Canadá y México se salvan de los aranceles impuestos por Trump

El presidente estadounidense Donald Trump arrojó un hueso a sus socios del TLCAN al tiempo que persiste en reformular las conversaciones comerciales con Canadá y México como opción entre ambiciosas demandas de EE.UU. o elevados aranceles al acero y el aluminio.

Al anunciar el jueves aranceles de 25% al acero y de 10% en el caso del aluminio, el presidente de EE.UU. eximió a Canadá y a México “al menos por ahora” y mencionó los estrechos lazos entre los tres países. Trump adoptó un infrecuente tono optimista sobre el destino del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pero reiteró su amenaza de abandonar el pacto si las conversaciones no le resultan satisfactorias.

“Presiento que vamos a llegar a un acuerdo sobre el TLCAN”, dijo Trump en la Casa Blanca junto a un grupo de trabajadores siderúrgicos y mencionó la “naturaleza extraordinaria de nuestra relación con Canadá y México”. Pero si no se llega a un acuerdo en las negociaciones entre los tres países que comenzaron en agosto, “entonces vamos a cancelar el TLCAN y empezaremos de nuevo o simplemente lo haremos de otra manera”, agregó Trump.

La aplicación de aranceles se basa en motivos de seguridad nacional, que según el presidente era un “aspecto muy importante” del TLCAN, que entró en vigor en 1994.

El peso mexicano encabezó los aumentos entre las grandes monedas del mundo y el dólar canadiense compensó su declinación luego de que Trump anunciara que los dos países quedarían eximidos de los nuevos aranceles.

“Hoy se ha avanzado un paso”, dijo el jueves a la prensa en Toronto la ministra de Relaciones Exteriores canadiense, Chrystia Freeland. Agregó que Canadá trabajaría “hasta que la perspectiva de esos aranceles se elimine por completo y de forma permanente” y dijo que sería inconcebible aplicar aranceles a un estrecho aliado militar como Canadá por motivos de seguridad nacional.

También minimizó el vínculo que estableció Trump entre el TLCAN y los aranceles a los metales y afirmó que eran temas separados. “En términos de la negociación del TLCAN, es un tema por completo aparte”, dijo Freeland. “Nuestras posiciones en la negociación no han experimentado cambio alguno”.

Al disponer la aplicación de aranceles al acero y el aluminio, Trump instó a México y a Canadá a “tomar medidas para evitar los reenvíos” de acero y aluminio a EE.UU. a través de sus países.

México reconoce el problema del excedente global de oferta de acero y continuará buscando soluciones, pero las conversaciones sobre el TLCAN no deben depender de otras políticas internas estadounidenses, dijo la Secretaría de Economía del país en una declaración.

Los acontecimientos del jueves coronan una semana de activo lobby por parte de Canadá y llegan tras la conclusión el lunes de la séptima ronda de conversaciones sobre el TLCAN. El representante comercial de EE.UU., Robert Lighthizer, adoptó un tono de relativo optimismo al cierre de una conferencia de prensa en Ciudad de México al advertir que las conversaciones debían avanzar con más rapidez pero agregar que estaba abierto a “negociar” las propuestas estadounidenses con la esperanza de obtener la aprobación del Congreso a un nuevo acuerdo.

Josh Wingrove para Bloomberg