El museo, ubicado en Murcia, alberga la mayoría de esculturas y maquetas del escultor español Francisco Salzillo., así como una gran variedad de documentos, dibujos y bocetos que representan el legado de Salzillo.
Los visitantes pueden disfrutar de sus más famosas esculturas, como la Virgen de las Angustias, que data del año 1781. La obra, considerada una de las más importantes de la escultura barroca en España, fue creada por Salzillo para la Catedral de Murcia. La Virgen de las Angustias se encuentra ubicada en el centro del museo, junto con otras esculturas de Salzillo, como la Escena de la Natividad, la Escena de los Reyes Magos, la Virgen de las Nieves o la Escena de los Apóstoles.
Además de las esculturas, el Museo Salzillo también exhibe una colección de documentos y dibujos del artista, que reflejan su trabajo y su estilo. Esta colección es una gran oportunidad para conocer mejor la vida y la obra de Francisco Salzillo, así como el contexto artístico de la época. Es por ello que el museo se ha convertido en uno de los principales lugares de la región para admirar la escultura de Salzillo.
Francisco Salzillo, el gran escultor español
Francisco Salzillo fue uno de los escultores más reconocidos de España en el siglo XVIII. Nacido en Murcia en 1707, desde muy joven mostraba una gran habilidad y destacada destreza para el diseño y la escultura de figuras de yeso. A lo largo de su vida, creó numerosas esculturas religiosas que se encuentran en gran parte de los templos de Murcia. Estas obras, conocidas como los Nazarenos, son consideradas por muchos como sus mejores creaciones.
Salzillo también fue uno de los primeros escultores en utilizar la técnica de la policromía para dar vida a sus figuras. Esta técnica consistía en aplicar pintura al yeso para crear una imagen más realista. Gracias a esta innovación, muchas de sus obras pueden ser admiradas en la actualidad.
Además de sus esculturas, Francisco Salzillo también fue conocido por sus trabajos en madera. Estas obras se caracterizaban por su detalle y realismo, lo que le hizo ganar el reconocimiento de los críticos de arte de la época. En 1847, la ciudad de Murcia reconoció su trabajo y le otorgó la Medalla de Honor de la Ciudad.
