Los lujos del fundador de Dentix y su familia: mansiones, deportivos y cobros millonarios

Entre brotes verdes y quiebras bancarias, en pleno 2010, Ángel Lorenzo Muriel fundó su primera clínica bajo la insignia de Dentix. La decisión iba a cambiar su vida, junto a la del resto de su familia, para siempre. En pocos años, el propio Ángel (y sus parientes más cercanos) pasaron de una vida normal a una llena de lujos, gracias al dinero que como iremos detallando, extraían de su cada vez mayor imperio dental. Así, los coches de lujo se hicieron la norma en el parking de la empresa junto a la adquisición de nuevas residencias cuyo valor supera los seis ceros. Ahora la quiebra, amenaza con arrastrar a todos.

El conglomerado de Dentix, que incluía distintas firmas, como Laboratorios Alchi (a nombre del padre, Ángel Lorenzo Chiscano) para las prótesis o la firma Neotech que ponía a punto las clínicas, pasó por dos etapas diferentes. Una menos profesionalizada, donde hubo salidas millonarias, sirvan de ejemplo diversos pagos personales al propio Lorenzo Muriel por hasta tres millones de euros. Más adelante, otra más profesional, tras la entrada de KKR (con un préstamo de 200 millones, de los que 60 millones debían quedarse en caja) que se articuló a través de la nueva matriz holandesa que asumió el control del grupo.

A pesar de todo ello, la voz cantante en términos de decisiones económicas la llevaba la hermana del fundador, María del Mar Lorenzo Muriel. Cómo persona fuerte en el grupo, María del Mar forma parte de la empresa de su padre, Laboratorios Alchi, y de tres del propio Ángel Lorenzo Muriel. El cruce de participaciones en el entramado societario de Dentix es la tónica habitual, por ello, se dice que toda la familia vivía del negocio. Incluso el hermano pequeño, Roberto, y las parejas sentimentales de cada uno se pueden encontrar en las participaciones o pagos de la red dental creada.

DESVÍOS MILLONARIOS PARA LA FAMILIA

La tónica habitual de la compañía en sus primeros años de vida fue la del rápido crecimiento y el aprovechamiento, por parte de la familia. El primer elemento que destaca, entre todas ellas, es la aparición del padre como receptor de más de 41 millones de euros entre 2013 y 2018. En principio, esos pagos se hacían como contrapartida de las prótesis (fabricadas por la firma a nombre de Lorenzo Chiscano, que más tarde sería Laboratorio Alchi) con las que trabaja Dentix, pero hay demasiados cabos sin atar.

El primero, es la abultada edad del padre. De hecho, los más de 41 millones los ha ido recibiendo a medida que profundizaba más allá de los 70 años. Por otro lado, Laboratorios Alchi no empezó a funcionar hasta 2015 y, por ejemplo, la cifra pagada por la matriz de Dentix en 2016 de unos 7,42 millones no coincide con los 6,5 millones declarados como facturación. Aparte de la desviación, de casi un millón, Lorenzo Chiscano ha estado percibiendo un salario que sobrepasa los 352.000 euros al año.

Por su parte, Lorenzo Muriel no ha tenido unos sueldos tan grandes como los de su padre, al menos así lo reflejan las cuentas. Así, su remuneración, como socio único de la firma matriz, oscilaba en torno a los 75.000 euros. Aunque, en 2013 él mismo retiro hasta tres millones de euros de la sociedad dominante de Dentix con el único concepto de «prestación de servicios». Un año antes fueron 850.000 euros. Un dinero del que no se ha vuelto a saber nada. También destaca, por ejemplo, que los sueldos en la compañía Neotech, también del grupo y a nombre del fundador, asciendan a más 800.000 euros, aunque solo se registra una persona con ese cargo.

DE LOS COCHES DE LUJO A LA QUIEBRA DE DENTIX

El trasiego de millones de unas cuentas a otras permitió a la familia a atesorar una importante colección de coches de lujo. Así, el propio Ángel cada día acudía al trabajo con una joya nueva que podía ir desde un Ferrari a un Aston Martín hasta un BMW i8, la nueva joya eléctrica de la marca. El último que sumó a la lista fue un Lamborghini Urus valorado en más de 250.000 euros. Un amor por la alta gama que comparte su hermano menor, Roberto, hasta el punto de que atesora (y muestra orgulloso) los distintos prototipos de Porsche que conduce.

Pero, la riqueza sino se cuida no es eterna. Los desmanes en los gastos y los desvíos de dinero empezaron a pesar en la compañía con el paso de los años. Hasta el punto de que el fondo KKR ha decidido incumplir sus planes iniciales de seguir inyectando dinero a la firma. De hecho, la lluvia de millones que atrajo sus 200 millones iniciales sirvieron para disparar el crecimiento, pero a un precio muy caro. Así, el coste del crédito -que se articuló a través de las entidades Eslavon Financial Services, UK Branch y Bank Trustees, es del 8,25%, lo que supone un consumo de capital de varios millones al año.

El problema, es que el trasiego de coches de lujo y los últimos desvíos millonarios se han producido mientras se debía a los trabajadores mucho dinero. En concreto, las cifras de 2018 (a falta de conocer las de 2019) señalaban un agujero de casi 10 millones, aunque el número de pufos es todavía más elevado. El caso de Dentix es otro ejemplo más de lo frugal que resulta el éxito y la riqueza, sino se sabe gestionar. Así, los años de opulencia parecen haber acabado para la familia ¿empezarán, ahora, los de los tribunales por los años de impagos?

Actualización 14 de Mayo 2020: A raíz de este artículo Dentix envío el siguiente comunicado https://www.merca2.es/publicacion-dentix/

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2