Fiebre de realities: por qué nos gustan tanto, explicado por la ciencia

Los programas de realidad han ganado popularidad mundial debido a varios factores. En primer lugar, ofrecen una forma de entretenimiento que permite a los espectadores sumergirse en la vida de otras personas, ya sea a través de competiciones, convivencias o situaciones cotidianas. Esto genera un sentido de conexión con los participantes y puede satisfacer el deseo humano de observar y analizar las interacciones sociales.

Además, en un mundo donde la tecnología ha facilitado la conexión virtual pero ha aumentado la sensación de soledad, los realities ofrecen una especie de escape social. Los espectadores pueden sentirse parte de una comunidad al discutir los eventos del programa con amigos, familiares o en línea a través de redes sociales.

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SOMOS MÁS VOYEURS DESDE LA PANDEMIA

La pandemia ha exacerbado esta necesidad de conexión y entretenimiento, ya que muchas personas se han visto obligadas a quedarse en casa y limitar sus interacciones sociales. En este contexto, los realities proporcionan una vía de escape y distracción que permite a los espectadores sumergirse en las vidas y dramas de otros, incluso si es de manera virtual.

Por último, las redes sociales han contribuido a la popularidad de los realities al crear una cultura de compartir y comentar sobre la vida de otras personas. Los programas de realidad alimentan este interés al ofrecer una ventana a las vidas de los participantes, lo que a su vez genera discusiones y debates en línea, lo que aumenta aún más su relevancia y audiencia. Pero hoy queremos centrarnos especialmente en los motivos psicológicos detrás del éxito de este tipo de espacios.

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Noemi A.
Noemi A.
Soy una apasionada de internet, las nuevas tecnologías y las redes sociales, adicta a la información y a aprender y descubrir algo nuevo cada día.