martes, 8 octubre 2024

Control prenatal: pruebas de prevención y ecografía emocional

El doctor Fermín Esteban Navarro, ginecólogo especialista en Diagnóstico Prenatal y Medicina fetal del Hospital Ruber Internacional diferencia entre dos niveles de prevención antes y durante el embarazo. Por un lado, una prevención primaria basada en el consejo pregestacional. Por otro, la realización de pruebas y cribados que permitan considerar el riesgo de aparición de problemas durante la gestación; esto sería, la prevención secundaria. Y por último, la prevención terciaria consiste en tratar de forma precoz el problema que hemos detectado.

Precisamente, uno de los objetivos del control prenatal o control gestacional es prevenir enfermedades o detectarlas de la forma más precoz posible. Los especialistas en Ginecología que hacen el seguimiento del embarazo cuentan con las más modernas tecnologías de ecografía y con pruebas de detección de problemas como los partos prematuros o la preeclampsia.

¿Qué es la ecografía emocional?

Del concepto de ecografía emocional nos habla el doctor Miguel Ángel López, coordinador del equipo de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Toledo. Y también nos aclara qué es el 4D o cuarta dimensión en una ecografía: «Es la tecnología más novedosa aplicada al uso de los ultrasonidos, la tridimensión, que aporta una serie de ventajas al estudio del feto, pues permite la visualización de estructuras con una gran precisión. Si le añadimos la cuatridimensión, es decir, el tiempo real, podemos identificar multitud de movimientos fetales antes no conocidos: de la cabeza, de la cara y de las extremidades«.

El primer objetivo de una ecografía en un embarazo es, añade el doctor López, comprobar la correcta anatomía del fututo bebé y el bienestar fetal. Un ecógrafo de alta resolución equipado con Doppler y tecnología 3D-4D permite comprobar el correcto desarrollo neurofisiólogico del feto y detectar posibles patologías en su anatomía. Pero también, y de ahí el término ecografía emocional, se pueden estudiar las expresiones faciales y se estrecha el vínculo emocional entre los padres y el bebé y se refuerzan los lazos afectivos.

La ecografía 3D-4D es una prueba complementaria que no sustituye a otras imprescindibles en el control gestacional, como la ecografía del primer trimestre y la ecografía morfológica, en torno a la semana 20. Dicho esto, recomienda el doctor López, «las mejores imágenes suelen obtenerse entre la semana 25 y la semana 30”.

3D, 4D y ahora también ecografía 5D

Ya nos han explicado por qué en una ecografía puede haber más de tres dimensiones, y sabemos que la cuatridimensión es el tiempo. Pero, ¿y la 5D? La quinta dimensión “además de contemplar profundidad y movimiento, añade juego de luces y sombras, permitiendo obtener una imagen aún más realista del bebe”.

En el Hospital Quirónsalud Málaga disponen de ecografía 5D con tecnología 5G. Con este tipo de tecnología se reduce la latencia, es decir, el tiempo que pasa entre lo visto y lo emitido. Como expone el doctor Rodrigo Orozco Fernández, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del centro hospitalario, además de ver al futuro bebé tanto en volumen como en movimiento, se puede compartir a tiempo real la ecografía con familiares y amigos.

La ecografía 5D con tecnología 5G se puede hacer entre las semanas 28 y 32 del embarazo, para conseguir las mejores imágenes posibles del feto. Pero esta prueba también permite hacer un estudio morfológico detallado de todos los órganos y sistemas, lo que sin duda proporcionará una tranquilidad adicional a los futuros padres.

El doctor Orozco Fernández recuerda que en el hospital malagueño también se realizan las “ecografías normales en cada consulta de embarazo, y ecografías de alta resolución para las consultas especiales de embarazo, en las semanas 12, 20 y 34”.

Control gestacional: prevención de partos prematuros y de la preeclampsia

Se considera amenaza de parto pretérmino o prematuro cuando la embarazada presenta contracciones uterinas antes de la semana 37 de gestación. No hablamos de una enfermedad, pero sí de una circunstancia que puede traducirse en riesgo tanto para la madre como para el bebe. Cuanto antes tenga lugar el nacimiento prematuro, el riesgo es mayor para el niño, ya que sus órganos y sistemas no estarán completamente formados.

Como nos explica el doctor Esteban Navarro, hoy en día contamos con herramientas para detectar de forma temprana el riesgo de parto prematuro, como la prueba QuantusPREMATURITY, que ayudan a seleccionar que mujeres, entre aquellas con riesgo intermedio, deberían recibir tratamiento.

Esta prueba, expone el doctor, en el análisis de una imagen ecográfica del cuello uterino tomada entre las semanas 19 y 24+6 días del embarazo. Y añade: “Esta es una herramienta muy útil, sobre todo en aquellos casos en los que podemos tener ciertas dudas, como son los casos de pacientes con riesgos intermedios, en los que la longitud del cuello uterino se encuentra entre 25 y 35 milímetros. Un score de textura cervical (Ctx) bajo es indicativo de un mayor riesgo de parto prematuro”.

El cribado de la preeclampsia, explica el doctor Esteban Navarro, “nos permite identificar aquellas pacientes con riesgo alto de desarrollar la enfermedad, lo realizamos en el primer trimestre del embarazo, en la semana 12 de gestación, mediante una ecografía en la que también valoramos la morfología fetal y el corazón del bebe”.

La preeclampsia se presenta con hipertensión arterial y presencia de proteínas en la orina, acompañada de síntomas que pueden alertarnos como hinchazón en manos y pies y trastornos oculares. Puede llegar a ser grave si evoluciona a eclampsia, y poner en riesgo la vida de la madre y del bebé.

La prueba que se realiza es una ecografía doppler que controla el flujo sanguíneo en las arterias uterinas, y puede detectar también otras complicaciones del embarazo, como el retraso en el crecimiento fetal. El riesgo alto de que aparezca preeclampsia se estima con esta prueba junto a otros factores de riesgo como la edad de la madre y la presencia de antecedente.

Otro tipo de control prenatal son los tests genéticos no invasivos que sirven para evaluar el riesgo fetal de presentar diversas alteraciones cromosómicas, numéricas o estructurales. Este tipo de pruebas no suponen ningún riesgo ni para madre ni para el futuro bebé, y se hacen a partir de una muestra de sangre de la madre.


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