Endesa e Iberdrola salen victoriosas del laberinto energético

El panorama energético español está revuelto. No debe sorprender a nadie. Más de una década con decisiones cuestionables en diversos ámbitos ha generado inestabilidad jurídica e inversora. Por suerte para las dos grandes eléctricas que operan en España, Endesa e Iberdrola, los vaivenes políticos de las últimas semanas parece que no afectarán a su cuenta de resultados, al menos por ahora.

En concreto, según un informe elaborado por el servicio ‘Bloomberg Intelligence’ de la agencia estadounidense, la suspensión del impuesto del 7% a la generación eléctrica con la que el Ejecutivo pretende rebajar el recibo de la luz tendrá, lógicamente, un impacto en el balance. No obstante, mantienen que será mínimo. Ahora bien, donde sí repercutiría sería en el acumulado sobre el déficit tarifario; algo que, por otra parte, debería ser compensado por las subastas para la emisión de CO2 que estas semanas están disparadas.

El informe también recoge la batería de medidas que pretende adoptar el Gobierno y que, de una forma u otra, terminará afectando tanto a Endesa como Iberdrola. En concreto aborda la cuestión del autoconsumo eléctrico sobre todo en la generación colectiva. En este caso, estima que, una vez adoptado de forma recurrente por parte de la ciudadanía, algo que no se espera pronto, tendrá impacto en la venta minorista.

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Por el contrario, como aspecto positivo, al menos para el Estado, que el precio de la electricidad esté más elevado beneficia a las arcas públicas en lo que supone un mayor volumen de compra-venta de electricidad por parte de las propias compañías para ofrecer sus servicios.

En mitad de este laberinto, señala el informe, aflora la futura Ley de Cambio Climático que, entre otras cuestiones, espera despejar las dudas impositivas y regulatorias del sector. Algo que empresas como Endesa e Iberdrola necesitan para su toma de decisiones. Sobre todo en lo que respecta a la eliminación del carbón y la extensión de la vida útil de las centrales nucleares.

ENDESA E IBERDROLA ANTE EL CARBÓN

El informe sostiene que el fin del carbón dentro del engranaje eléctrico español no tiene porque ser necesariamente malo para Endesa e Iberdrola, teniendo en cuenta que es la materia prima con menor coste de producción para generar energía. Y es que, advierte, será el espaldarazo definitivo a la búsqueda casi obsesiva de la rentabilidad en el ámbito renovable y, además, provocará un uso de los ciclos combinados de gas que se usan como energía de respaldo y que no siempre están funcionando.

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En este contexto, la eliminación del carbón parece que será bien acogida por Iberdrola que tiene la intención de eliminar cuanto antes esta generación de energía y volcarse en las renovables. Por su parte, la actitud de Endesa es cerrar las centrales no rentables, sobre todo las que usan carbón nacional. Y es que estas centrales necesitan de unos gastos de inversión muy importantes para seguir funcionando más allá de 2020 y que, de esta manera, cumplan con las normativas de emisiones.

Ante todos estos condicionantes, Endesa e Iberdrola, así como el resto de compañías del sector, sacan la cabeza de este laberinto que tiene un problema añadido: la inestabilidad continua del Gobierno. O, mejor dicho, no sabe quién tomará las decisiones dentro de seis meses.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.