Rocío Carrasco acaba de regresar a España tras completar una de las experiencias más intensas de su trayectoria personal y profesional. La hija de Rocío Jurado ha participado en Hasta el fin del mundo, el nuevo programa de aventuras de Televisión Española presentado por Paula Vázquez, una apuesta televisiva que promete situarla de nuevo en el centro del foco mediático. En esta etapa de plenitud laboral, la hija de “la más grande” ha decidido pronunciarse, por primera vez en mucho tiempo, sobre un asunto que venía despertando gran curiosidad: la verdad sobre su relación con Terelu Campos, una amistad que durante décadas fue indestructible y que en los últimos tiempos parecía haberse enfriado.
3Rocío Carrasco vuelve a la televisión
El regreso de Rocío a la televisión con este nuevo formato de aventuras llega en un momento en que su imagen pública se encuentra en un punto de inflexión. Después de años en los que su vida personal fue objeto de debate, ahora apuesta por mostrarse desde otra perspectiva: la de una mujer fuerte, serena y reconciliada con su pasado. Participar en un reality tan exigente como Hasta el fin del mundo no solo supone un desafío físico, sino también emocional, y Rocío parece haberlo asumido con determinación. En el programa, los concursantes deben moverse sin teléfonos, sin mapas y con un presupuesto mínimo, dependiendo de su ingenio y su capacidad para colaborar. “No había móviles, ni GPS, ni Google Maps”, ha explicado, subrayando la dificultad de la experiencia.
La expectación que rodea su regreso televisivo es máxima. RTVE confía en que Hasta el fin del mundo se convierta en uno de los grandes éxitos de la temporada, probablemente estrenándose después de la final de MasterChef Celebrity. La cadena pública busca con este formato un equilibrio entre el entretenimiento y el retrato humano de sus participantes, y la presencia de Rocío Carrasco es, sin duda, uno de los principales atractivos del programa. Su figura genera atención y debate, pero también curiosidad por ver cómo afronta una aventura alejada de los platós y los dramas familiares.
En su comparecencia ante los medios, Rocío Carrasco lució tranquila, sonriente y visiblemente renovada. Atrás parecen quedar los años más oscuros, marcados por el dolor y la controversia. Hoy se muestra enfocada en su trabajo, en su pareja, Fidel Albiac, y en los proyectos que la hacen feliz. Su respuesta sobre Terelu, aunque breve, ha servido para calmar los rumores y demostrar que la relación entre ambas sigue viva, aunque en una etapa más reservada. “Hasta el fin del mundo” no solo es el nombre del programa, sino también una declaración simbólica sobre la lealtad que la une a la familia Campos, a pesar de los silencios y las ausencias.
Con este nuevo comienzo profesional, Rocío Carrasco reafirma su papel como una de las figuras más carismáticas de la televisión española. Su historia ha estado llena de altibajos, pero también de renacimientos. Ahora, más serena que nunca, enfrenta el futuro con la convicción de que la vida —como los grandes viajes— se mide en etapas, en desafíos y en vínculos que perduran, incluso cuando los caminos parecen separarse. Y, según sus propias palabras, su relación con Terelu Campos seguirá, como su nuevo programa, hasta el fin del mundo.








