El grupo industrial Ercros deberá acelerar la firma de contratos de compraventa de electricidad a largo plazo (PPA) para adecuarse al marco genérico del nuevo Estatuto de Consumidores Electrointensivos. Se trata de algo que la compañía lleva años barajando y que, finalmente, deberá formalizar lo antes posible.
Así lo explicó hace unos días el presidente de la compañía, Antonio Zabalza, durante la presentación del nuevo Plan Estratégico. Abordando la cuestión eléctrica, que supone uno de los principales costes de producción -como en las principales empresas industriales-, el máximo responsable de la firma señaló que hasta ahora los PPA no estaban integrados en la hoja de ruta de Ercross porque el riesgo que se debía asumir no se veía compensado con el coste de implementarlo.
De hecho, en los dos últimos ejercicios la empresa hacía una mención en su informe de gestión anual, pero nunca se llegaron a materializar. Y eso que los precios de la electricidad en España castigan a las grandes industrias por su elevado coste y estos PPA, precisamente, buscan asegurar durante un periodo de tiempo determinado un marco estable de gasto. Pero el Estatuto de Electrointensivos somete a las empresas a transformar ciertos aspectos.
“En el futuro va a cambiar la firma de PPAs”. Así de tajante se mostró Antonio Zabalza. El motivo es que tras el aval de la Unión Europea a dicho estatuto el pasado mes de diciembre, existe la obligación de firmar un contrato de suministro a largo plazo para poder acogerse a cualquiera de los mecanismos de compensación que se recogen en el real decreto. El PPA deberá ser, al menos, para cinco años y, al menos, para el 10% del consumo de la instalación electrointensiva, y pretende fomentar la compra de electricidad procedente de instalaciones renovables.
Un punto muy importante de este requerimiento de PPA, es que será el Estado quien cubrirá los riesgos de insolvencia del consumidor electrointensivo. De este modo, los contratos PPA se convertirán en contratos de compra de electricidad avalados por el Estado. Estas garantías se financiarán a través del Fondo de Reserva para Garantías de Entidades Electrointensivas (FERGEI) que se creará y que estará gestionado por CESCE, la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación. El Gobierno se plantea limitar inicialmente este fondo con 600 millones de euros para los tres primeros años, aunque si el ritmo de firmas de PPA es alto después de la entrada en vigor del real decreto, se podrían llegar a necesitar más de 800 millones de euros.
Sobre este aspecto, el presidente de Ercros señalaba tendrán que sumarse a esta firma de PPAs pero que, lógicamente, lo harán en las condiciones que generen un mayor beneficio a la compañía. Y es que la cuestión eléctrica se mantiene como un problema que va de lo particular a lo general dentro del sector.
ERCROS ANTE LOS COSTES ENERGÉTICOS
La cuestión es simple. “El precio de la electricidad es muy importante para empresas como nosotros”. Con ese punto de partida, el presidente de Ercros aclara, no obstante, que “en líneas generales se puede decir que ha sido un buen año, salvo las últimas semanas de 2020”. Pero la sentencia es clara: “La industria española no está satisfecha con los precios de la electricidad”.
Aquí la queja es recurrente desde hace tiempo. “Operamos en un mercado interior, donde los productos finales circulan por toda la Unión Europea. Sin embargo, uno de los imputs a nivel de costes [el precio de la luz], eso ya es interior de cada país”, aclaraba con cierto pesimismo el máximo responsable de la firma industrial durante la presentación del Plan Estratégico.
Las comparaciones siempre son con Francia y Alemania, máximos competidores del mercado común, donde los precios son más bajos. Y sobre todo, la queja no llega sobre el coste mayorista de la electricidad, donde Zbalza estima que cada vez son más parejos, sino sobre los añadidos: costes de CO2, pago a renovables…
Por eso, a través de la Asociación de Empresas de Gran Consumo (Aege) intentan hacerse oír en el Ejecutivo para que se vigilen dichos costes añadidos. El objetivo no es otro que intentar competir con el resto de industrias europeas.
