⁠El alimento que los médicos quieren fuera de tu dieta ya

Muchas veces, en medio de la vorágine de la rutina, es difícil encontrar un momento para cocinarse algo saludable. Por eso, en esos días es usual que recurras a un alimento fácil y rápido, como pueden ser algunas sobras del día anterior, algo dulce que hayas rescatado de la heladera o, lo que los médicos más temen, un sándwich mixto.

Aunque parezca una comida inofensiva, que no es frita y no tiene ningún tipo de agregado extra; sin embargo, un sándwich es bastante nocivo para tu dieta. Justamente porque resulta muy sencillo y lo tienes al alcance de la mano: tan solo debes abrir la heladera y apilar un par de ingredientes. Y listo, puros carbohidratos y proteínas entran a tu organismo.

La trampa de este alimento delicioso

La trampa de este alimento perjudicial

Hay que empezar por el principio. Lo primeros que haces es tomar dos rebanas de pan de molde, y ese solo ingrediente ya es más maligno para tu salud de lo que puedes imaginar. El pan está compuesto por harinas refinadas que ocasionan una inflamación en tu organismo, en su lugar podrías utilizar uno de masa integral o masa madre que tiene carbohidratos de absorción lenta y te aportarán fibra.

Además, hay que mencionar la cantidad de mantequilla que seguro le has puesto. Es riquísima, nadie puede negarlo, pero es lo que más calorías tiene y casi no aporta ningún nutriente a tu cuerpo. El jamón York, el elemento innegociable de todo buen sándwich, es lo que vuelve nocivo a este alimento: casi no tiene carne (usualmente se usan restos de embutidos) y es bajo en proteínas. Intenta reemplazarlo por carne de pavo o unos ricos champiñones. Te imaginarás que con las fetas de queso ocurre algo parecido. Diría que casi no se puede confiar en ningún fiambre envasado.

Una comida nutritiva y fugaz

Una comida nutritiva y fugaz

Si quieres modificar este hábito que de seguro no te está ayudando en nada, te recomiendo algunas opciones sencillas y fáciles de hacer con elementos que seguro tienes en la heladera. Una opción que no falla es el omelette casero. Los huevos te aportan la cantidad de proteínas necesarias y siempre lo puedes rellenar con tomate, un poco de queso, espinaca, champiñones o lo que tú quieras. Lo que tiene de bueno este alimento es que es superversátil y puedes agregarle lo que más te guste.

Otro plato sano y rápido de preparar es una ensalada que tenga de todo un poco: zanahorias, pepinillos, tomate, lechuga, espinaca o guacamole. Aunque parezca aburrido y tenga mala prensa, las ensaladas hacen un trabajo increíble en nuestro organismo, ya que son livianas, fáciles de digerir y te ayudan en la digestión.