Huawei se equivoca al hablar de explosiones con el Mate 9

‘Arrieritos somos y en el camino nos encontraremos’, reza el refrán. Pues bien, Huawei está arriesgando su karma en su comunicación de su nuevo producto de gama alta y gran pantalla, el Mate 9.

No porque no sea un magnífico terminal o porque para ciertos usuarios no pueda suponer una alternativa viable al Note 7, al Pixel 5.5 o al iPhone 7 Plus. Sino porque al consejero delegado de Huawei Consumo, Richard Yu, se le calentó la boca al asegurar: “Nuestro móvil no explota. Se calienta 5 grados menos que el S7 Edge”.

“Nuestro móvil no explota”

Obviamente, es improbable que Huawei vaya a tener problemas de este tipo o a esta escala, pero jugar a la superioridad en uno de estos casos es peligroso porque siempre puede salir alguien que te recuerde tus declaraciones si hay dificultades.

Además, es innecesario. La frase “da igual lo que presenten, con que no exploten habrán ganado” se utilizó de forma sistemática con el lanzamiento de los nuevos iPhone, en plena crisis de Samsung. Era la broma que los periodistas tecnológicos compartimos casi a diario.

Todos los periodistas del planeta van a hablar de eso, evita hacer tú los comentarios

Difícilmente ningún redactor de tecnología del planeta hable de un phablet como el Huawei Mate 9 sin mencionar la crisis de la coreana, así que lo más amable es evitar ser tú quien haga las comparaciones. Ya vendrán los demás.

Si lo haces, al menos hazlo en declaraciones fuera de micrófonos, pero no lo conviertas en parte de tu comunicación porque, al primer problema que presenten tus dispositivos, se te recordará la prepotencia.

La industria de la electrónica debería intentar hablar del tema lo menos posible

Por último, conviene a la industria de la electrónica de consumo interpretar que el caso Samsung ha sido una anomalía y no machacar a los usuarios con esta información. Vivimos con la relativa tranquilidad de pensar que nuestros terminales son seguros y no van a incendiarse. Empezar a trasladar el miedo a los clientes es una mala noticia.

Volvamos a un tiempo anterior, dejemos que Samsung se lama las heridas y no hagamos astillas del árbol caído. Porque nadie sabe cuándo te va a caer a ti un rayo.