Almirall registró un beneficio de 13,6 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 24,8% más que los 10,9 millones de euros del mismo periodo de 2022, según ha informado este jueves la compañía.
Las ventas netas alcanzaron los 674,6 millones de euros, un 6,4% más, de los que 588,2 millones de euros (+10%) surgen del negocio en Europa, impulsados por el negocio de dermatología, donde alcanzó una facturación de 291,4 millones de euros (+15,9%).
En Estados Unidos, las ventas descendieron un 22%, hasta los 44 millones de euros, mientras que en el resto del mundo la bajada fue del 0,2%, hasta los 42,4 millones de euros.
Los ingresos totales ascendieron un 4,4%, hasta los 676,5 millones de euros, mientras que el resultado operativo decreció un 20,9%, hasta los 44,4 millones de euros.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) total alcanzó los 138,2 millones de euros (-5,6%), en línea con las expectativas de Almirall, y refleja la menor contribución de otros ingresos debido a los hitos de AstraZeneca y Covis en comparación con los primeros nueve meses del año anterior. El Ebitda Core, que excluye el impacto de AstraZeneca y Covis, fue de 137,1 millones de euros, un 2,3% más.
La compañía invirtió 78,4 millones de euros en I+D, un 9,5% más, incluyendo el estudio en fase IIIb del nuevo medicamento Lebrikizumab y otros proyectos en etapa inicial. Los gastos generales y de administración se incrementaron un 2,5%, tal y como la compañía esperaba debido a los recientes y próximos lanzamientos.
El presidente y consejero delegado de Almirall, Carlos Gallardo, ha puesto en valor estos «sólidos resultados operativos» y ha destacado que mantienen la confianza en la trayectoria positiva de los motores de crecimiento.
De cara al resto del año, la compañía espera que las ventas crezcan en un «dígito medio» y que el Ebitda alcance un valor de entre 165 y 180 millones de euros.