Los peligros de una relación abierta: Esto es lo que se puede hacer y lo que no

Parece que estamos en un viaje al pasado y que aterrizamos en los años 60, pero ahora, en vez de decir «Me quiere, no me quiere», aparece la pregunta de si queremos una relación abierta o no. ¿Qué plantea esta nueva moda en auge que pregona por el amor libre y que milita en contra de la monogamia?

En este artículo vamos a definir qué es una relación de este tipo y qué diferencias tiene con una convencional, lo que ahora llamamos «cerrada». En la misma línea de la conocida frase «cada persona es un mundo», ahora podríamos asegurar que «cada pareja es un mundo», y que cada vez se vuelve más complicado encontrar formas sanas de vincularlos sexoafectivamente.

Qué hacer si mi pareja quiere una relación abierta

Qué hacer si mi pareja quiere una relación abierta

¡No salgas corriendo! Aunque para vos sea algo que no tiene sentido o que no te interesa, si reaccionas de forma abrupta tu pareja puede sentir que no estás teniendo en cuenta sus sentimientos. Siempre es bueno construir una buena comunicación entre los dos, sobre todo si también quieres experimentar en el este nuevo mundo de posibilidades.

Primero lo primero: tener una relación abierta habilita la posibilidad de que ambas partes tengan encuentros sexuales con otras personas y eso no significaría, claro, ningún tipo de infidelidad. Es un mutuo acuerdo. Más bien, lo aconsejable es que conversen cuáles son las reglas de esta nueva forma de vincularse: si podrán tener citas o será solo una cuestión física, si pueden volver a verse más de una vez con la misma persona y, lo más problemático, si se lo contarán al otro. Una comunicación clara y sincera es clave para que ninguno de los dos salga lastimado.

¿Chau a la monogamia?

¿Chau a la monogamia?

Este tipo de relación es culturalmente valorado en muchas sociedades y a menudo se la asocia con la estabilidad emocional, la seguridad y la confianza mutua. Sin embargo, es importante destacar que la monogamia no es la única forma de relación exitosa y satisfactoria, puedes practicar una relación abierta y tener familia, hijos y una llevar a cabo una vida tipo. Solo es cuestión de sentar las bases con tu pareja.

En muchos casos, tener una relación abierta se utiliza como excusa para no separarse cuando la relación ya ha llegado a su fin. En ese caso, como último recurso, la pareja decide dar libertad en otros espacios para ver si de esa forma se aviva la llama del amor. Como no existen recetas absolutas, lo mejor es que tengas tus propias experiencias basadas en lo que sientes.

Camila Miranda De Marzi
Camila Miranda De Marzi
(Buenos Aires, 1998) Licenciada en Artes de la Escritura y estudiante de Periodismo Narrativo. Escribe actualidad en Agenda Feminista, revista de la que es parte desde hace varios años. Adora leer y escribir, aunque lee más de lo que escribe.