Frente al maltrato del Gobierno a la ganadería, soluciones

En plena pandemia, la agricultura, la pesca y la ganaderia -en definitiva la actividad primaria- incrementaron su valor añadido un 5,3% y su peso en el PIB español hasta el 12%.

Este hecho permitió que el sector agroalimentario en general (que incluye la actividad primaria, la industria y la distribución) -muy afectado debido al cierre del canal HORECA durante meses- aumentase ligeramente su peso en el PIB nacional hasta suponer el 9,7% y que su valor añadido ascendiese hasta los 99.355 millones de euros en 2020.

España es la cuarta economía del sector agroalimentario de la UE, ya que aporta el 12,7 % del VAB comunitario del sector y somos el principal productor de ganado porcino, aceite de oliva y cítricos de la UE-27.

El sector ganadero-cárnico, en general, es uno de los sectores más importantes que conforman la industria alimentaria de nuestro país siendo el primero en cuanto a número de empleados, 2,5 millones si consideramos la cadena cárnico-ganadera en su conjunto.

Por otro lado, en este sector predominan las pequeñas explotaciones ganaderas de tipo familiar ya que, de las 3.641 que lo integran, el 67% tiene menos de 10 trabajadores y el 97% no alcanza los 50 empleados.

Un hecho que lo convierte en un sector imprescindible para crear y/o mantener el empleo y a fijar población en la España rural. Dato que no es baladí en autonomías como Galicia, Asturias, Extremadura, Aragón, La Rioja, Castilla-La Mancha o Castilla y León, las más despobladas de España.

Además, este sector -y la ganadería en general- ha realizado en los últimos años grandes avances y mejoras en protección y cuidado del medio ambiente siendo, en estos momentos, una de las actividades productivas que menos emisiones de Gases de Efecto Invernadero realiza a la atmósfera y una de las que más rigurosamente cumple con la estricta normativa, nacional y europea, para garantizar el bienestar animal y la calidad de los alimentos que produce.

Por todo ello, España es un referente mundial en producción cárnica de calidadque exportamos a más de 130 países por valor de 9.000 millones de euros.

Antes estos datos y evidencias cualquier gobierno responsable dedicaría todos los recursos disponibles a apoyar al sector primario en general, y a la ganadería en particular, para que continúe generando puestos de trabajo, crecimiento económico y luchando contra la despoblación.

En lugar de eso, el gobierno de Pedro Sánchez maltrata cada vez que tiene ocasión a la ganadería y al mundo rural con sus declaraciones y leyes ideológicas y sectarias. El último ejemplo, la lamentable entrevista del Ministro de Consumo, Alberto Garzón, con un medio extranjero en el que afirmó que España exporta carne de mala calidad procedente de animales maltratados.

No es la primera vez ni será la única ya que el ministro no ha rectificado sus ataques a este sector ni en esta ocasión ni en las anteriores como tampoco lo hará en el futuro puesto que Sánchez se lo permite por dos importantes motivos, el primero, que depende del partido comunista para seguir en el poder y el segundo, que piensa lo mismo que Garzón.

Pero si Sánchez y sus ministros no son capaces de defender un sector fundamental para nuestra sociedad y economía; los ganaderos y los españoles cuentan con las soluciones del Partido Popular como el Plan de Ganadería Sostenible que Sánchez ha rechazado en dos ocasiones y con su defensa y apoyo frente al recorte de la PAC que el gobierno de Sánchez adelantó dos años o al demagógico blindaje del lobo que diezma la ganadería extensiva.

(*) Antonio González Terol, vicesecretario general del PP

Antonio González Terol
Antonio González Terol
Político español del Partido Popular; exalcalde de Boadilla del Monte, diputado regional en la Asamblea de Madrid en la VIII, IX y X legislaturas; y ex vicesecretario general de Política Territorial