¿Cómo cerrar la brecha de género en informática y tecnología?

Editores de Bloomberg

En las semanas transcurridas desde que el infame memorando sexista de Google ocasionó la controversia mundial, no se ha dado importancia al problema subyacente: la gran e innegable brecha de género en informática, ingeniería y el negocio tecnológico en general.

Comencemos con una afirmación: esa brecha es mala. Al menos hay tres veces más hombres que mujeres trabajando como informáticos en los Estados Unidos. Eso sugiere que una enorme cantidad de ideas, de ingenio y de creatividad se pierden. Y Norteamérica tiene un déficit de más de medio millón de licenciados en ciencias de la computación, una brecha que sólo empeorará a medida que la industria se expanda.

Menos de 20% de las egresadas en informática son mujeres hoy en día

¿Por qué hay tan pocas mujeres trabajando en tecnología? No es que no puedan hacer un cálculo matemático o sean biológicamente inadecuadas para esas tareas. Es que a las mujeres, incluyendo a aquellas que sobresalen en matemáticas, no se les ha mostrado de forma consistente por qué deberían querer esos puestos. Pero eso puede cambiar.

En la década de 1980, las mujeres constituían un poco menos del 40% de los graduados en ciencias de la computación. Desde entonces, la brecha de género ha crecido: actualmente, menos del 20% de los egresados en informática son mujeres.  En los primeros días de esta labor, durante la Segunda Guerra Mundial, la construcción de computadoras se consideraba algo machista, y se pensaba que la programación era para mecanógrafos. Más tarde, cuando las computadoras entraron a los hogares y las oficinas, se promovieron como un pasatiempo para niños. La cultura contemporánea no ha hecho nada para atacar este sesgo, pero este puede disiparse.

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Consideremos, por ejemplo, la experiencia de Harvey Mudd College, una escuela de ciencias e ingeniería de élite en el sur de California, que ha incrementado la participación femenina en las ciencias de la computación al 50% en cuestión de 15 años.

¿Cómo? La escuela amplió la facultad femenina e hizo un plan de estudios más atractivo para estudiantes talentosos con una exposición limitada a la informática. Asignó clases de acuerdo a la experiencia de programación pasada de los estudiantes para evitar que los entusiastas intimidaran a los novatos. Y por último, les dijo a los jóvenes que la carreras ligadas a las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (Stem, por sus siglas en inglés) pagan más. El sueldo inicial promedio para ingenieros de software en Harvey Mudd es de 100.000 dólares (83.000 euros).

Empresas tecnológicas deberían cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres

Políticas de este estilo no harán que todo cambie para bien, pero si son ampliamente adoptadas, especialmente a partir de la escuela media cuando las chicas tienden a ser más entusiastas por la informática, pueden cerrar la brecha.

Las empresas tecnológicas pueden hacer lo mismo: reconocer, medir y contrarrestar los prejuicios implícitos y explícitos, acogiendo con beneplácito a las mujeres entrevistas y cerrando la brecha salarial.

La empresa de consultoría tecnológica Accenture, cuyo objetivo es lograr una plantilla de 50 a 50 entre hombres y mujeres para el año 2025, creó en la India una carrera de mujeres para arquitectos técnicos.

El memorando establecía a la idea de que los esfuerzos por atraer a las mujeres a pustos informáticos está condenado al fracaso

Salesforce monitorea su nómina y ajusta los salarios para cerrar la brecha de género. Bloomberg ha adoptado esquemas similares, aumentando el número de mujeres en ingeniería en 60% durante los últimos tres años.

Lo cierto es que el memorando de Google perpetuó varios conceptos erróneos. Tal vez lo más perjudicial fue la sugerencia de que los esfuerzos para atraer a las mujeres a puestos laborales en informática están condenados a fracasar y ya han ido demasiado lejos, dado que la brecha de género es intratable e incluso debería ampliarse. No podrían haberse equivocado más.