Indra propone amortizar 1.036 empleos en su filial de Soluciones Tecnológicas de la Información

Indra ha celebrado este martes la primera reunión del período de negociación con los representantes legales de los trabajadores de su filial Indra Soluciones Tecnológicas de la Información (ISTI) para llegar a un acuerdo sobre las medidas necesarias de transformación de su plantilla, en la que ha propuesto la amortización de 1.036 puestos de trabajo con el fin de elevar la eficiencia y competitividad de la firma, según han indicado fuentes presentes en la reunión.

Desde Indra explican que la necesidad de transformación de la plantilla de su filial ISTI, que engloba su división de Tecnologías de la Información (TI), está motivada por la caída de los resultados, el descenso de la demanda de sus clientes y los cambios estructurales del negocio de la compañía.

ISTI registró unas pérdidas de explotación de 24,8 millones de euros en 2018 y de 20,7 millones de euros en 2019, mientras que sus pérdidas antes de impuestos fueron de 23,3 millones de euros en 2018 y de 12,9 millones de euros en 2019. Al mismo tiempo, la filial de Indra incrementó sus gastos de personal un 9,1% de 2018 a 2019.

Asimismo, en los seis primeros meses de 2020 los ingresos de ISTI cayeron un 1,6%, el margen operativo descendió un 67,2% y el resultado de explotación (Ebit) registró pérdidas de 61 millones de euros frente a un resultado positivo de 27 millones en los seis primeros meses de 2019.

En el conjunto del grupo Indra, en el primer semestre del año los ingresos descendieron un 4%, el margen operativo cayó un 58%, el Ebit reportado fue de -78 millones de euros frente a 79 millones positivos en los primeros seis meses de 2019 y las pérdidas fueron de 75 millones, frente a beneficios de 34 millones del primer semestre de 2019.

Desde Indra resaltan que el actual contexto económico nacional e internacional está acelerando y profundizando las tendencias y los cambios estructurales de los sectores donde tiene presencia el negocio de ISTI, evidenciando «cambios significativos» en las necesidades de sus clientes, que provoca una disminución de la demanda de los productos y servicios de la compañía.

En este sentido, la empresa de tecnología y consultoría remarca que esta caída de demanda se ha puesto de manifiesto en la práctica totalidad de los sectores, acentuándose en los últimos meses del ejercicio.

Fuentes presentes en la reunión entre empresa y sindicatos han indicado que estos cambios estructurales del negocio han provocado que en la plantilla actual de ISTI exista un conjunto de perfiles que, por los cambios en la demanda de servicios de los clientes, por su cualificación y/o por su nivel retributivo, impactan en los niveles de eficiencia, productividad y competitividad de la compañía.

Por ello, las fuentes indican que Indra, dentro del escenario de negociación con la representación legal de los trabajadores, ha propuesto un proceso de reestructuración consistente en la amortización de 1.036 puestos de trabajo en ISTI, casi el 8% de su plantilla, compuesta por más de 13.000 empleados.

A cierre de junio de 2020, la plantilla del grupo Indra era de 28.142 profesionales en España y 48.228 a nivel global.

Las fuentes añaden que esta propuesta de reestructuración posibilita configurar una estructura de plantilla optimizada, ajustada en mayor medida al contexto del mercado, caracterizado por cambios relevantes en las necesidades y la demanda de los clientes de los sectores en los que opera ISTI, y permite dar lugar a una organización con mayor grado de eficiencia y competitividad.

PLAN DE ACCIÓN GENERAL DE INDRA

Indra anunció el pasado mes de julio, coincidiendo con la presentación de sus resultados del primer semestre de 2020, un plan de acción para superar sus actuales dificultades, adaptarse a las nuevas condiciones de mercado y de demanda, eliminar ineficiencias y mejorar su competitividad.

El plan general de acción tiene como ejes la eficiencia en costes y la priorización de las inversiones y los recursos, y se basa en la gestión proactiva de la nueva demanda, el impulso de los ingresos, el aprovechamiento de sus capacidades tecnológicas y la aceleración de la transformación de sus operaciones.

Entre sus principales líneas de acción destaca la reducción de costes de no personal, la mejora de los procesos internos y nuevos modelos de trabajo, reorientar la inversión en gastos de capital (capex) y ajustes de balance, junto a la necesaria transformación de la plantilla.

Los cambios estructurales del mercado y de la demanda de los clientes han provocado el replanteamiento de la continuidad de algunos productos e inversiones basados en tecnologías antiguas, dada la previsible aceleración de la digitalización. Ello ha supuesto la realización de saneamientos de activos intangibles por 95 millones de euros en el segundo trimestre de 2020.