Endesa, Iberdrola y Naturgy acaparan el 75% de las ayudas al almacenamiento

Ya se conocen los destinatarios de los 160 millones de euros repartidos por el Estado en concepto de ayudas al desarrollo del almacenamiento energético, y son tres los aspirantes que se han llevado la ‘parte del león’: Endesa, Iberdrola y Naturgy. Estas tres mercantiles acaparan el 75% del dinero asignado, en concreto unos 120 millones de euros, según la resolución provisional hecha pública por Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, a través del IDAE.

La ‘medalla de oro’ al mayor montante recibido ha sido para Endesa, que incluso ha superado el límite de ayudas al adjudicarse más de 64 millones de euros. Completan el podio Iberdrola, con 34 millones; y Naturgy, con uno 24 millones.

LAS AYUDAS REPARTIDAS FINANCIARÁN EL DESARROLLO DE 34 PROYECTOS DE ALMACENAJE EN LA PENÍNSULA Y AMBOS ARCHIPIÉLAGOS, CUYA POTENCIA ROZARÁ LOS 900 MEGAVATIOS (MW)

Los casi 40 millones restantes serán entregados a Acciona, Disa, Enerfin (filial de Elecnor), Fotowatio (FRV), Q Energy (filial de la coreana Hanwha), Hive Energy e Inti Energía. El propósito específico de los fondos repartidos es promover el desarrollo de soluciones innovadoras en el campo del almacenamiento hibridado con energías renovables. El programa de ayudas se enmarca en Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia articulado para canalizar los fondos europeos para la transición ecológica y la descarbonización.

Las compañías agraciadas utilizarán la financiación en la construcción de 34 proyectos de baterías en la Península y los archipiélagos balear y canario, cuya potencia conjunta alcanzará los 880 megavatios (MW). Sin embargo, el límite máximo de almacenamiento no sobrepasará los 1,8 gigavatios (GW), debido a las restricciones técnicas.

Todos los proyectos aprobados tienen asignada su fecha límite de finalización en diferentes momentos del año 2025.

EL ALMACENAMIENTO EN EL PNIEC

El borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé que para 2030 entre en servicio una capacidad adicional de almacenamiento de 6 GW entre bombeo y baterías. La composición y funcionamiento precisos de las infraestructuras necesarias serán desarrolladas en función de la evolución y disponibilidad tecnológicas. Además, se tendrá en cuenta la aplicación de nuevos procedimientos de operación de bombeos.

Este propósito se sitúa en línea con el objetivo a medio plazo de lograr un 74% de generación eléctrica renovable en 2030; y con la meta a largo plazo de alcanzar el 100% del ‘mix’ energético producido por fuentes ‘verdes’ en 2050. El texto preconiza que la expansión del almacenaje proporcionará «una mayor capacidad de gestión a la generación», lo que, junto con el impulso de la flexibilidad y gestión de la demanda, permitirá «una mayor integración de la generación renovable en el sistema, contribuyendo a la seguridad del suministro».

El PNIEC estima que tres de cada cuatro toneladas de gases de efecto invernadero proceden del
sistema energético, por lo que su descarbonización es la piedra angular sobre la que abordar la transición energética

Según la previsión realizada por el PNIEC, la progresión de las técnicas de almacenamiento, junto con el resto de las medidas contempladas en el plan permitirán alcanzar un nivel de reducción de emisiones del 23% respecto al año 1990. La senda trazada hacia el cumplimiento de los parámetros fijados está asentada sobre los principios de neutralidad tecnológica (la no discriminación normativa de unos tipos de generación energética respecto a otros) y coste-eficiencia.

El PNIEC estima que tres de cada cuatro toneladas de gases de efecto invernadero en el
sistema energético, por lo que su descarbonización «es la piedra angular sobre la que desarrollar la transición energética y la evolución ‘verde’ de la economía»
, si bien el PNIEC también dedica atención y medidas para la reducción de emisiones en el resto de sectores productivos.

José Sánchez Mendoza
José Sánchez Mendoza
Periodista especializado en economía y mercados energéticos. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y máster en Periodismo por El Mundo y la Universidad San Pablo CEU, he trabajado en medios como El Mundo y El Economista, entre otros.