Las constructoras españolas están conquistando el mundo: de Ferrovial a ACS, pasando por Sacyr y OHL. Pero no hay que tener tanto tamaño para dar el salto a otros países. Uno de esos ejemplos es Sisteplant. Con una facturación prevista para 2019 de 11 millones de euros, y una plantilla de 175 personas, cuenta con 2.000 clientes y 200.000 usuarios en todo el mundo.
Esta ingeniería industrial que nació en Bilbao hace 35 años tiene como fin mejorar la competitividad de las empresas industriales y de servicios. En su cartera están firmas como Gestamp, Airbus, Mercedes-Benz, Seat, Acciona, Gamesa, Talgo o Adif. ¿Su próximo objetivo? Ferrovial. “Tenemos en mente a los mega constructores. Ferrovial es un target claro para nosotros. Es uno de los deberes que tenemos pendiente y un encargo concreto del presidente”, afirma Ana Santiago, CEO de Sisteplant.
El presidente de Sisteplant, Javier Borda, ha encargado conseguir como cliente a Ferrovial
Durante el próximo trienio, Sisteplant pretende duplicar su negocio internacional. Cierto que ya tiene clientes en los cinco continentes. Pero quiere pasar del 20% de la facturación actual que representa el negocio internacional, al 30%. Para ello, potenciará la estrategia de partners, fundamentalmente en Estados Unidos y en Asia Pacífico, además de consolidar aquellos mercados en los que ya está presente: México, Perú, Portugal, Brasil y Colombia.
¿Primera piedra? India. Allí han llegado a un acuerdo con un social local: Indovision Services. “En India hay un gran interés por el paso hacia la industria 4.0. Apostamos por que India sea el centro de operaciones desde el que extender nuestro negocio a toda la región de Asia Pacífico”, reconoce Alfonso Ganzabal, su director general.
FERROVIAL COMO META
No es que el pez chico, Sisteplant, quiera comerse al pez grande, Ferrovial. Pero lo cierto es que la compañía bilbaína ha convencido a otras grandes industrias de otros sectores como el automovilístico o el aeroespacial, los bienes de equipo o la electrónica. Una actividad que comenzó dando servicios a los clientes españoles que se implantaban en el extranjero.
Desde sus orígenes, ha invertido el 20% de la facturación a I+D+i. Ese mismo porcentaje es el del personal dedicado a innovación. “Competimos con grandes multinacionales y somos conscientes de que la única forma de destacar es a través de la especialización y el conocimiento”, sostiene su vicepresidente, José María Barda.
Dos son las líneas de trabajo en innovación de Sisteplant. Por un lado, creación y evolución de los productos propios, tanto de software como de metodología, para ayudar a las empresas a mejorar la competitividad avanzando hacia un modelo de fabricación avanzada e industria 4.0. Y, por otro, la innovación inteligente (inteligencia artificial, smartización, IoT…).
“La innovación es la labor que nos ha permitido convertirnos en el compañero en el que grandes compañías de diferentes países se han apoyado para desarrollar algunas de las fábricas más punteras del mundo”, afirma Alfonso Ganzabal. ¿La siguiente? Ferrovial.
