Los rumores eran ciertos. Tras semanas de especulaciones en redes sociales y medios de comunicación, María Pombo ha confirmado que está esperando su tercer hijo junto a Pablo Castellano, con quien ya forma una consolidada familia junto a sus dos hijos mayores. La influencer madrileña, una de las figuras más seguidas del panorama digital en España, ha decidido poner fin al misterio publicando un vídeo en el que muestra su incipiente barriguita premamá, evidenciando el avanzado estado de gestación. Esta revelación no solo ha emocionado a sus millones de seguidores, sino que también ha sido el punto de partida para una sincera confesión sobre cómo ha vivido en silencio esta etapa tan delicada y emocional.
1María Pombo rompe su silencio

En el vídeo, María aparece rodeada de sus dos pequeños en una escena familiar cargada de ternura, dejando claro que este tercer embarazo es un sueño cumplido. «Tenía un sueño y ahora tengo todo lo que quiero», reza el emotivo título con el que ha acompañado la publicación. Su intención al mantener en secreto la noticia era esperar el tiempo prudencial necesario para asegurarse de que todo marchaba bien, evitando así tener que dar explicaciones prematuras o enfrentarse a situaciones incómodas en caso de que algo no saliera como esperaba. Esta decisión, aunque meditada, no ha sido fácil, especialmente por la exposición pública que conlleva su profesión.
Durante estas semanas, y pese a las sospechas del público, María ha seguido compartiendo contenido en sus redes con normalidad, acudiendo a actos familiares y posando junto a sus hermanas. Sin embargo, había adoptado ciertas posturas para disimular su vientre y evitar levantar sospechas antes de estar preparada para confirmar la noticia. Ahora, una vez que ya no hay nada que ocultar, ha querido compartir con sus seguidores cómo se ha sentido durante esta etapa, en la que ha experimentado emociones muy intensas y no siempre agradables. “No sabéis la felicidad que es que por fin estemos en el mismo barco”, ha escrito en sus redes sociales, celebrando el fin de los secretos.
La influencer también ha confesado que estos primeros meses han estado marcados por un gran nivel de ansiedad y miedo, mucho mayor al que sintió en sus anteriores embarazos. “He tenido mucho más miedo porque soy más consciente de las cosas. Han sido meses de agonía total”, admitía en sus historias de Instagram. Esta declaración ha sorprendido a muchos de sus seguidores, acostumbrados a ver la imagen positiva y luminosa de la influencer, que en esta ocasión ha preferido mostrarse más vulnerable y sincera. Según sus palabras, el temor a que algo saliera mal la ha acompañado desde el primer momento, y por eso cada ecografía era un momento decisivo. “He ido a cada ecografía queriendo sólo que me dijeran que se escuchaba el latido y que todo estaba bien”, aseguraba.
Además, María ha explicado que, en esta ocasión, el sexo del bebé ha sido un detalle secundario. Lo único que le importaba era que el embarazo evolucionara sin complicaciones. Esta mentalidad, según ha contado, es fruto de su madurez y de la experiencia acumulada con sus dos primeros hijos, que le han enseñado a priorizar lo verdaderamente importante. Asimismo, ha reconocido que en esta etapa ha estado especialmente preocupada por su salud debido a una enfermedad crónica que padece desde hace años, y que le ha exigido un mayor nivel de vigilancia médica durante este nuevo embarazo.