Siemens Gamesa confirma un ajuste de 400 ‘kilos’, pero deja en ascuas a la plantilla

El serial de Siemens Gamesa continúa acumulando tensión. El martes 21 de noviembre, la filial eólica de Siemens Energy anunció que está preparando un imprescindible ajuste de 400 millones de euros con el objetivo de reequilibrar sus maltrechas cuentas; sin embargo, este mensaje, lejos de calmar los ánimos, los ha agitado aún más, ya que no se ha especificado el impacto que tendrán los ‘remiendos’ en la actividad económica y laboral de la compañía en España. Los políticos han tenido que salir al paso para tranquilizar a los trabajadores ante el incierto futuro de la plantilla.

Durante un encuentro con inversores, la directora financiera de Siemens Energy, Maria Ferraro, aseguró que subsanar la situación de Siemens Gamesa resulta «imperativo» para Siemens Energy. Por su parte, el consejero delegado de Siemens Gamesa, Jochen Eickholt, confirmó la magnitud de los cambios que se avecinan en la mercantil: «Nos hemos fijado el objetivo de reducir nuestros costes estructurales en 400 millones hasta 2026 y esto es parte del plan para seguir un camino positivo».

LA DIFÍCIL ‘REINVENCIÓN’ DE SIEMENS GAMESA

Eickholt subrayó los esfuerzos de Siemens Gamesa en simplificar su portafolio de tecnología en todas las unidades de negocio, pero también en cuanto a componentes, señalando que la empresa ha reducido sustancialmente la variedad de su oferta y ha introducido un cierto umbral de ingresos para que cualquier variante sea aprobada en el futuro.

Asimismo, la filial también se plantea subcontratar componentes a socios estratégicos, así como centrar la huella de fabricación interna en el montaje de góndolas y la producción de palas. Por otro lado, también estudia aplicar aumentos progresivos de precios en los contratos con clientes.

Por otro lado, cuestionado sobre la posibilidad de realizar desinversiones, Eickholt apuntó que, de cara al futuro, se siguen analizando algunas de las capacidades de la empresa, apuntando que, en la cadena de valor, hay «un par de actividades» que podrían combinarse con actores globalmente activos. «Esto gira en torno al negocio eléctrico y al negocio de cajas de cambios», precisó.

DE CARA AL FUTURO, LA COMPAÑÍA CONFÍA EN QUE, EN LO SUCESIVO, LOS CONTRATOS TENDRÁN LAS CONDICIONES, LA CURVA DE CAJA, LA RENTABILIDAD Y EL PERFIL DE RIESGO NECESARIOS

Asimismo, en cuento a la futura evolución del negocio, María Ferraro expresó su confianza en que más allá del final de 2025 y 2026 no quede más del oneroso retraso del negocio onshore de Siemens Gamesa, añadiendo que lo importante es que, a partir de 2027, quede el negocio de servicios. En el apartado de Siemens Gamesa, incidió en que los contratos de ahora en adelante tienen los términos y condiciones, la curva de caja, la rentabilidad y el perfil de riesgo necesarios para el futuro.

«Esto muestra exactamente cómo se desarrollará la curva y la ejecución que debe realizarse en los próximos dos años del trabajo pendiente, pero luego volvemos a la normalidad», apuntó.

EL IGNOTO DESTINO DE LOS RECORTES

En la cita con los inversores no se dedicó ni una palabra a las posibles bajas de trabajadores a las que pueda verse abocada la empresa, y eso que es el punto más caliente de la crisis. El silencio en ese aspecto ha sido calificado como «oscurantismo» por UGT, que criticó duramente que Siemens Energy siga «sin aclarar el futuro de la actividad industrial y del empleo en España».

Ésta no ha sido, ni mucho menos, la primera reacción sindical a la incertidumbre que rodea a la eólica. Ya el 7 de noviembre, el comité de empresa de Siemens Gamesa compareció ante el Parlamento navarro para reclamar un «compromiso» por el mantenimiento del empleo en la comunidad foral, señalando que «no entenderíamos que la empresa tome otra postura que no sea la de seguir apostando por la compañía en su conjunto y especialmente en Navarra».

María Chivite, presidenta de Navarra
María Chivite, presidenta de Navarra

En ese momento, los representantes sindicales proyectaron sus temores sobre lo que podría anunciarse en la reunión con inversores que tuvo lugar el martes 21: «Si se materializa lo que todos tememos, sería el sexto proceso de despidos desde 2012». De los 5.000 trabajadores de Siemens Gamesa en España, Navarra concentra 1.800, por lo que, recordaron los portavoces del comité, podría ser «la región más afectada».

La temida reunión del 21 de noviembre ya ha quedado atrás y sigue sin consumarse el temido recorte de la plantilla, pero esa posibilidad tampoco ha sido arrinconada. Los miles de puestos de trabajo que dependen de Gamesa siguen en el alambre, lo que ha obligado a la clase política a acelerar la agenda de conversaciones con el gigante energético.

«el gobierno va a pelear hasta el último empleo que genera siemens gamesa»

María Chivite, presidenta del Gobierno de Navarra

La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, ha explicado este miércoles que el Ejecutivo foral mantendrá el viernes una reunión con la dirección de Siemens Gamesa con el objetivo de que la compañía «pueda concretar en qué se traduce» el ajuste de coste de 400 millones de euros que ha anunciado su matriz, Siemens Energy, y ha asegurado que el Gobierno plantará cara a los despidos si éstos llegan a plantearse.

«Es positivo que la empresa ve un horizonte de futuro, quiere equilibrar cuentas para 2026, quiere seguir trabajando, porque el escenario más dramático que se podía manejar era el cierre de la empresa; luego hay un escenario de futuro -ha indicado- «Pero se anunció también un recorte de 400 millones que entendemos que es a nivel de Europa, pero no se ha concretado si tiene que ver con puestos de trabajo o no».

Chivite, por tanto, espera que en la reunión del próximo viernes la cúpula de la empresa pueda «concretar» en qué se traducirán esos 400 millones de euros que serán ‘podados’ del volumen estructural de la empresa. «Pero también digo que el Gobierno de Navarra va a pelear esta el último empleo que genera Siemens Gamesa», ha subrayado.

José Sánchez Mendoza
José Sánchez Mendoza
Periodista especializado en economía y mercados energéticos. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y máster en Periodismo por El Mundo y la Universidad San Pablo CEU, he trabajado en medios como El Mundo y El Economista, entre otros.