lunes, 17 junio 2024

José Miguel Contreras intenta ganar el relato tras saberse perdedor de la guerra

Este pasado lunes se frenó en seco la dinámica positiva que venía disfrutando Pedro Sánchez, que en las entrevistas electorales previas había exhibido músculo derribando mitos ante los hostiles Pablo Motos, Ana Rosa Quintana o Carlos Alsina.

Pero el presidente del Gobierno no ganó un debate en el que partía como favorito porque elevó el tono ante las mentiras de un candidato gris, Alberto Núñez Feijóo, que acudió a los estudios de Atresmedia pertrechado por los golpes bajos diseñados por Miguel Ángel Rodríguez, ganador de la noche con su estilo habitual.

Sánchez echó de menos un ‘MAR’ porque su Rasputín, José Miguel Contreras, no le supo prevenir de que la pérdida de las formas, aunque sea por las provocaciones de tu adversario, te convierte en perdedor de las batallas en el campo de la comunicación.

EL FORMATO

Contreras asesoró a Felipe González en los debates de 1993, ejerció como preboste de la comunicación durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y sigue susurrando en las sombras a Sánchez pese a que, por higiene, ser directivo de Prisa (y editor de Infolibre) no debiera conjugar con el de asesor del presidente del Gobierno.

El productor, profesor y empresario debiera haberle prevenido a su amigo que en este tipo de formatos no es lo que dices, sino como lo dices. Pero lo que está haciendo Contreras, a posteriori, es intentar ganar el relato, echándole la culpa del resultado de Sánchez a la escasa intervención de los moderadores o al propio formato por la falta de fact-checking.

Su intención es ponerse la venda antes de la herida, la previsible victoria el 23J de un candidato, Núñez Feijóo, que suplió a base de trolas los extraordinarios números económicos del ‘Gobierno socialcomunista’ que, según el ultraconservador ecosistema mediático español, iba a llevar a España a la ruina.

El PSOE y Unidas Podemos han aprobado con nota en términos económicos, y lo han hecho ayudando a la ciudadanía (Salario Mínimo Interprofesional, Reforma laboral y un sinfín de medidas en favor de los colectivos más vulnerables).

Pero ni por esas Sánchez entró de cara a un debate en el que echó en falta a Iván Redondo, decapitado hace dos años porque Contreras y Miguel Barroso le convencieron de que tenía que echar a su principal asesor con una patada hacia arriba para, decían, tirar de gente del partido con un nivel subterráneo en materia de comunicación como Félix Bolaños u Óscar López.

CONTRERAS DISPARA

Acierta El Confidencial Digital contando que «el equipo de Sánchez critica la actuación de Ana Pastor y Vicente Vallés durante el debate», desde Prisa le arrean a Atresmedia por el formato y José Miguel Contreras, directivo del editor de la Cadena SER y El País, también arremete contra el grupo del que ejerció como vicepresidente pese a haber llevado a la quiebra a La Sexta.

Contreras, juez y parte, no se corta contra la compañía en la que ejerció de tertuliano estrella hasta que se marchó a convertirse en uno de los productores favoritos de la RTVE de Pedro Sánchez y, posteriormente, en directivo de Prisa.

«Mención aparte merece el formato diseñado por Atresmedia. El modelo entró en crisis desde el principio. El diseño se basaba en dejar a los periodistas moderadores alejados de la mesa de debate para que los oponentes pudieran desarrollar su batalla con libertad. La idea es encomiable si el juego transcurre con limpieza y civilización», asegura.

El productor afirma en Infolibre que «cuando el partido se torció y se llenó de juego sucio e incumplimiento de todas las reglas, resultó muy complicado controlar lo que ocurría fuera de la mesa de debate. No se puede arbitrar desde la grada. Los espectadores seguramente echaron de menos que hubieran podido detener el follón, pero el modelo diseñado no lo favorecía».


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