La labor policial suele estar envuelta en cierta distancia y misterio, pero detrás del uniforme hay personas con principios, emociones y decisiones difíciles. Iñaki Aldaz, sargento de la policía local de Sabadell, ofrece una mirada directa a la vida de quienes ejercen la autoridad con responsabilidad, conscientes del delicado equilibrio entre garantizar la seguridad y respetar la libertad de los ciudadanos.
Desde la perspectiva de Aldaz, la elección de ser policía no solo implica dedicación, sino también un compromiso ético profundo. «Hemos elegido no ser nunca ricos para no ser nunca pobres», afirma, subrayando que la motivación detrás de su vocación trasciende lo económico y se centra en servir a la comunidad.
2Humanidad y compromiso detrás del uniforme
La voz de Aldaz resalta la dimensión humana de las fuerzas de seguridad. “Somos personas, con nuestras fortalezas y debilidades, más allá de lo que puedan pensar algunos grupos de opinión”, aseguró en el canal @talentmatch_es. Cada policía se enfrenta diariamente a situaciones que implican restricciones de libertad, decisiones inmediatas y, a veces, riesgos personales. No se trata solo de obedecer normas, sino de actuar con juicio, empatía y ética.
Además, Aldaz ha sabido integrar las nuevas tecnologías y las redes sociales para acercar la labor policial a la ciudadanía, promoviendo transparencia y comprensión. Su mensaje es claro: la policía no es una entidad distante, sino un conjunto de profesionales que comparten los mismos valores y aspiraciones que cualquier ciudadano. Y, sobre todo, que elegir esta carrera implica mucho más que seguridad o remuneración: es una vocación de servicio y responsabilidad que transforma la vida de quien la ejerce y de aquellos a quienes protege.