La proliferación de los festivales musicales en los últimos años es indiscutible. Y es que estos eventos consiguen reunir a miles de personas alrededor de una pasión común: la música. El éxito derivado de la promesa de diversión provoca que los festivales no paren de crecer en número y que sean multitud las localidades e incluso empresas que desean organizar los suyos propios para verse beneficiadas por su popularidad. Festivales íntimos, masivos, temáticos, de géneros y estilos muy variados… En definitiva, espacios que brindan a los asistentes un ambiente único y la posibilidad de disfrutar en vivo de sus artistas favoritos. Así como un escaparate cultural que sirve de impulso a cantantes noveles o consagrados y una ventana al mundo para la localización que los acoge.
La buena predisposición del público a la hora de asistir a este tipo de eventos no lo es todo en su éxito. Existen numerosos aspectos que han de ser trabajados a conciencia por la organización para que un festival musical logre triunfar. Más aún si quiere consagrarse entre los mejores del género o convertirse en un habitual del tour festivalero de un país. Por supuesto, la elección de los grupos es clave. Es imprescindible conocer el público de cada género musical, saber lo que demanda, cuáles son los artistas del momento… Y con base en esta información, crear un cartel irresistible.
También es vital escoger unas fechas adecuadas para su celebración, trabajar estrategias de marketing creativas que ayuden a la movilización del público, establecer relaciones con organizaciones o empresas patrocinadoras, contar con todo tipo de protocolos de seguridad, poner en marcha un plan de movilidad que conecte el festival con diferentes núcleos urbanos, garantizar al asistente una experiencia única y diferenciadora, labrarse una personalidad propia… Así como asegurar un sonido, iluminación y organización del personal impecables.
La infraestructura en un festival de música
En lo que respecta a las instalaciones, estas deben ser óptimas tanto para el público asistente como para los artistas y sus equipos o para el propio personal del festival. Y es que la infraestructura es uno de los aspectos más complejos de gestionar en la organización de este tipo de eventos. ¿Por qué? Porque un festival de música cuenta con muchos espacios y muy diversos: escenarios (con todas las instalaciones de luces, sonido, pantallas, pirotecnia… que estos conllevan), carpas, bares, zona de restauración, zonas verdes, aseos, tiendas de merchandising, servicios médicos, zonas VIP, zona de descanso para asistentes, personal y artistas… Y un largo etcétera.
Este complejo conjunto de infraestructuras, además, tiene otra dificultad añadida: debe crearse, en la mayoría de los casos, desde cero. ¿Esto que quiere decir? Que, por norma general, los festivales de música se celebran en espacios alejados de núcleos urbanos con el objetivo de evitar molestias a sus habitantes. Espacios que suelen estar vacíos, ya sea en descampados u otros lugares habilitados a tal efecto, pero sin infraestructuras previas. Por lo tanto, la organización del evento ha de trabajar desde la nada. Así, transportes y elementos como trailers, generadores de energía, sanitarios móviles o contenedores prefabricados son los mayores aliados de la organización de un festival.
Los contenedores prefabricados son tendencia
De manera especial, los contenedores prefabricados se han convertido en los últimos años en la opción favorita de los organizadores de festivales para el montaje rápido y sencillo de bares y zonas de restauración dentro de las instalaciones del evento. Y es que su versatilidad y personalidad les permite acoger numerosos espacios en su interior, creando zonas para todo tipo de usos con todas las comodidades necesarias a su alcance. La flexibilidad de su diseño y personalización permite a la organización trasladar la identidad del festival a su interior jugando con su distribución, ventilación, incorporando ventanas, puertas, toda clase de decoración, etc. Consulta las diferentes opciones de contenedores prefabricados disponibles.
No obstante, la versatilidad no es la única ventaja del uso de contenedores prefabricados en festivales. Estos elementos destacan sobre todo por su portabilidad. Como decíamos, estos eventos musicales suelen celebrarse en espacios en blanco, por lo que se hace necesario que el montaje de sus infraestructuras sea rápido y cómodo. Así, los contenedores prefabricados son muy fáciles de transportar y montar, ahorrando tiempo tanto en su instalación como en su desmontaje.
Asimismo, este tipo de construcciones temporales son reconocidas por su durabilidad y resistencia, siendo idóneas para soportar cualquier inclemencia temporal que pudiera darse durante la celebración del festival. Una característica tremendamente relevante para garantizar la seguridad de los asistentes al evento. Un factor más a tener en cuenta sumado a la sostenibilidad de su uso: apostando por contenedores prefabricados se elige la reutilización de materiales en lugar de la construcción de estructuras tradicionales innecesarias y perecederas. De esta forma, se minimiza el impacto ambiental.