viernes, 13 diciembre 2024

La guerra de Broncano y el pulso con Cebrián eclipsan las maniobras económicas de Prisa

El Plan Estratégico del Grupo Prisa 2022-2025, que implica digitalización y reestructuración con el objetivo de domar deuda, ha comenzado a dar sus frutos en la compañía presidida por Joseph Oughourlian, que en España respira gracias a que está comenzando a amortizar en Indra los 400 millones de euros invertidos (y muchos de ellos dilapidados) en la compañía fundada por Jesús de Polanco.

El empresario de origen armenio se frustra al comprobar que la mejora operativa del negocio de Prisa, que en 2023 obtuvo un ebitda de 181 millones de euros (+32% respecto a 2022) que fue invisibilizado por la deuda, que arrastró a la empresa dedicada a la educación y los medios de comunicación a unas nuevas pérdidas de 32,5 millones de euros (+151% en comparación con el año anterior).

Prisa completó el pasado una emisión de obligaciones convertibles entre sus accionistas por valor de 130 millones de euros, lo cual dejó la deuda en 732 millones (-10% respecto a 2022), y acaba de repetir jugada con 100 millones. «La emisión de 100 millones de euros irá destinada a reducir la deuda financiera de Prisa en el tramo de la deuda que mayor gasto financiero por intereses supone, esto es, el tramo de la deuda junior, que se encuentra referenciado a un tipo de interés variable igual al euríbor+8%, y, de otro lado, a impulsar oportunidades de crecimiento de las unidades de negocio del grupo», señala el grupo.

Prisa
Prisa

La vicepresidenta y directora financiera del editor de la Cadena SER y El País, Pilar Gil, dice que la operación les abre «oportunidades para poder valorar alternativas de refinanciación de la compañía, en un momento en el que los mercados de deuda están en unos entornos bastante favorables. Este resultado nos va a ayudar, sin duda, a poder estudiar y analizar opciones de refinanciación que nos permitan tener más flexibilidad, y por la tanto, poder seguir dando pasos en nuestra hoja de ruta».

Prisa ha triplicado en los últimos 3 años su ebitda (que ha pasado de multiplicar por 10 la deuda a hacerlo por ‘solo’ 4) y saca pecho tras la mejora de la calificación de su deuda por parte de agencias como Moody’s o Standard&Poor’s.

«La subida de calificación crediticia nos ayuda, y nos va a permitir que, en estos mercados de deuda que ahora ofrecen oportunidades muy relevantes, podamos tomar ventaja de esta situación», señala la mano derecha de Oughourlian.

GUERRAS VARIAS EN PRISA

Prisa anda enfangada en batallas mediáticas. Una de ellas parece ligeramente forzada por Pedro J. Ramírez, que ha reivindicado el liderazgo de El Español en el ranking GfK gracias a la ‘granja de contenidos’ que han logrado con la compra de infinidad de portales que nada tienen que ver con el periódico fundado por él.

«El País tiene muchos más años de vida, mucha más implantación internacional y mucho mayor reconocimiento de marca. Pero, que se le va a hacer, será por nuestra transversalidad, por nuestro modelo de desarrollo territorial, o por la diversificación de nuestros contenidos, lo cierto es que, a día de hoy, El Español tiene más lectores», señala el exdirector de El Mundo.

Más implicado parece El País con la batalla interna que vive RTVE, que ayer dio luz verde al fichaje de David Broncano tras 1 mes de una guerra que ha provocado la destitución de la presidenta Elena Sánchez y el director de Contenidos José Pablo López.

El diario dirigido por Pepa Bueno tilda la situación de la radiotelevisión estatal pública de «espectáculo impropio», a pesar que Prisa tiene intereses en RTVE gracias a las producciones de su filial LaCoproductora, que hoy estrena en La 2 el programa de entrevistas a grandes periodistas ‘En primicia’ (23.00 horas).

El País también intenta pasar página tras cesar como presidente de honor a Juan Luis Cebrián, que ha estrenado una serie de entrevistas en The Objective a cambio de quedarse sin cargo, sueldazo y columna quincenal ‘antisanchista’ en el periódico que fundó hace casi medio siglo.


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