaremos estos meses de frenesí productor y anuncios de proyectos millonarios semana sí y semana también como una época dorada que, lamentablemente, se quedó en un recuerdo.