Las claves para conservar temperaturas agradables y ganar eficiencia energética en casa

El ahorro energético y la eficiencia en nuestros hogares son aspectos que nos preocupan a todos. Pero ¿realmente sabemos cómo mantener una temperatura adecuada en nuestra casa?

María Cruz, especialista en eficiencia energética y bioconstrucción de GNE Finance, y Borja Giménez, experto en negocios de bajas emisiones de Repsol, dan una serie de recomendaciones para mantener una temperatura confortable en casa y garantizar el uso de sistemas energéticos eficientes en el hogar, en cualquier época del año.

  1. Dónde está tu casa y cómo la usas

El uso que hagamos de la vivienda, así como nuestro estilo de vida y el modelo de consumo que tengamos, también son factores a tener en cuenta. Para una vivienda habitual, en la que residimos la mayor parte del tiempo, la aerotermia puede ser uno de los sistemas más eficientes, según los expertos.

En cambio, «en una vivienda que no sea de primer uso, de fines de semana o en un entorno rural o más frío, por ejemplo, la aerotermia no sería el sistema más idóneo, porque vas a tardar en calentar tu casa cuando lo que quieres es calentar muy rápido para estar a gusto esos dos días», asegura Borja Giménez. En esos casos, opciones como el gasóleo, estufas o las propias chimeneas de toda la vida, pueden ser alternativas más óptimas.

«En climas más cálidos, con el propio split del típico sistema de aire acondicionado, pero generando calor, nos puede valer», asegura el experto.

  1. Un sistema de climatización para cada vivienda

Es fundamental entender bien el sistema de calefacción que tenemos instalado en casa. Estos están compuestos de tres elementos: la fuente de energía que usamos (gas, gasoil o electricidad, generalmente); un sistema de generación de calefacción que transforma esa energía (la caldera, una estufa, una bomba de frío y calor, etc.) y, por último, los elementos difusores que distribuyen el calor en la vivienda (los radiadores, suelos radiantes, equipos de aire acondicionado).

«Viendo estas tres partes, hay múltiples soluciones y no hay una ideal para todos los casos”, explica María Cruz Solano, experta en Eficiencia Energética de GNE Finance, una empresa especializada en la rehabilitación energética de viviendas. “Dependiendo del sistema que tengamos instalado, será más adecuado tener el termostato a una temperatura constante durante todo el día o será más conveniente encender y apagar», aclara Giménez.

La calefacción por radiación sería la solución más eficiente, y si además se genera mediante un sistema de aerotermia o de geotermia, es una de las mejores combinaciones que existe, añade el especialista de Repsol.

«La aerotermia o la geotermia aprovechan la energía térmica existente en la tierra y el aire para generar el calor que necesitamos en nuestro hogar a través de unas bombas de calor», señala.

  1. Optimizar la ventilación

Gestos tan sencillos como abrir las ventanas en momentos puntuales pueden ayudarnos también a mantener la mejor temperatura.

«Debemos aprender a utilizar bien nuestras viviendas. En invierno, sobre todo, hay que abrir varias veces las ventanas, poquito rato para evitar que nuestras casas se enfríen demasiado», explica María Cruz. Otra recomendación de esta experta en eficiencia es cerrar persianas antes de que se vaya el sol para retener ese calor.

En verano, el mejor momento para airear la casa es a primera hora de la mañana, cuando la temperatura exterior es la más baja del día.

  1. Ropa de temporada para nuestra casa

El 25% del calor de tu casa se puede perder por ventanas y puertas. Por lo tanto, es importante frenar las pequeñas corrientes de aire que pueden producirse en las juntas.

«Pequeños detalles como sellar bien nuestras ventanas para no tener fugas energéticas por ellas, pueden ayudarnos a tener un mayor confort», indica.

Si tenemos pavimentos de materiales muy fríos, poner alfombras gruesas puede ser una alternativa. También, utilizar cortinas de lana para evitar esas corrientes. «Es como vestir nuestra casa igual que nos abrigamos nosotros en invierno», ejemplifica la especialista.

Cuando llega una ola de calor, conviene usar toldos, persianas y cortinas para evitar que el sol caliente el interior de la vivienda.

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  1. Poner a punto la caldera

Si nos aseguramos de tener siempre a punto nuestra caldera podemos ahorrarnos hasta un 15% de energía. Si llega el momento de cambiar la caldera (su vida útil oscila entre 8 y 10 años), podemos cambiar el sistema de calefacción para instalar tecnologías más novedosas y eficientes, como la aerotermia.

Según Borja Giménez, «parece que tienes que hacer un gran cambio, pero dentro de la aerotermia, tú puedes ver si tu sistema está habilitado en cuanto a cómo llevar la calefacción a las habitaciones, o ver si los radiadores que tienes te pueden servir. Y si todo eso te sirve, al final sólo tienes que cambiar lo que sería el equivalente a la caldera».

  1. ¿A qué temperatura poner el termostato?

Una cuestión que siempre genera dudas es la temperatura ideal que debemos tener en nuestra casa en invierno. En este sentido, los expertos indican que, desde el punto de vista de la salud, lo idóneo estaría en torno a los 21 y los 23 grados, aunque dependerá mucho de la estancia o del tipo de actividad que estemos realizando.

«Por ejemplo, a la hora de dormir sí que sería necesario bajar un poquito estas temperaturas, en torno a los 17-18 grados, porque nos van a ayudar a tener un descanso mejor», señala María Cruz.